domingo, 13 de julio de 2014

Muere Tommy Ramone y se apaga el último fuego de la banda que cambió la historia de la música con tres notas

 
 
 
El último miembro fundador de Los Ramones, Tommy Ramone, falleció este sábado, víctima de cáncer, con apenas 62 años de vida.
Claro que cuando se trata de decir vida en relación con la legendaria banda de punk ha de hacerse referencia a existencias siempre en el límite, capaces de producir revoluciones tan grandes como las que originó al formarse en 1974 y que siguió protagonizando a pesar de la disolución en 1996.
 
Conservará el legado de la banda el baterista Marky Ramone, quien entró para reemplazar a Tommy y se quedó durante 15 años en la agrupación.
 
“Llevábamos 20 años tocando y era el momento adecuado para dejarlo. Johnny, Joey, Dee Dee y yo nos sentamos en una habitación en 1994 y decidimos que nos disolveríamos en 1996 e hicimos una gira mundial de despedida durante dos años. Pensamos que era mejor dejarlo en un momento alto y bueno de nuestra carrera. Así de simple”, contó Marky.
 
En la memoria quedaron años pioneros, donde Los Ramones cambiaron la historia de la música con apenas tres notas.
 
“La música no sería igual si no existieran Los Ramones”, dijo el famoso productor Rick Rubin, dándole el crédito a los músicos que primero cambiaron la escena en la Nueva York de los ’70 y la del mundo después.
 
En su adolescencia los unió el amor por los Stooges y en la adultez los separaron las drogas que acabaron con la vida de Dee Dee en 2002, la ideología (Johnny era ultraconservador y Joey, de izquierdas), las mujeres (Johnny se casó con Linda, quien fuera novia y el gran amor de Joey) y los egos.
 
 
Así lucía en su juventud. Foto: Facebook
Así lucía en su juventud. Foto: Facebook
 
Tommy Ramone, nacido como Tamás Erdélyi el 29 de enero de 1952 en Budapest, Hungría, dejó la banda en 1978, cuando ya habían publicado tres discos y él estaba cansado de las giras y los maltratos de que era objeto por parte de sus compañeros de agrupación, quienes nunca reconocieron su aporte al sonido del grupo.
 
Murió a los 62 años en Nueva York, víctima del cáncer. Foto: Wikipedia
Murió a los 62 años en Nueva York, víctima del cáncer. Foto: Wikipedia
E
l único que lo hizo fue, paradójicamente, su reemplazante Marky Ramone, quien al ingresar la banda al Salón de la Fama del Rock and Roll en 2002, agradeció a Tommy “por haber creado ese sonido que tanto me costó duplicar en la banda”.
 
Los Ramones pagó muy caro su condición de banda pionera y los millones del rock siempre le fueron esquivos. Sus integrantes tuvieron una relación compleja con el mainstream. Johnny era el gran jefe y manejaba con mano férrea el negocio. Tommy era el vocero y hablaba con los periodistas, dando las entrevistas a que sus compañeros se negaban.
 
Hasta que comenzó a perder el control -en parte porque Joey cobraba mayor protagonismo y seguridad y no tenía interés en que nadie hablara en su nombre- y se alejó de Los Ramones donde realizaba importantes tareas como productor.
 
LA MUERTE DEL ÚLTIMO PIONERO
 
La muerte de Tommy Ramone fue confirmada por Dave Frey, director de Ramones Productions, la compañía que controla los derechos de autor de la banda.
 
Comenzó a tocar la batería luego de que fracasaran muchas audiciones que habían llevado a cabo para encontrar un músico que ocupara el puesto. Comenzó como manager, siguió de baterista y terminó como productor de varios de los álbumes de la agrupación, además de componer dos de sus mayores éxitos: “I Wanna be Your Boyfriend” y “Blitzkrieg Bop”.
 
 
El último proyecto en el que participó fue como intérprete de bluegrass, junto a Claudia Tenam, con quien solía actuar por el circuito de bares de Nueva York y Connecticut.
 
Joey Ramone falleció de un linfoma en 2001, con sólo 49 años. Dee Dee, el bajista, le siguió unos meses después, lo suyo fue una sobredosis. Y Johnny murió también de cáncer en 2004, con 55 años. La muerte de Tommy pone fin a la leyenda maldita de una banda que todavía influye en las nuevas generaciones.
 
De hecho, son los ídolos para los jóvenes pobres y marginales de Brasil y Argentina, así como en los ’70 los siguieron los rebeldes londinenses.
 
“En los Ramones había más que música. Había una idea. Se trataba de devolver todo un sentimiento que no estaba presente en la música rock; era un impulso hacia el exterior para decir algo nuevo y diferente. Al principio era una cosa solamente artística; al final yo sentía que era algo lo suficientemente bueno para todos”, dijo Tommy.
 
Adiós al último poseedor del fuego aquel.
 
 

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