miércoles, 6 de noviembre de 2013

Amalia Hernández, icono de la danza mexicana

 
A la edad de 83 años, el 5 de noviembre del año 2000falleció la bailarina, coreógrafa y productora Amalia Hernández Navarro, cuyo trabajo se caracterizó por expresar los bailes populares de todas las épocas y regiones de México.
 
A 13 años de su partida, el Consejo Nacional para la Cultura y las Artes (Conaculta) recuerda el legado de la hija de Lamberto Hernández y Amalia Navarro, quien descubrió su vocación de bailarina a los ocho años de edad.
 
En 1934, Amalia Hernández ingresó a la Escuela Nacional de Danza. Al salir de esta escuela por conflictos con la directora, recurrió a la maestra Estrella Morales, a cuya escuela llegó en 1939 Waldeen von Falkenstein, la pionera de la danza moderna mexicana, en busca de bailarinas para conformar el Ballet de Bellas Artes. 
 
En 1947, en el interior del Instituto Nacional de Bellas Artes (INBA) se creó la Academia de la Danza Mexicana (ADM), academia a la que Amalia Hernández se integró en 1948 y colaboró en la fundación del Ballet Nacional de México, dirigido por Guillermina Bravo.
 
Un par de años después, la creadora de la pieza Sinfonía india, basada en la música de Carlos Chávez; fundó el Ballet Moderno de México y el Ballet de México, que son la simiente del Ballet Folclórico de México (BFM), creado oficialmente en 1952 y que es uno de los emblemas del arte dancístico de México.
 
En los Juegos Panamericanos de Chicago en 1959, el presidente Adolfo López Mateos ofreció a Amalia Hernández el apoyo necesario para crear uno de los mejores ballets del mundo para México. Desde entonces, el grupo de Amalia Hernández logró ser programado semanalmente para presentar su espectáculo en el Palacio de Bellas Artes, que comenzó a ofrecer funciones dominicales, lo que se sigue realizando hasta la fecha.
 
En 1961 el BFM obtuvo el primer lugar en el Festival del Teatro de las Naciones, de París, donde compitió contra 36 espectáculos de todo el mundo.
 
Años más tarde, en 1968, para la Olimpiada Cultural, paralela a los Juegos Olímpicos de México, la artista nacida en la Ciudad de México, el 19 de septiembre de 1917; dirigió el Ballet de los Cinco continentes y el Ballet de las Américas. El primero convocó a coreógrafos extranjeros para montajes en México y el segundo incluía obras de coreógrafos mexicanos a partir de un proceso de investigación en diversos países. 
 
En ese mismo año, 1968, también abrió sus puertas la escuela y teatro del Ballet Folclórico de México (BFM) donde se forman nuevos bailarines para la compañía y profesionales que trabajan en otros espacios. Más adelante se establecerían tres vertientes: folclor, ballet clásico 70 y el grupo experimental de danza moderna.
 
Actualmente el BFM sigue siendo la cumbre de la danza tradicional escénica en México, cuyo su repertorio de más de 60 piezas permanece conformado por la obra de Amalia Hernández. 

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