lunes, 28 de julio de 2014

LA VIOLENCIA, INSPIRACIÓN RESOLUCIÓN O PROMOCIÓN…


 
Por Judith Alvarez De Luna

“Cuando los instintos resultan heridos, los seres humanos “normalizan” repetidamente las agresiones, los actos de injusticia y de destrucción que se cometen contra ellos, sus hijos, sus seres queridos, su tierra, incluso sus dioses. Esta normalización de lo vergonzoso y ofensivo se rechaza restableciendo el instinto herido y así regresa la naturaleza integral salvaje” Clarissa Pinkola Estés

Durante el turno del grupo Realizando Ideas Producciones Asociación Civil del Distrito Federal que dirige Jessica Sandoval, representó una diversidad de apologías de la violencia. En conjunto con otras dos bailarinas Dalel Bacre y Miranda Sandoval  ejecutaron danzas, teatro, ópera, cantos. Adicionaron  música y proyecciones de gráficas para resolver su propuesta coreográfica titulada “Antropía”.

La fuerte temática de la violencia se resolvió en su propuesta con una serie de diálogos, danzas con mucha fuerza, llegando incluso a azotar el cuerpo repetidas veces con el escenario, mientras otra se cacheteaba a sí misma, y la tercera observaba.

Esta parte se tornó tensa, por la prolongación de sus movimientos violentos y frases constantes entre ellas. Varias personas abandonaron la sala, incluso algunas familias completas que traían infantes.

Aunque no cabe duda de que el arte es un gran aliado para desmembrar  todo lo que traemos en el interior y tanto aprende la persona que crea como quien la observa, es importante reflexionar hasta qué punto somos capaces de resolver la temática, mediante la estética y la técnica pero sin hacernos daño. Podemos analizar hasta qué extremo somos crueles y si bien estamos en un diálogo, o expresión de la nadidad que nos han vendido como felicidad, procurar no caer en la agresión

De hecho mediante el desarrollo de su coreografía, hay algunos pasajes que provocan la risa, pero también la reflexión de si es necesario tanto tiempo, o abundar en repetidos movimientos agresivos para decir lo que ya todo mundo sabemos y nos están bombardeando constantemente, como el consumismo, el abuso del poder, el acoso y agresión sexual , la depredación de la naturaleza, la corrupción en todos los niveles. El ejercicio es de un gran esfuerzo y se les reconoce, pero quizá haya otras formas de resolverlo en breve y seguir bailando como lo hicieron al final.

En la ejecución técnica de las bailarinas  se nota el nivel de dominio de varias disciplinas artísticas, los cuerpos logran desarrollar sus desplazamientos y secuencias coreográficas. Sólo queda  el cuestionamiento :¿ Cómo se entrena durante varias horas al día, por años para luego subirse al escenario y mantenerse estático, caminando o golpearse?

Para el desarrollo de Antropía, se usaron  vestidos cortos y largos, unas sillas, cosas dispersas en el escenario que luego colocan en un costal como basura. También se toman unas bebidas de lata populares. Se apoyaron en la proyección en el fondo de un serie de gráficas, dibujos ,  grabados, fotografías y hasta un negativo de ultrasonido donde se gesta un ser humano. En ellos  agregan diálogos de crítica social hacia los diversos problemas sociales, como “Aquí antes pasaba un río y ahora está un poste de electricidad” y reflexión entorno al existencialismo, a los objetivos de habitar el  mundo. Satirizan la proliferación de la pérdida del sentido en torno al uso excesivo de las redes sociales, aparatos electrónicos, la formación de cánones de belleza como estilo “Barbie” o la borregada futbolera. Cierran bailando alegremente con ritmos latinos.  

Como lo comentó Gil Roman en el documental “Hay que tener cuidado cuando manejas la temática de la violencia en una coreografía, no en el sentido de que te vuelvas siempre romántico, sino en el que se logre una conexión con el espectador de lo que estás diciendo, pero también tomando en cuenta  y protegiendo a las personas que lo actúan o bailan para que no se dañen”.

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