martes, 14 de abril de 2015

140 años: Academia Mexicana de la Lengua; llega con fortaleza y nuevos proyectos


 

Con vigor y “proyectos audaces y factibles”, la Academia Mexicana de la Lengua (AML) celebra hoy 140 años de vida, siendo la segunda en importancia después de la Real Academia Española (RAE).
 
 
El director de la institución, Jaime Labastida, aseguró que la AML “en los últimos años ha salido de una etapa si no de marasmo, con poca actividad, a una etapa de actividad plena. Después de lo que realiza la RAE somos la otra academia en el mundo de lengua española que tiene más actividad”.
 
 
Y es que, dijo, la lengua es como las huellas digitales, “ya que la forma de expresión, de hablar y escribir también nos identifican”.
 
 
Fue el 13 de abril de 1875, en la Ciudad de México, que la AML celebró su primera sesión, luego de varios intentos realizados durante el siglo XIX por crear un organismo que entre sus objetivos tuviera conservar y restituir la pureza del español y reimprimir y hacer circular las obras de autores clásicos.
 
 
A pesar de su instauración, bajo la dirección de José María de Bassoco y una mesa directiva en la cual participaron personajes de la talla de Joaquín García Icazbalceta y José María Roa Bárcena, la preservación, defensa y cultivo del español de México sólo fue posible gracias a esfuerzos individuales.
 
 
Como precisó su  director, durante la mitad de su existencia, hasta 1951, la academia estuvo “en una situación precaria, no teníamos sede, por eso el secretario era llamado perpetuo, porque guardaba en su casa los archivos o se los llevaba de un lado a otro. La academia se reunía en la casa del que era director en ese momento, tuvimos sede por primera vez en 1951, por donación que hizo el presidente Miguel Alemán”.
 
 
A lo largo de estos 140 años, a la AML han pertenecido más de tres centenares de académicos: “los más ilustres escritores, lingüistas y estudiosos del país, tanto filólogos y filósofos, como poetas y novelistas, jurisconsultos, dramaturgos e historiadores, humanistas y científicos”.
 
 
Francisco Sosa, Amado Nervo, Manuel Romero de Terreros, Alfonso Reyes, José Gorostiza, José Vasconcelos, Jaime Torres Bodet, Salvador Novo, Agustín Yáñez, Juan Rulfo, Octavio Paz, Jesús Silva Herzog y José Luis Martínez han ocupado alguna de las 36 sillas de número para sus miembros en activo, cuya estructura también contempla 36 lugares para miembros correspondientes y cinco honorarios.
 
 
Actualmente, la academia está integrada de manera multidisciplinaria y sólo tiene una silla vacante, la de Vicente Leñero, quien falleció el año pasado, y están en proceso de ingreso el arqueólogo Eduardo Matos Moctezuma, la escritora Rosa Beltrán y el filólogo Alejandro Higashi.
 
 
La importancia que tiene el organismo se muestra en el hecho de que por tercera ocasión será sede del Congreso General de la Asociación de Academias de la Lengua Española que, en su edición número 15, se realizará en noviembre de este año.
 
 
Labastida, quien en marzo pasado fue reelegido para dirigir hasta 2018 la Academia, tras su primer periodo iniciado en 2010, señaló que entre los retos del organismo se encuentran lograr que el español sea reconocido como lengua oficial del país.
 
Otro punto pendiente es la construcción de la nueva sede de la academia, la cual estará ubicada en el centro de Coyoacán, en Francisco Sosa y Panzacola.

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