jueves, 19 de junio de 2014

José Rivera: dos vidas de danza gay

 

Por: Daniela Orlando / @danieltitlan
 
El próximo 22 de junio se celebrará el XVIII aniversario de La Cebra Danza Gay en el Teatro Esperanza Iris. José Rivera Moya (México, 1968)  fundador de la compañía, es sin duda, uno de los personajes más trascendentes de la danza en México. En 1996 fundó La Cebra para darle espacio a la vida y a las problemáticas gay que la época presentaba. En principio, los años noventa fueron una década que se caracterizó por una fuerte homofobia que suscitaba violencia, no existían tantos espacios para el desarrollo libre y sin prejuicios de la ahora llamada comunidad LGBTTTI (Lésbico, Gay, Bisexual, Transexual, Travesti, Transgénero e Intersexual).
 
La Cebra nació, precisamente, para dar espacio y voz a una comunidad marginada que además, aquejaba el fuerte esparcimiento del VIH-SIDA, lucha por la cual Rivera y su equipo se han pronunciado y actuado en contra.
 
Desde 2012  José Rivera es también director artístico de Ballet Independiente, una de las compañías más longevas e importantes del siglo XX, creada por Raúl Flores Canelo (Coahuila, 1929). Rivera ingresó a esta última en 1987, llegó a ser bailarín principal y coreógrafo. Fue ahí también donde ganó diversos premios como intérprete, coreógrafo y distintas becas para estudiar en reconocidas escuelas de danza como The Alvin Ailey School (NY).
 
Las obras de La Cebra son explícitamente abiertas a las temáticas LGBTTTI pero siempre en un tono de denuncia; se habla en contra de la iglesia, de la prostitución, de la homofobia y los crímenes de odio, del maltrato social a dicha comunidad y de la lucha contra el SIDA. La compañía se destaca por su presencia enteramente masculina, que la mayoría de las veces se redescubre en sus posibilidades femeninas.
 
Se le ha cuestionado a la compañía sobre las formas discursivas, si éstas siguen siendo vigentes en una sociedad —principalmente la capitalina— que ha abierto notoriamente sus espacios. Por ejemplo, dejar fuera la participación de mujeres, pone en duda la voz de las lesbianas y, en general, rompe con un nuevo movimiento que pretende integrar a todo género fuera de las categorizaciones. Sin embargo, la compañía logró crear lo que pocas personalidades en el arte han podido: convocar y unir a una comunidad ávida de espacio para reclamar su propio lenguaje. Fuera de la danza, la gente conoce a La Cebra y a José Rivera, conocen el trabajo, su movimiento y esfuerzo. La Cebra Danza Gay es una compañía de danza, pero también, ha sido un puente entre el activismo y la creación escénica. Es un punto de encuentro para todo un movimiento y varias generaciones.
 
Además del aniversario, el 31 de julio se celebrarán 25 años de carrera de José Rivera. La Secretaría de Cultura develará una placa en el Teatro de la Ciudad Esperanza Iris y se presentarán tres estrenos entre las obras del repertorio.
 

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