Pasión y sutileza del bailaor Sebastián Sánchez en tierras potosinas

 

Por: Roberto A. Valenciano Capín

Una travesía llena de esta intensidad y pasión, en donde los sentidos convergen en la plena sutileza, al apreciar y disfrutar de lo que es el cante, el baile gracias a Sebastián Sánchez y su forma de interpretar su mundo a través de su tour flamenco 2015.

 

Quien ofreció su espectáculo "Reflejos " en la caja negra del Centro de las Artes en donde convergieron en esta fraternidad tocaores, cantores y bailaoras potosinas con este  diálogo junto con sus vivencias a través de la esencia de la  pureza del flamenco mismo.
 

En donde los gustosos se percataron de una calidad tanto en estos tres rubros que de le dan esta identidad al flamenco, al poder también apreciar el alternado de la fuerza y sentido de entender y disfrutar el flamenco de los anfitriones de Luna y Cantera Flamenco como del invitado especial para este suculenta noche de ¡Olés!, al permear no solo el talento, virtuosismo y el lucimiento del sentir de este duende a través de bulerías, seguidillas, rumbas, alegrías, farrucas y cañas, sin hacer dejo de este toque airoso, flamenco y hasta pastueño en las notas musicales.

 

Viene  con ese cantar casi llorado, declaratorio de uno de los dos cantaores que canta también a través de las palmas ante  esta pulsaciones pautadas por las sonoridades de la guitarra del tocaor.

 

Un bailaor que se para con este semblante serio y estoico, en momentos camina sobriamente al entarimado, para darse las primeras notas musicales y por consiguiente iniciar este embrujo del momento en que sus manos empiezan a vibrar, fluir, sacudirse y expresan estos sentimientos de las más profundas emociones junto a este zapateo que borda y bordea estas historias narradas a través de su cuerpo envestido en negro.

 

Indudablemente se entrega, comparte y se vuelve a entregar gracias a esta inmediata complicidad a través de estas vibraciones del alma gracias a esta vehemencia musicalidad corporal de este artista argentino, alumno de Rafael Amargo, Rafaela Carrasco y Belén Fernández.



 
Después de más de una hora de ser tocados este diverso público que se dio cita en esta noche agitanada, gracias también a esta fraternidad de Sebastián Sánchez, las bailaoras y grupo de tocaores, sin lugar a dudas dejaron una excelsa degustación de este arte que ha trascendido fronteras y culturas como es el flamenco.

Una producción de la asociación Luna Cabal y Akais Chindos del artista argentino.