Por: Fabiola Palapas Quijas
El bailarín Pablo von Sternenfels se suma a la lista de los
mexicanos que han brillado en grandes compañías de ballet en el mundo, ya que
este 14 de enero interpretará el personaje principal de la pieza Krabat,
con el Stuttgart Ballet en Alemania.
Nacido en 1994, Von Sternenfels está convencido de que para logar los sueños
se debe trabajar todos los días:
Si no se trabaja, no se consigue nada. El punto es encontrar un equilibrio para disfrutar cada ensayo, cada clase y el momento de pisar el escenario.
El actual integrante del cuerpo de baile del Stuttgart Ballet comenzó sus
estudios en Chicago a los siete años, luego en México continuó su educación en
el Taller Coreográfico de la Universidad Nacional Autónoma de México y en la
Escuela Nacional de Danza Clásica y Contemporánea; posteriormente, fue becado en
la Escuela Nacional de Ballet de Cuba, y en 2012 se graduó de la John Cranko
Schule, en Stuttgart, donde estuvo becado por dos años.
Los días 14, 18 y 19 de enero, Pablo debutará en su primer papel principal en
Krabat, coreografía del argentino Demis Volpi, la cual se estrenó el
año pasado, pero debido a la demanda del público iniciará una nueva temporada en
el Opera House de Stuttgart.
Krabat, con música de Peteris Vasks, Philip Glass, Krzysztof
Penderecki y Mühlenmusik está inspirada en la novela del escritor alemán Otfried
Preussler, que retoma una leyenda popular de un aprendiz de mago.
En entrevista telefónica desde Stuttgart, el joven bailarín explica que es un
desafío interpretar Krabat, porque además de la ejecución se requiere
de actuación para contar la historia.
Es interesante meterte en una historia, ver el personaje, trabajarlo y afinarlo. Realmente aprendí mucho en este proceso, además tuve la oportunidad de convivir con Volpi cuando realizó la pieza.
Krabat es una obra llena de magia, cuya historia refleja el poder
del amor. En palabras del intérprete, la coreografía narra la vida de 11 jóvenes
que trabajan en un molino con un mago, quien les enseña magia negra, pero cada
año el maestro debe sacrificar a uno de sus discípulos para mantener sus
poderes. El protagonista se enamora de una chica y juntos buscarán derrotar al
mago.
Lo que sucede en el escenario es padrísimo. Disfruto mucho mi trabajo, porque al final todos estamos conectados y concentrados. Estar en el escenario es un momento de unión, relata el bailarín, quien ha tenido la fortuna de contar con el apoyo de sus padres para desarrollarse en el mundo de la danza.
A pesar de que Von Sternenfels tuvo apoyo de su familia, asegura que sin la
beca que ganó para estudiar en la escuela del Stuttgart Ballet no habría podido
llegar a Europa, porque es difícil conseguir recursos para viajar al extranjero
y participar en las audiciones que realizan cada año las compañías de danza.
Mi familia no tiene dinero para hacer esos viajes; la beca fue la oportunidad perfecta, la aproveché y ahora es muy extraño ganar dinero, porque me gusta bailar, estar en el escenario y además me pagan. Es una sensación muy extraña, no me acostumbro todavía.
A Pablo le gustaría regresar a México algún día y compartir con el público su
pasión por la danza.
Ojalá con el tiempo se presente la posibilidad de bailar en mi país, para mí eso sería lo máximo.
Krabat, del coreógrafo residente del Ballet de Stuttgart, Demis
Volpi, se presentará a partir del 14 de enero en el Opera House de la
agrupación.
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