lunes, 18 de agosto de 2014

"La música es mantra, magia, una socialización": grupo huichol Venado Azul


José López Rivas, fundador del grupo musical huichol Venado Azul, con su hijo 'Venadito'. Foto Arturo Cruz

Por: Arturo Cruz Bárcenas

“Hace 18 años, cuando comenzamos y formamos el grupo Venado Azul, allá en la sierra (Madre Occidental, en Jalisco) había pocas casas, muchos ancianos y todo era diferente; hoy con nuestra música hemos traspasado fronteras. Nuestro nombre, Venado Azul, surgió en una peregrinación a Wiricuta, donde nosotros hacemos ceremonias para las deidades. Recolectamos jícuri (peyote). Para nosotros el venado es muy importante y el azul significa infinito, madurez o lo sólido. A veces me arrepiento de haber elegido ese nombre porque venado azul es algo sagrado”, expresó en entrevista José López Robles, fundador de esta agrupación sonora.
 
 
La plática se realizó poco antes de comenzar su actuación en el Multiforo Alicia, el sábado pasado, en un concierto donde compartieron escenario con El Rapero de Tlapa, Guerrero, y Lumaltok, de Chiapas, en una muestra del movimiento de rock indígena, cantado en las lenguas originarias, como tzotzil, purépecha, mixe, etcétera.
 
El sitio se llenó y el sonido convenció a los escépticos. Hubo brincos, gritos, prendidez. El rock indígena se va abriendo camino.
 
Venado Azul proviene de la comunidad huichol. “La música para nosotros es una mantra, una magia, una socialización, una combinación para poder platicar con alguien de corazón a corazón, de pensamiento a pensamiento. La música llegó a mí por mi cultura, mi tradición, que me despertó para seguir con mi música tradicional, que no es compuesta por el ser humano, sino escuchada. Cuando uno va al Wiricuta uno pasa por canales, por el hilo. Quienes pueden sentirlo lo viven porque son muy sensibles. Hay quienes no pueden percibirla. Wiricuta se define como universidad, hogar de la sabiduría, donde está todo el universo de los principios. Quien tiene el don se puede educar, simplemente ingiriendo jícuri. Wiricuta es la universidad donde se valora la vida.”
 
Wiricuta corre el riesgo de perderse por concesiones del gobierno a empresas privadas y a movimientos de defensa, donde participan varios sectores sociales, como el de los músicos, como Roco Pachukote, quien ha denunciado el intento de Monsanto, la empresa gringa productora de transgénicos, que intentan procesar la mariguana y el petoye. Se han encontrado con el problema de que los ritos, las ceremonias, no se pueden cambiar tan fácilmente, aunque tienen el precedente de la Coca Cola, que ha logrado como trasnacional ser usada en ceremonias en lugar de bebidas tradicionales.
 
“He participado en la defensa de Wiricuta porque significa algo ancestral. Wiricuta es el centro del Universo, no nada más para los huicholes, sino para todos los seres vivos, porque ahí está el alma del ser humano, la sabiduría, el conocimiento. Las mineras son voraces y todo lo que quieren sacar es cómo arrancar las venas, las guías espirituales que conectan la tierra y el cielo. El problema con las mineras es complicado y algo hemos logrado, porque antes no se respetaba nada. Muchos se han unido con nosotros, como el Roco, Moyanei y otros. Es algo colectivo y el grito es porque Wiricuta es un lugar sagrado. Hemos hecho una canción que se llama Wiricuta se defiende, un cumbia. También tocamos música tradicional wirárica y regional, como rancheritas.”
 
Venado Azul se dio a conocer cuando participó en el documental Hecho en México, que trata de la cultura mexicana.
 
López iba con prendas huicholas vistosas. Lucía elegante. “Hoy es un día importante y por eso venimos así. Esta ropa se borda y dura años.”
 
Subieron al escenario e interpretaron su música wirárica, en su idioma y en español. “La Dirección General de Culturas Populares del Conaculta publicó ya tres discos donde nosotros participamos. Es de los festivales De tradición y nuevas rolas. Les pido que escuchen Podría, que habla de una pérdida de amor; Una rosa, que trata de quien siembra esa flor para su amor. Tocamos en Zinacantán, Chiapas, y eso es un orgullo. Hoy ser huichol es algo que nos enorgullece, porque antes nos daba pena. Antes fue por la Cristiada, cuando mataban gente. La gente se escondía. Ahora con el estudio y la música todo ha cambiado. Ya no nos sentimos diferentes, sino iguales. Otro problema es el agua, que se la quieran llevar.”
 
Su hijo Venadito es en gran medida el imán para el público. Es muy despierto, canta y anima al público. “Es mi hijo. Es abierto y qué más, si su padre es un vago. Juega y va de aquí para allá. Creo que la música indígena apenas está comenzando, y viene lo bueno, porque hablamos de la madre tierra, del agua, de las lluvias, del venado, del abuelo fuego. Eso del peyote es algo que no se me ha quitado. Lo probé y ya.”
 
El Venado Azul está integrado por José López Robles, vocalista, violín y director musical; Esteban García Vergara, tololoche; Albino de la Cruz Díaz, vihuela; Alma Delia Torres, segunda voz; Manuel Ávila, manager.

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