sábado, 26 de octubre de 2013

“El flamenco no necesita fusionarse y hace 400 años que es patrimonio de la humanidad”, dice Diego El Cigala

 
Por: Mónica Maristain
 
“El flamenco no necesita fusionarse con nada; se ha mantenido toda la vida con una guitarra y si le agregas teclados o batería electrónica se convierte en música de Mc Donalds”, dijo el cantaor español Diego El Cigala.
 
En el marco de una conferencia de prensa ofrecida en la sede de su casa disquera, Universal Music, el artista manifestó con vehemencia que el flamenco “hace más de 400 años que es patrimonio de la humanidad”, por lo que no necesitaba un título oficial como el otorgado por la Unesco en 2010.
 
Vestido informalmente con ropa deportiva y sin quitarse en ningún momento sus Ray Ban clásicos, Diego hizo especial énfasis en su disco reciente, Romance de la luna tucumana, un homenaje a la música del folclore argentino que interpretará en vivo el próximo 31 de octubre en el Auditorio Nacional.
 
Fue tajante, en cambio, al negarse a hablar del asalto que sufrió en su residencia de Punta Cana, República Dominicana, donde se ha trasladado a vivir con su familia “para estar cerca de Latinoamérica”, explicó. “De ese tema no voy a decir nada”, dijo categórico, al tiempo que mostró su beneplácito por el título de maestro que le otorgó la universidad de Santo Domingo, un hecho que aprovechará -dijo- para difundir más el flamenco.
 
Además del concierto en el Auditorio, cantará hoy en el Festival de las Almas, en Valle de Bravo y el 30 hará lo propio en el Complejo Cultural Universitario de Puebla.
 
El Cigala cantando tangos. Foto: Universal Music
El Cigala cantando tangos. Foto: Universal Music
 
UN DISCO HECHO EN CASA
 
De Romance de la luna tucumana, posterior a su exitoso Cigala & Tangos, el célebre cantaor dijo que “se trata de mi particular homenaje a Mercedes Sosa, Atahualpa Yupanqui, Martín Fierro, Carlos Gardel, Roberto Goyeneche…es un disco hecho en casa durante tres semanas que fueron muy intensas” y para cuya factura “lo más difícil fue elegir el repertorio, quedándose con los temas que me fueran a mi manera de cantar”, reveló. “Fue un disco a todo trapo que me dejó muy satisfecho”, agregó.
 
El nuevo disco de El Cigala, nacido hace 44 años en Sevilla, tiene el color de la guitarra ejecutada por el español Diego García, habitual en la orquesta de su gran amigo, el cantautor argentino Andrés Calamaro, con el que dijo tener un contrato de amor de por vida.
 
El resultado es “una milonga a lo Quentin Tarantino, con momentos de sonoridad fronteriza” que reflejan “el riesgo que quería correr”, afirma. Es el riesgo lo que ha dado sustancia a su carrera profesional desde el inicio, pues “como dice el refrán, en el riesgo está el placer. Con la música tengo que estar en continuo movimiento, buscando cosas me llenen el corazón para luego poder cantar. Ese es el gran compromiso conmigo, el de buscar hasta encontrar. Amo mucho la música y tanto la amo que corro a menudo el peligro de que me aburra”, manifestó.
 
Diego Ramón Jiménez Salazar (Madrid, 27 de diciembre de 1968), conocido como Diego «el Cigala», es uno de los herederos más alabados de Camarón de la Isla, cuya voz guardaba un gran parecido con la de Diego.
 
Creció en el barrio popular del Rastro, en Madrid. Sobrino del cantante flamenco Rafael Farina, a los 12 años ganó un concurso de televisión y el primer premio del certamen Flamenco Joven de Getafe.

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