Por: Roberto A. Valenciano Capín
Con movimientos llenos de esta alegoría, alegría o este sentido carnavalesco que permean este juego compartido entre esta vitalidad y este llanto interno que aflora en momentos para volverse en estos infalibles ecos de los desaparecidos, es lo que propone y explora el maestro, bailarín y coreógrafo, Xavier Contreras Villaseñor con su trabajo coreográfico " Primera Danza sobre alegr-ira" que fue presentado en el espacio escénico independiente potosino de la Guarida del Coyote.
A pesar de su configuración, tiene este trabajo la virtud inicialmente de ser ofrecida como este acto amoroso desde la danza no solo a sus co-creadores: Mariana Marrero y Oscar Meave sino también al público presente que se dieron cita en este espacio escénico potosino.
Una obra que tiene el acierto de no sumarse al pesimismo-dolor sobre el destino de la humanidad en esta contemporaneidad, sino mas profundiza al volverse mas bien en un persistente eco/realidad y a la vez motor detonador de esta esperanzadora radiografía ante la infalible emocionalidad de un tema que incomoda y duele como son los desaparecidos.
En donde Contreras logra conjugar a través de esta formulación metafórica y dramatúrgica que nos remite a este directo dialogo con la sencillez y la suma sinceridad a pesar de estos desenfadados juegos de sus interpretes ante una apuntalada ironía y agresión que sigue y seguirá doliendo. "Aunque nos maten no nos van a matar, aunque se lleven a la gente no se la van a llevar, nosotros vamos a seguir siendo comunidad" y ser corroborada por esta sentida carta de Julia Alonso a su hijo Julio, desaparecido, ante esos posibles visos de ser contrarrestada a través de la puntualidad/esperanza y a la vez ser convertidas en refrescante y bien logradas imágenes a pesar de la verticalidad del discurso de denuncia, lo cual ocurre puntualmente; así como una solidez en el manejo de su estructura compositiva concebida en este dueto equilibrado, sentido y que emociona y nos hace ser ineludiblemente parte de esta dimensión que vivimos.
En donde Contreras logra conjugar a través de esta formulación metafórica y dramatúrgica que nos remite a este directo dialogo con la sencillez y la suma sinceridad a pesar de estos desenfadados juegos de sus interpretes ante una apuntalada ironía y agresión que sigue y seguirá doliendo. "Aunque nos maten no nos van a matar, aunque se lleven a la gente no se la van a llevar, nosotros vamos a seguir siendo comunidad" y ser corroborada por esta sentida carta de Julia Alonso a su hijo Julio, desaparecido, ante esos posibles visos de ser contrarrestada a través de la puntualidad/esperanza y a la vez ser convertidas en refrescante y bien logradas imágenes a pesar de la verticalidad del discurso de denuncia, lo cual ocurre puntualmente; así como una solidez en el manejo de su estructura compositiva concebida en este dueto equilibrado, sentido y que emociona y nos hace ser ineludiblemente parte de esta dimensión que vivimos.
Puntuales motivaciones para expresar con profundidad la esencia este espíritu humano y llenar este espacio a pesar de esta infalible invisibilidad que vivimos.
Hacer darle visibilidad a lo invisible.
" Hay mucho de ello, esta coreografía salió -un silencio que se volvió en un suspiro, una reflexión y un dolor expresada a través de - hay 22 mil desaparecidos, son demasiados. Entonces la obra quería hablar de este tema sin llevarlo por este lado dramático, sino reivindicando la capacidad carnavalesca, juguetona de la cultura mexicana y era un poco como enfrentarse si tu quieres a la inocencia naif o del juego infantil a la cultura tanática de la muerte" con un tono solemne y dolido del Mtro. Xavier Contreras.
En donde este maestro comento que hay un discurso por debajo que no se ve en escena "pero que nosotros nos decimos entre los bailarines y yo, que es que el poder nos enceniza y nos quiere separarnos, pero nosotros bailamos y jugamos juntos y juntas.
De ahí que se busca generar a través de esta obra que sean receptivos, tocados y conmover en el mejor sentido de la palabra, a pesar de que hay ese halito de esperanza .
Una obra que surge a través de la metáfora en su observación del mural de Tlalocan que se encuentra en Teotihuacan. Un mural en donde se representa el paraíso de los ahogados en donde los que van al mas allá juegan y danzan, "el cual pienso que esta obra nada tiene que ver con una identidad muy profunda, como estas capacidades de nuestras culturas de afirmarse en el juego, en la sonrisa que es al mismo tiempo un arraigare en la alegría de vivir y un burlarse del poder".
Así como a través de esta carta:
-Quiero decirte que no he dejado de buscarte y que mi corazón esta contigo, deseo que el camino se alce a encontrarte, que el viento este siempre a tus espaldas, que el sol brille cálido sobre tu rostro, que la lluvia caiga suave sobre tu rostro hasta que volvamos a encontrarnos, que Dios te tenga en el hueco de tu mano divina.
Atentamente, una madre cuyo corazón humildemente cuelgo como un botón triste por tu ausencia.-
(Carta de Julia Alonso a su hijo Julio, desaparecido).
Hacer darle visibilidad a lo invisible.
" Hay mucho de ello, esta coreografía salió -un silencio que se volvió en un suspiro, una reflexión y un dolor expresada a través de - hay 22 mil desaparecidos, son demasiados. Entonces la obra quería hablar de este tema sin llevarlo por este lado dramático, sino reivindicando la capacidad carnavalesca, juguetona de la cultura mexicana y era un poco como enfrentarse si tu quieres a la inocencia naif o del juego infantil a la cultura tanática de la muerte" con un tono solemne y dolido del Mtro. Xavier Contreras.
En donde este maestro comento que hay un discurso por debajo que no se ve en escena "pero que nosotros nos decimos entre los bailarines y yo, que es que el poder nos enceniza y nos quiere separarnos, pero nosotros bailamos y jugamos juntos y juntas.
De ahí que se busca generar a través de esta obra que sean receptivos, tocados y conmover en el mejor sentido de la palabra, a pesar de que hay ese halito de esperanza .
Una obra que surge a través de la metáfora en su observación del mural de Tlalocan que se encuentra en Teotihuacan. Un mural en donde se representa el paraíso de los ahogados en donde los que van al mas allá juegan y danzan, "el cual pienso que esta obra nada tiene que ver con una identidad muy profunda, como estas capacidades de nuestras culturas de afirmarse en el juego, en la sonrisa que es al mismo tiempo un arraigare en la alegría de vivir y un burlarse del poder".
Así como a través de esta carta:
-Quiero decirte que no he dejado de buscarte y que mi corazón esta contigo, deseo que el camino se alce a encontrarte, que el viento este siempre a tus espaldas, que el sol brille cálido sobre tu rostro, que la lluvia caiga suave sobre tu rostro hasta que volvamos a encontrarnos, que Dios te tenga en el hueco de tu mano divina.
Atentamente, una madre cuyo corazón humildemente cuelgo como un botón triste por tu ausencia.-
(Carta de Julia Alonso a su hijo Julio, desaparecido).
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