lunes, 13 de abril de 2015

El Centro Nacional de Danza Contemporánea pide auxilio

 
Por: Alida Piñón
 
En 2011, la coreógrafa, maestra y bailarina Guillermina Bravo, piedra fundacional de la danza moderna en México, recibió un homenaje en el Palacio de Bellas Artes por sus 90 años, homenaje que, dijo, recibía con el alma, pero advertía que lo que realmente necesitaba era que las instituciones culturales del país apoyaran la continuación de su más importante legado: el Centro Nacional de Danza Contemporánea, que fundó en la ciudad de Querétaro. 


Durante sus últimos años de vida, la preservación del Centro fue una de sus más grandes preocupaciones. Hoy, a un año y cinco meses de su fallecimiento, ocurrido el 6 de noviembre de 2013, el actual director y uno de los colaboradores más cercanos de Bravo, Orlando Scheker, hace un llamado a las autoridades culturales para que el Centro, uno de los más importantes a nivel latinoamericano en donde se enseña la técnica Graham, pueda seguir funcionando en óptimas condiciones. 
 
“Durante sus últimos años, la maestra, por cuestiones de salud, fue dejando un poco la dinámica como gestora política, ahora, con su ausencia, la situación ha empeorado. Los gobiernos están más reacios a apoyar el Centro, estamos dejados a la mano de Dios”, Scheker en entrevista. 


De acuerdo con el director del Centro, actualmente el apoyo más visible es el que brinda el Instituto Queretano de la Cultura y las Artes. “Con los pocos recursos que vienen del INBA, con el apoyo del estado, y con las colegiaturas de los alumnos, nos mantenemos a flote. Aquí vamos a seguir trabajando hasta donde las fuerzas nos den, porque es la herencia que Guillermina Bravo le dejó al país, pero sí quiero hacer una llamada de atención para que nos volteen a ver, no es un capricho, es una vida de trabajo que creó una gran corriente estética en México; sé que puede haber buena fe, sé que las instituciones están un poco desarmadas y que no pueden hacer lo que tal vez les gustaría, pero ¡auxilio! No podemos aguantar mucho tiempo así”, dice.

 
Scheker también recordó que hace tiempo se planteó hacer un rescate de la obra de Bravo y se logró digitalizar y rescatar el mejor material videográfico de sus obras; pero también se buscó rescatar material en las distintas televisoras como Canal 22 y Televisa. Ese proyecto se detuvo. Asimismo se buscó que todo el acervo, fotografías, telones, vestuario, documentos, fuera rescatado y estudiado. “Tenemos mucho material, y lo seguiremos guardando, pero después de nosotros, ¿qué pasará? Sistematizar, estudiar, proteger y curar el material también implica dinero, y tampoco se ha podido hacer”, lamenta. 
 
 
Mientras la ayuda llega, el Centro Nacional de Investigación, Documentación e Información de la Danza José Limón (Cenidi-Danza), el INBA y el Centro Nacional de Danza Contemporánea organizan un conversatorio para rendir un homenaje luctuoso a quien fuera la figura más importante de la danza en México. 

El jueves 16 de abril a las 19 horas, en la Sala Manuel M. Ponce del Palacio de Bellas Artes, personalidades allegadas a la coreógrafa compartirán con el público sus experiencias con la maestra. Entre los invitados se encuentran ex bailarines, escenógrafos, músicos, coreógrafos, gente de teatro y de las letras, como Luis de Tavira, Mario Lavista, Guillermo Barclay, Federico Castro, Luis Fandiño, Rossana Filomarino, Rosenda Monteros, Lucio Sánchez —hijo de la creadora— y Schecker, ya que Guillermina Bravo solía reunirse con un amplio grupo de personas de diversas disciplinas. 


Además se presentará el libro Guillermina Bravo, Testimonial, que reune un conjunto de entrevistas y textos realizados por investigadores del Cenidi-Danza a personajes que tuvieron contacto con la coreógrafa y con el Ballet Nacional de México.

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