Tres festivales de Blues en el centro del país. Parte I

Por: Martín Pérez Páiz marjapp2013@gmail.com

 

Este escrito pretende ser una reseña partida en tres, o más bien, tres reseñas en una, pues el objetivo es consignar la realización en los últimos meses de tres festivales de Blues, en sendos estados del centro que hasta hace poco tiempo carecían de este tipo de manifestaciones culturales que difundieran e impulsaran el Blues en sus respectivas entidades; me refiero en primera instancia al Tercer Festival de Blues en Pachuca Hidalgo, enseguida al Primer Tlaxcala-Blues y por último al Tercer Festival de Blues en Puebla.

 

PARTE I

El viernes 30 de Agosto de este año, se efectuó el Tercer Festival de Blues en Pachuca con sede en el Polideportivo de la Universidad Autónoma del Estado de Hidalgo (UAEH), en el marco de la 26ª Feria Universitaria del Libro (FUL).

 

Este festival que en su primera emisión sólo contó con la participación de algunas bandas locales, ha ido creciendo con la invitación a grupos foráneos. Así, el año pasado contó con la actuación del Ensamble Ardiente y la banda Follaje.

 

Para esta tercera emisión, fueron invitadas la Pecaminosa Blues Band del estado de Veracruz, algo notable si tomamos en cuenta que en las tierras jarochas tampoco se da mucho el Blues; la Serpiente Elástica de Puebla, y repitiendo con su indiscutible calidad y experiencia, “el perro” Jorge García y compañía.

 

Es necesario destacar la labor de Carlos Bastón Perea, quien vivió hace tiempo en Puebla y trabajó en radio BUAP, de la Universidad poblana, y posteriormente se trasladó a Pachuca a laborar en la UAEH; desde que llegó a la tierra de los pastes se dedicó a picar piedra para lograr este festival y trabajando obtuvo el apoyo de la Universidad para llevarlo a cabo. Fue él, quien amablemente invitó a la banda serpentuca a participar este año, lo cual agradecemos mucho.

 

Abrió el festival la mencionada banda del estado de Veracruz comandada por el guitarrista, compositor y vocalista, José Cristóbal Cortés, así como por Aldo Bluesman, quien también compone y toca la guitarra. Doble mérito el de esta banda de Río Blanco, que por un lado se esfuerzan por difundir el blues en una ciudad que no es muy dada a este género, y por otra parte, cuentan con una propuesta de canciones originales en español.

 

Su participación fue buena, con entusiasmo y sentimiento; pienso que sus canciones irán madurando, y que si muestran constancia y paciencia, podrán destacar en el ámbito blusero y podrán afianzarse en su propia tierra, donde ya sabemos, que no se suele ser profeta en esto del blues.

 

Siguió la Serpiente Elástica debutando en estas tierras, interpretando un repertorio basado en sus tres discos, buscando difundir en este nuevo público sus rolas originales, característica de esta agrupación.

Sorprende la calidez y entusiasmo de la gente pachuqueña que acudió a este festival. Al grado de ver a numerosos niños y niñas bailando al ritmo de las canciones que interpretó la banda. Fue una experiencia muy agradable la buena recepción de la gente a las propuestas originales que traían los grupos.

 

Como anécdota contaré, que después de nuestra presentación, se acercó entre otros, una niña de aproximadamente unos seis  o siete años acompañada de su papá para felicitarnos, pues la nena no dejaba de bailar con las canciones que interpretamos.

 

Entonces yo le regalé una tarjeta del grupo a la pequeña para que se contactara con nosotros por Facebook y estuviera al tanto de nuestras presentaciones. Al buen rato, su papá regresó algo confuso queriendo saber por qué le había dado la tarjeta a su hija; yo le respondí que era sólo para que nos escribiera y estuviéramos en contacto; respiró aliviado y me dijo que su hija pensaba que yo la había invitado a formar parte de la banda y se lo había tomado muy en serio.

 

Finalmente y en medio de un gran recibimiento del público que ya conocía a la legendaria banda, se presentó Follaje, igualmente mostrando en su mayoría una selección de sus propias rolas, escritas por el patriarca Jorge García, combinándolas con alguna que otra rola clásica de las que nos heredaron los grandes exponentes del género. Como es costumbre  con estos maestros, el final estuvo aderezado por un palomazo general en el que intervinieron todas las bandas participantes. Hubo una buena asistencia que podría calcularse entre unas 400 o 500 personas que llenaron las sillas dispuestas para el evento y una parte de la gradería del polideportivo universitario.

 

Es todavía un festival modesto y joven éste de Pachuca, pero sin embargo, cuenta con la ventaja de estar cobijado por la feria Universitaria del libro y por contar con un entusiasta promotor como lo es, Carlos Bastón. Esperamos que no se retire el apoyo de la Institución y que al contrario se destinen más fondos, para hacer crecer a esta criatura blusera. Queda pues, constancia de la celebración de este festival que a mi parecer, tuvo escasa difusión dentro del medio blusero.

 

 

Continuará…