Por: Argelia Guerrero / Laberinto
En días recientes ha cobrado relevancia en el ambiente artístico una noticia poco alentadora para los que ejercen esta profesión. La noticia refiere la extrema morosidad en pagos a proveedores y artistas que, durante este año que finaliza, prestaron servicios profesionales tanto a Bellas Artes como a Conaculta para la realización de diversos eventos culturales y festivales.
A decir del titular del Conaculta, Rafael Tovar y de Teresa, el de los salarios "es un tema que está contabilizado en nuestro presupuesto desde que inicia el año". Sin embargo, en algunos casos la morosidad en el pago rebasa los nueve meses sin explicación alguna.
Para conocer directamente sobre el tema entrevisté a uno de los artistas afectados. Su nombre Eduardo Sandoval, de profesión bailarín, quien dice:
"Yo fui contratado por el INBA para bailar en la ópera Manon en marzo de 2014 bajo ciertas condiciones de trabajo y al término de la temporada no recibí mi pago y nadie asume la responsabilidad del mismo; acepté participar de nuevo contratado por el INBA para bailar en la ópera Rigoletto porque me aseguraron que cubrirían ambos pagos, situación que hasta la fecha no sucede".
Ante la morosidad de pagos, algunos artistas decidieron visibilizar la situación y fue cuando se dieron cuenta que no eran pocos casos ni aislados los que se encontraban enfrentando esta condición.
Continua Eduardo: "Responden que el INBA no tiene la responsabilidad de sus pagos, sino que ésta recae en una productora privada que realizó las subcontrataciones de los artistas que presentamos servicios profesionales temporales y cobramos por honorarios. La productora a su vez negó dicha responsabilidad. Al regresar al INBA prometieron que al día siguiente nos llamarían para confirmarnos el procedimiento y la fecha del pago; la llamada nunca llegó y al volver a insistir nos respondieron que dejáramos de estar llamando porque no saben cuándo nos van a pagar ni quién es el responsable de hacerlo".
Al difundirse la condición de los artistas, el titular de Conaculta se comprometió a realizar los pagos el lunes 22 de diciembre, esta entrevista se realizó esa misma fecha, y a decir del bailarín no ha habido ninguna noticia o respuesta para solucionar la situación de los artistas, incluidos directores de escena y coreógrafos.
"Queremos agotar las posibilidades institucionales y diplomáticas para dar solución a nuestra problemática porque no queremos un panorama de demandas y esas cosas, pero no están respetando nuestro trabajo y exigimos lo que nos corresponde, además nos disgusta la falta de claridad ante la situación, el trato grosero y que nadie se haga responsable de esta situación".
A punto de finalizar el año, funcionarios y autoridades salieron de vacaciones; pero para los artistas la situación no es alentadora ya que durante estas fechas el trabajo es escaso y como podemos apreciar, los pagos se retrasan, incluso se niegan o regatean. No es un asunto menor que bailarines y artistas mexicanos finalicen este convulso 2014 sin sus pagos. El necio empeño de bailar y hacer arte se encuentra con obstáculos inaceptables. Sociedad y autoridades debemos reconocer el trabajo que los bailarines realizan a diario y las dificultades, que exponía en entregas pasadas, para desarrollarse en el ámbito profesional.
Lamentablemente el aplauso no es un reconocimiento suficiente; pues contrario a lo que dice la inexacta pero célebre frase, el bailarín NO vive del aplauso. Una condición mínima para reconocer su esfuerzo es pagar lo acordado y a tiempo.
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