Por: Yanet Aguilar Sosa
A 100 años de su nacimiento, sus nietos piden a autoridades que sea homenajeado como el hombre de letras que fue y no como activista antisistema
Alrededor de José Revueltas hay leyendas, mitos y fantasías que deben dejar de privar para que se aprecie en toda su magnitud la dimensión de su obra literaria que abarca 26 tomos. El autor de El Apando, Los muros de agua y El luto humano; el guionista de cine celebrado por películas como La ilusión viaja en tranvía, Tierra y Libertad y la misma adaptación de El Apando, debe ser visto como un gran escritor y no sólo como crítico del sistema.
Es la petición que hacen a las instituciones dos de sus nietos: Juan Cristóbal y José René Cruz Revueltas, en el marco del programa cultural que se prepara con motivo del Centenario del Natalicio de José Revueltas que se cumplirá el próximo 20 de noviembre de 2014.
Los hijos de Andrea, la hija mayor del escritor, guionista, activista político y teórico marxista mexicano, han manifestado su preocupación porque se pueda reducir a José Revueltas “a los aspectos anecdóticos e incluso fantaseados de su biografía”.
En entrevista con EL UNIVERSAL, Juan Cristóbal y José René relatan que han enviado correos a la Secretaria de Cultura del Gobierno del Distrito Federal y han solicitado una cita con el titular, Eduardo Cruz Vázquez, para conocer cómo tienen planeado la publicación de las declaraciones ministeriales de Revueltas tras los eventos de 1968.
“El gesto es encomiable. Si embargo, nos lleva a dos consideraciones. En primer lugar, si bien esos documentos muestran su valor civil ante un Estado autoritario y pueden ser de interés, creemos que es necesario que se acompañen de una presentación y una edición muy cuidadas y serias que permita contextualizarlos y evite deformar su sentido. En segundo lugar, no creemos que dicha publicación constituya un medio suficiente para propiciar el conocimiento de la rica y compleja obra de Revueltas”, señalan en el mensaje enviado.
Los nietos del escritor que recibió el Premio Nacional de Literatura en 1943 y el Premio Xavier Villaurrutia en 1967, aseguran que “por alguna extraña razón, insistentemente se ha querido reducir a José Revueltas a los aspectos anecdóticos e incluso fantaseados de su biografía. Su centenario debe ser la ocasión propicia para evitar este tipo de inclinaciones y volver a leer su obra”.
Juan Cristóbal dice que independientemente de que sean los nietos, Revueltas es un gran escritor, novelista y cuentista. “Nos preocupa que se tome el centenario como un momento para solamente revisar el aspecto político, y se pierda su aspecto literario. Queremos que las nuevas generaciones no olviden que es un gran escritor. Nos interesa porque somos hijos de Andrea y nuestra madre se preocupó por sacar la obra póstuma de nuestro abuelo”.
José René, cita al propio Revueltas cuando dijo: “Ni estatuas ni homenajes significan nada, la única victoria de un escritor se produce en la intimidad al lograr un vínculo silencioso y apasionado con otra conciencia”. Él agrega que la esencia del homenaje que se prepara “es decirles a las personas que no lo conocen que existe una posibilidad estética y de disfrute de un gran autor. José Revueltas es una parte del patrimonio de nuestra patria”.
Ambos nietos reconocen que el Movimiento Estudiantil del 68 y la cárcel son determinantes en la biografía de Revueltas, no sólo en lo inmediato porque lo hicieron producir El Apando, sin embargo dicen que “eso no se puede leer sin toda la historia de su vida. Es una gente que siempre militó en el Partido Comunista, que siempre fue muy crítico frente al Partido, pero también frente al poder mexicano; el 68 es un clímax que permite entender y sintetiza muy bien quién fue Revueltas, el personaje crítico y que en ese momento coincide con Octavio Paz en la crítica frente al comunismo y frente al Estado mexicano”.
Conciliar, no incomodar
Déborah Chenillo Alazraki, coordinadora de Vinculación Cultural Comunitaria de la secretaría de Cultura del Gobierno del Distrito Federal, dice que en un primer momento se valoró la posibilidad de publicar el expediente de Revueltas en Lecumberri, por su valor histórico, pero como su postura es “conciliar con las partes que involucran un proyecto independientemente de los derechos de autor”, esperarán a conversar con la familia del escritor fallecido en la ciudad de México, el 14 de abril de 1976.
“Es un expediente que contiene prácticamente todo, es de orden administrativo y nos parecía que podría tener un valor histórico, evidentemente contextualizado y por eso se pensó en Álvaro Ruiz Abreu para escribir una introducción que guiara al lector por este tipo de documentos; pero para nosotros es muy importante el sentir y la opinión de la familia entonces estoy totalmente de acuerdo con ellos de que José Revueltas tiene que ser recordado como un gran escritor mexicano que no solamente es la figura polémica sino que es un gran escritor”, señala Chenillo Alazraki.
Carlos Narro, productor, documentalista y maestro de cine en el CUEC, asegura que José Revueltas no es exclusividad de nadie, por el contrario es un escritor de todos los mexicanos, por lo cual, a la par de las actividades conmemorativas que coordina el Estado de Durango -entidad natal de Revueltas-, el Consejo Nacional para la Cultura y las Artes y la Secretaría de Cultura del DF, distintas instituciones de la UNAM tienen planeada una importante programación para noviembre que incluye un ciclo de cine con cerca de 20 películas donde participó en el guión, ediciones especiales, antologías, rescate de guiones que nunca se filmaron, mesas redondas, debates, exposiciones, un performance-instalación y la puesta en escena de El retablo de la soledad en la Plaza de la Soledad, en el Centro Histórico.
“Estaremos con presencia en cine, radio, televisión y en el teatro, son varias las publicaciones que están previstas. La pretensión es hacerlo completamente amplio, la figura de Revueltas impacto en todos los aspectos de la vida cultural; tienen razón los que se preocupan que nada más se trate uno de los aspectos, sería preocupante que sólo se le viera como el rebelde del 68, pero sería preocupante también que sólo se le viera como el escritor, o que sólo se le viera como un guionista de cine mexicano, es muchísimas cosas. Fue un gran maestro”.
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