viernes, 3 de enero de 2014

El Ballet Nacional de Cuba (BNC9 celebra un aniversario más del triunfo de la Revolución de su paí­s



El Ballet Nacional de Cuba (BNC) bailó el popular clásico Cascanueces en honor al 55 aniversario del triunfo de la Revolución de su paí­s caribeño. La obra ilustra un cuento de la literatura fantástica del siglo XIX en el cual una niña llamada Clara desarrolla una linda fascinación por un cascanueces que recibe como regalo de navidad.

Numerosos ratones invaden la habitación de la adolescente interpretada en esta gala por la espléndida Grettel Morejón, el muñeco cobra vida y junto a un ejército de soldaditos de juguete defiende a Clara y vence a los ratones.

La niña y su valiente salvador viajan felices a un país de fantasía donde una corte de copos de nieve y variedades de dulces danzan para ellos hasta que Clara despierta del sueño.

Camilo Ramos y Estheysis Menéndez representaron con agrado sus personajes del Cascanueces y la reina de las nieves, mientras Anette Delgado y Dani Hernández caracterizaron al hada del azúcar y su caballero con limpieza y precisión.

El mayor triunfo de la puesta radica tal vez en que la protagonista Clara y los espectadores comparten al final la duda de haber vivido un sueño, ese rastro de magia es algo de lo que puede vanagloriarse el BNC con esta versión de su directora Alicia Alonso.

La otrora gran bailarina interpretó por primera vez el pas de deux del hada del azúcar en 1945 cuando formaba parte del Ballet Theatre de Nueva York, actual American Ballet Theatre, y sin dudas fue durante décadas una pieza importante dentro de su repertorio.

A criterio de Alonso, los personajes del hada del azúcar y su caballero son la quinta esencia de la fantasí­a y como pertenecen a un país ficticio de deslumbrantes confituras concebido en el sueño de una niña, el baile debe expresar cierto romanticismo esplendente.

En el hechizo que ejerce Cascanueces sobre distintos públicos en el mundo incide también la deslumbrante composición musical creada para el ballet por el ruso Piort Ilich Chaikovski.

Con esta pieza, Chaikovski dio un salto de calidad frente a la mayoría de las composiciones musicales realizadas para la danza anteriormente.

El estreno mundial de Cascanueces se produjo el 17 de diciembre de 1892 en el Teatro Marinski de San Petersburgo, el legendario maestro Marius Petipa tenía su cargo la creación coreográfica pero enfermó y eligió a su alumno Lev Ivanov para que terminara la obra.

Luego de Cascanueces, el trabajo conjunto de Petipa e Ivanov sobre una partitura del propio Chaikovski dio lugar al mas célebre de los clásicos, El lago de los cisnes, que el BNC repondrá¡ el próximo mes de junio.

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