martes, 4 de marzo de 2014

No hay perros arrepentidos: estudio afirma que su expresión de culpabilidad es una reacción al enfado de su amo

 

La expresión de los rostros de los perros a menudo pueden interpretarse como gestos humanos. Foto: Cuartoscuro
La expresión de los rostros de los perros a menudo pueden interpretarse como gestos humanos. Foto: Cuartoscuro

 ¿Cuántas veces el mal comportamiento de un perro se ve perdonado gracias a una mirada que hace pensar en el arrepentimiento? Sin duda, los perros son los animales más estrechamente relacionados con las emociones del ser humano y esto hace creer que, efectivamente, son capaces de entender todo el repertorio de gestos señas y voces con la que las personas los bombardean. Sin embargo, expertos en conducta animal explican que la expresión de culpa que adquieren los perros cuando han hecho algo malo no es una señal de arrepentimiento, sino una simple reacción al comportamiento de su amo cuando los regaña.
 
De esta manera, científicos estadounidenses instan a los amantes de los perros a que ignoren las aparentes muestras de culpabilidad de sus mascotas, ya que los caninos caseros no son capaces de sentir vergüenza y que, en realidad, no entienden los motivos del enojo de su amo, por lo que cuando estos creen ver una gesto de culpa, lo único que están presenciando es una reacción correspondiente al enfado.
 
De acuerdo con la doctora Bonnie Beaver, profesora del Instituto de Veterinaria de la Universidad de Texas A&M, los perros pueden aprender a distinguir las conductas que su dueño considera correctas de los comportamientos incorrectos si se les castiga inmediatamente después de haber hecho algo malo, publicó el diario The Independent.
 
 
“Cuanto más tardemos en regañarlo, más débil será la asociación que establezca el perro entre su travesura y el castigo. Los humanos tienen un deseo natural de saber qué piensa el animal, pero solo podemos intentar interpretar su lenguaje corporal y descifrar sus reacciones fisiológicas”, dijo la profesora.
 
Uno de los primeros estudios científicos sobre la expresión de culpa los perros es el de Alexandra Horowitz, del Barnard College de Nueva York. En su estudio titulado Inside of a Dog. What Dogs See, Smell and Know (Dentro de un perro: qué ven, huelen y saben los perros) la profesora grabó en video las reacciones de 14 canes cuyos dueños salieron de la habitación luego de que estos les ordenaran no comer algún alimento que se encontraba a su alcance. Algunos de ellos obedecieron a sus amos, otros no lograron resistir a la tentación.
 
“He descubierto que la expresión (de culpa) aparece frecuentemente cuando los dueños regañan a sus perros, independientemente de si el animal le ha desobedecido o no”, dijo Horowitz. “No quiero decir que los perros no puedan sentirse culpables, simplemente que la “expresión de culpa” no es uno de los indicativos de ello”, agregó.
 
Sin embargo, a pesar de las certezas científicas el éxito de los sitios web de “perros avergonzados”, en donde abundan videos y fotografías de las expresiones supuestamente afligidas de estos animales. Uno de ellos, Dog Shaming, creado por Pascale Lemire registra 58 millones de visitas desde 2012. “La gente entra en el sitio para reír y para sentir apoyo (…) Ven que su perro no es el único que hace travesuras. Nadie avergüenza a su perro movido por la rabia, sino por cariño”, dice.

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