domingo, 20 de abril de 2014

Un buen tiento, el recital que se ofreció en la Parroquia del Sagrario Metropolitano


Por: Roberto A. Valenciano Capín

Uno de los últimos bastiones jesuitas en esta capital potosina como es el templo de la parroquia  del Sagrario Metropolitano fue testigo de este recital titulado "Stábat Mater de Antonin Dvorak".
 
No cabe duda que la primera sorpresa del día vino cuando se destacaba que se iba a presentar por primera vez e íntegramente esta autentica obra maestra, increíblemente desconocida, para solo se ofreció una minúscula  muestra de la misma,  basándose en la versión para canto y piano.

Aun así, deparo para el escucha de poder el no solo degustar de esta delicatesen no solo sonora sino también en el peso mismo de sus textos. Al decantar piezas como: -Fac, ut ardeat cor meum -, - Inflammatus et accensu - y -Fac, ut portem Christi mortem-.

Considerada este Stábat Mater como una obra muy sentimental. Es un hombre que no se pone a llorar, sino a entender la realidad y objetivamente plasma las imágenes de estos dolores a través de la obra.
 
Acto seguido se interpretaron un par de arias de corte sacra: -
Cum dederit - Nisi Dominus - de Antonio Vivaldi, - Libera me - , -  Pie Jesu y - In paradisium- del Réquiem de Gabriel Fauré. y - Requiem aeternam - del Requiem de Joseph Hydn
 

En donde el público las recibió con agrado y  correspondió con un cálido aplauso ante la sobriedad de este recinto religioso.

Fue complementado este recital por reconocidas arias operísticas y de esta manera despedirse cada cantante a través de esta aria que le conforta o simplemente destaca sus tributos vocales e interpretativos.

Inicia esta despedida, el bajo con: - Ombra mai fu - de la ópera Xerxe de Handel, prosigue el contratenor con - Lascia ch'io pianga - de la ópera Rinaldo  de Handel.

El tenor con una versión de -Nessun dorma - de la ópera Turandot de Giacommo Puccini y culminar con la intervención de la soprano con - O mio babbino caro - de Gianni Schicchi.

Aún así, es de destacar y a la vez ser gratificante en cuanto a la interpretación de sus solitas: Darenka Chávez-soprano-,  Jonathan Falcón-barítono-, Fernando Arellano- tenor- y Francois Martínez-contratenor-, acompañados al piano por Sergio Guillermo Ruiz.

Se pudo ver y escuchar a una soprano entregada al canto, con un registro amplio y bien controlado, el tenor y el bajo demostraron afinación y cuadratura en las piezas que le correspondieron, no así un contratenor mas impulsivo y por tanto desafinado.

Siempre bajo la sombra del joven pianista acompañante, quien   con dificultad logró que coincidieran los acentos de la música y las palabras.

 Lo cierto es que, a pesar de todo esto, es hasta cierto punto un poco desagradable esta la informalidad de ofrecer inicialmente un programa que sonaba pretencioso para salirse de la vertiente y proponer hasta con cierta comodidad pero no haciendo dejo de la complejidad de la misma.

 Todo, como parte de las actividades de Semana Santa que organizó el Ayuntamiento de San Luis Potosí a través de la Dirección de Desarrollo Social y la subdirección de Cultura Municipal.  
 

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