La apps para dispositivos móviles han cambiado el escenario de las relaciones, pero estas siguen presentando los mismos problemas. Foto: EFE
Hasta hace algunos años, buscar pareja vía Internet parecía una práctica destinada únicamente para personas solitarias o tímidas que preferían pasar la noche frente a su computadora. Sin embargo, ahora se ha vuelto una tendencia mucho más común y ha facilitado las relaciones de pareja.
Es así que durante 2013, 27% del total de las parejas que contrajeron matrimonio se conoció a través de Internet, señaló una investigación que realizó The Competitive Intelligence Unit (CIU).
Este tipo de romance suele ser más tórrido, esto si se toma como parámetro el hecho de que las parejas que se conocieron por medio de la red tardaron 18 meses en llegar “al altar”, mientras que las que se conocieron en persona demoraron 42 meses en promedio en tener un compromiso.
En lo que a los encuentros casuales se refiere, el estudio indica que una de cada tres mujeres que acuerda una cita online lo hace para tener relaciones sexuales. Lo que supone que la red de redes contribuye a que las usuarias tengan menos prejuicios al momento de utilizar este recurso.
Este rompimiento de barreras, por otra parte, incide en el aumento de mentiras. Así, un 81% de quienes han participado en sitios de citas confesó haber mentido en cuanto a su edad o peso. Dos de los principales factores de discriminación al momento de seleccionar pareja, ya sea en el terreno virtual o físico, con la diferencia que en Internet son dos datos que pueden ser alterados con facilidad.
No obstante, aunque la incursión de las redes sociales en el terreno de las citas no implique una transformación en las relaciones afectivas, hay quienes advierten un mayor riesgo en esta modificación de escenario, sobre todo para los adolescentes.
En lo que as relaciones de noviazgo se refiere, estas anteriormente se desarrollaban de manera epistolar. Después el teléfono jugó un papel fundamental. Sin embargo, ahora el amor casi no se escribe en las cartas ni se platica por teléfono, siendo las redes sociales el medio elegido, dio a conocer un comunicado del Centro de Especialización en Estudios Psicológicos de la Infancia (CEEPI).
No sólo en San Valentín, cada día la red se presta para ser el escenario de romances en línea. Foto: EFE
“A las palabras se le agregaron fotos y videos. Así una comunidad de gente es testigo de los amores de los adolescentes, de sus desencuentros, de sus reconciliaciones y rompimientos ¿Es bueno o malo? Depende de cada caso y de la madurez de los jóvenes pero sus familias deben jugar un papel clave para evitar posibles desaguisados y situaciones que los pongan en riesgo”, dijo la doctora Claudia Sotelo Arias, directora del CEEPI.
Por su parte, la red se presta para ser el escenario de comportamientos posesivos, sobre todo en usuarios jóvenes. Esto fue lo que dio a notar la investigación del CIU, al mostrar que el 90% de los estudiantes con acceso a Internet ha usado las redes sociales para espiar las actividades de su ex pareja, mientras que siete de cada 10 visitó el perfil de un amigo para monitorear a su novia anterior.
Sin embargo, los stalkers también llegan a apropiarse de los gadgets. Esto se refleja en que ocho de cada 10 personas admitieron haber espiado los mensajes en los smartphones de su pareja, principalmente cuando éstos se meten a bañar.
De esta manera, el análisis del CIU concluye que las redes sociales, así como una masificación en el uso de dispositivos móviles, impactó de diversas áreas de la vida cotidiana, incluida la forma en la que la gente se relaciona sentimentalmente, por lo que espera que el mercado de las citas online mantenga un crecimiento en los próximos años, ya que las redes sociales permiten ver el estatus de las parejas, sus hábitos, ubicación geográfica e incluso su estado de ánimo, entre otros.
Asimismo, permiten que un impulso sentimental se transforme fácilmente en una comunicación de voz, texto o imágenes, una mayor abundancia de la información, así como la posibilidad tener acceso a más parejas potenciales.
De acuerdo con la especialista, la tecnología no es mala. El problema es la forma en que se usa. “Al amor a distancia siempre ha existido en todas sus modalidades. Entonces qué es lo nuevo: nada. Las relaciones afectivas son las mismas de siempre, el cambio es el impacto que pueden tener al ventilarse en una comunidad abierta a todo tipo de personas e incluso desconocidos. Como todo en la vida, la mesura y la responsabilidad deben regirlas”, agregó.
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