Fotos: Cortesía de Odeón Círculo Escénico
Por: Roberto A. Valenciano Capín
Bajo este tono celebratorio en donde la fantasía y el imaginario convergen para darle una particular esencia y a la vez hacer que los límites en que en el teatro desaparezcan para confluir en estos "Destellos de Broadway" que propone Odeón Circulo Escénico.
En esta puesta en escena le apuesta como siempre lo ha hecho, en esta ocasión es el mostrar el gran amor que se le tiene a este género de la las artes escénicas, como es el teatro musical, al permearse en esta alegría, entusiasmo, colorido de los vestuarios, acertada plasticidad coreográfica y ante todo las ganas de bailar, de compartir, para volverse en este acto alentador y a la vez generoso ante las más diversas emociones expuestas en el arduo trabajo de estos 160 pequeños y jóvenes entre bailarines y cantantes que dieron todo de sí en el escenario, sino también hay que destacar la consistencia que permea en ellos, esta disciplina y más que nada el amor a no solo este arte danzaría sino el darle esta credibilidad a este hecho escénico.
Basado en una idea original de Luis Armando Sauceda Bernal, producción ejecutiva: Actos Soluciones Escénicas y tanto la dirección coreográfica como general de la Mtra. Elizabeth Hernández Torres.
Pareciera más bien en primera instancia que predomino más el entusiasmo tanto de los que participaron, asistieron en apoyar y disfrutar de esta puesta en escena que tuvo como escenario el Teatro del Centro Cultural Universitario Bicentenario.
Una escenografía que nos recuerda y nos remite a esta avenida neoyorkina y más específicamente a este legendaria y obligada Broadway, imprescindible detonador de toda la magia de esta catedral del teatro musical que sin más se transporta a este escenario potosino.
Para ser el detonador de este danceshow como ha sido remitido en los programas de mano, para llevar al espectador desde estos salones de ensayos, ver a jóvenes bailarines hacer un calentamiento y mostrar una clase, de ahí remitirnos de forma burda e inconexa a esta puntual pero cansada travesía por lo más representativas escenas del teatro musical mundial, como lo fueron: West Side History (Amor sin barreras), Cats, José el Soñador, Rent, Hairspray, Sweet Charity, The Man of la Mancha, Chicago, Jesucristo Super Estrella, Les Miserables, Copacabana, Aida, Vaselina, A Chorus Line, así como el acierto de incluir algunas piezas de musicales no tan conocidas pero de suma importancia como: - Miss Saigón-, - Bombay Dreams- y -Aida-.
Piezas que estuvieron aderezados con voces en vivo a pesar de las puntuales fallas en el sonido que demeritaron en mucho el esfuerzo de los cantantes, ensamble vocal, bailarines y maestros, a pesar de este inconveniente se destacan en lo vocal este ensamble vocal de Rent- Season of love-, -At the end of the day- de Les Miserables-, - Noches de amor- e - Iremos Juntos- de Vaselina, para ser agradecidos por un cálido y extensivo aplauso del público, sin faltar las porras y gritos a integrantes de esta puesta en escena.
Así como esta alquimia corporal ante la diversidad de estilos dancísticos que maneja esta institución formativa, aun así, con toda esta conjunción entre esta plasticidad y una respetable puntualidad en las coreografías, dejaron en evidencia de esta desavenencia en cuanto a este enriquecimiento y riesgos ante una delimitación creativa en cuanto a lo dancístico.
Un Odeón Circulo Escénico que ha logrado consolidar sus trabajos siempre bajo este innegable compromiso de presentar excelentes producciones al converger esta comunión de la inversión con la creatividad, así como estos mecanismos no solo de convocar sino también de hacerlos parte de este proyecto, al saber que se tuvo lleno totales en sus cuatro funciones.
Es importante puntualizar que estamos hablando de una academia, así como dentro de este tenor destacar una preocupación tanto de su directora, Elizabeth Hernández Torres, así como de su planta de maestros por una estética y un nivel técnico que se logra permear en el escenario.
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