miércoles, 28 de mayo de 2014

Pachamama Suite en el Rino



Fotos: Cortesía del  periódico El Nahual

In memoriam de Eduardo López Lemus.

Por: Roberto A. Valenciano Capín


Una noche en donde Pachamama hizo de las suyas con una impetuosa lluvia en esta capital potosina.

 
 
Aún así no fue impedimento para la presentación de creación escénica "Pachamama Suite" de la compañía potosina Marcapasos Danza como parte de las invitadas del Rinoceronte Enamorado y como parte de las actividades de esta cuarta edición del Encuentro de la Nueva Sensibilidad.

 
 
 Asume su directora Alejandra Mendoza  este quehacer escénico desde esta libertad de distanciarse de contar historias con personajes delineados, campos de acción específicos sino mas bien es el generar o compartir sensaciones y emociones bajo el parámetro del tiempo/espacio.



El cual inicialmente te invitan a entrar a este espacio, para ponerte a pulso  estas sensaciones de escuchar, sentir y tocar, para sin mas entrar a este mundo en donde la ubicuidad espacial queda delegada, te hace participe desde tu trinchera a este acercamiento que se vuelve una gozosa experiencia de descubrir las posibilidades que el mundo te ofrece, claro sin evidenciar la prurita invocación a  la reflexión.

 

 


Un  juego escénico en donde el constante movimiento generador y a la vez ponderador se deposita sustancialmente en tres entidades que transitan, se transitan bajo esta aura de la dualidad tanto como personas y parte imprescindibles del universo, siempre bajo la sempiterna tejedora de destino manifiestos a pesar de su propia vulnerabilidad mostrada por esta entidad dadora de vida, Pachamama, es decir, la tierra misma.

 
 
Un planteamiento coreográfico  que asume  comprometidamente ante  el riesgo de ser atribulada en público por las desmesuras de la pulsión,  un constante diálogo entre los corpos (bailarines) con movimientos letárgicos, en momentos en crescendo que se magnifica en intensidades, recorre sus cimas y sus simas para detentar este proceso de introspección y  en momentos una  recia relación o vulnerabilidad de esta energía emanada ante la convergencia entre el pasado, el presente y el futuro.



Una obra encumbrada en este ambiente plena de sensaciones, percepciones y hasta de esta ilusión que sin mas nos remontan a la primigenio, al sustento de la vida a pesar de esta sugerida verticalidad con esta azarosa  cotidianidad.



Logrados cuadros de una belleza plástica indiscutible y fortalecidos por puntuales textos que van trazando su propia travesía e intrínsecamente conlleva el romper este peso dramático y hacer crecer el significante; una marca, mancha, un estigma y no sólo un elemento para señalar su origen.



Una coreografía que logra crear y  generar un diálogo a pesar de la complejidad al poner en evidencia el fantasma humano que quedará ahí para hablar de los habitantes, sus vidas y el sistema al que están sometidos.





Por eso, no bastan los 500 años no fueron suficientes para borrar el amor a la tierra y respeto a la comunidad, si fracturado, si amordazado, y por lo tanto se ha transformado  híbridos tal vez, pero el rescate de esta manera de pensar, de vivir.



La coreografía que cuenta con la participación de Armando Corado Judd en la música, Sagrario Rodríguez en la utilería, Fabry Torres en la multimedia, Madeleine Ramírez Beltrán en la  iluminación y Dulce Delgado en el vestuario.



Las intérpretes que participan son Alejandra Mendoza, Monserrat Chávez, Norma Rico, Elizabeth Blanco y Benjamín Alba Govea.



Alejandra Mendoza es beneficiaria del Programa Creadores con trayectoria emisión 2013 del Fondo Nacional para la Cultura y las Artes, así como el proyecto es apoyado  por el Fondo Nacional para la Cultura y las Artes.

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