Fotos: Cortesía de Alesander Camacho /ACMK Photos
Por: Roberto A. Valenciano Capín
Indudablemente, son estos momentos que convoca para ir más allá de lo acostumbrado, al ser convocados y a la vez ser cómplices sin cortapisas de esta irreverente vehemencia de la canción propuesta por Armando Palomas, al compartir nuevamente su desmadre musical en estas tierras potosinas en el Bunker. Sala de Conciertos.
Al parecer ahora si presentó lo que será su última producción discográfica "Alas &Víboras en Directo". Grabado en el Auditorio Nacional, el cual contiene cuatro CD, dos contendrán el audio del disco, otro el DVD de la presentación y otro contendrá un poema escrito por el mismo Armando Palomas.
Al parecer ahora si presentó lo que será su última producción discográfica "Alas &Víboras en Directo". Grabado en el Auditorio Nacional, el cual contiene cuatro CD, dos contendrán el audio del disco, otro el DVD de la presentación y otro contendrá un poema escrito por el mismo Armando Palomas.
No hay mejor claridad y contundencia, al decirlo quien lleva las riendas de este show. "Este no es un concierto, sino una fiesta", bajo esta premisa hizo de las delicias de sus seguidores que cantaron, interaccionaron con él, entre las clásicas mentadas de madres, hasta mimetizarse para cantar al unísono no solo canciones ya conocidas o nuevas, ya no importaba en este momento, sino más bien, el apropiárseles, sentirlas suyas y cantarlas a todo pulmón.
¡Salud, pinche hermanito Palomas! se dejaba escuchar por ahí ¡No mames! o simplemente el grito envuelto sin más para volverse parte de una voz que hizo sentir al Palomas agradecido y guiarlos en esta decantación de emociones y lo que venga en ese momento.
¡Salud, pinche hermanito Palomas! se dejaba escuchar por ahí ¡No mames! o simplemente el grito envuelto sin más para volverse parte de una voz que hizo sentir al Palomas agradecido y guiarlos en esta decantación de emociones y lo que venga en ese momento.
Un Armando Palomas con veinticinco años de una satisfactoria trayectoria entre estas estancias en donde han confluido bajadas, subidas y transbordos de vivencias, complicidades, gracias a su forma de hacerlas quien se dice llamar artesano de canciones con tan buenas o malas intensiones, pero que se hacen presente y se quedan atoradas en muchos, gracias a este cerrajero de corazones.
Conforme avanzaba la presentación la gente con bebida en mano coreaba una tras otra las canciones y escuchando muy atentamente las nuevas canciones, así como su impostergable conversación con su gente, su irreverente parodia, gracias a su aguda crítica y sin tapujos, al mofarse de aquellos que pueda ser susceptible en hacerlo, "hicieron un pinche licuado de fresa con marihuana y de ahí resultó la Ximena Sariñana", por citar alguno.
Un posible consumate est de este embajador de los malos modales, fue llevándolos desde este su lado grueso/oscuro-de este divertido, ahora los invito a conocer el otro lado, el amoroso. Aun así no hubo peros para los ahí congregados, quienes por casi tres horas de show se desvivieron y disfrutaron de esta noche de palomilla palomiana.
En donde quedo de manifiesto todas estos alicientes creativas y detonantes que se circunscriben al hablar del amor, trabajo, de la pasión en sus diferentes almagamas y así como también esta pluralidad musical que despliega desde el country, el blues, la rumba, el son o el bolero, no hace desdén a un pasodoble, una quebradita y una cumbia, un
bolero, una tonada disco y lo rupestre.
Siempre arropados por sus grandes amigos músicos como él mismo lo define y del cual se siente muy agradecido. En esta ocasión le dio un plus al contar más en esta travesía al excelente trompetista Andrés Vancook, junto a sus dos amigos musicales: Juan Carlos Cano e Iván Montoya en las guitarras.
"Un gran escenario no hace a cualquier pendejo un gran artista, sin embargo un gran artista hace de cualquier esquina un grandioso escenario". Armando Palomas.
Siempre arropados por sus grandes amigos músicos como él mismo lo define y del cual se siente muy agradecido. En esta ocasión le dio un plus al contar más en esta travesía al excelente trompetista Andrés Vancook, junto a sus dos amigos musicales: Juan Carlos Cano e Iván Montoya en las guitarras.
"Un gran escenario no hace a cualquier pendejo un gran artista, sin embargo un gran artista hace de cualquier esquina un grandioso escenario". Armando Palomas.
Un Armando Palomas que sabe cómo encontrar los momentos justos para tocar fibras sensibles, para quedar tatuadas no solamente a través de estas miradas, emociones y desfiguros condicionados de un Armando que busca ofrecer después de casi tres horas sus canciones, así como un momento de relax para bajar y santiguar la adrenalina que le fue compartida por su gente potosina, quien es una de las más agradecidas; para degustar con tranquilidad un buen trago de tequila y disfrutar de la buena presencia femenina a pesar de la insistencia y hasta ruego de aquel-lla por tomarse la foto o el autógrafo.
Aquellos que simplemente le agradecen desde su forma particular de decirlo, para corresponderles el Palomas con una sonrisa y transportarlo a través de sus manos.
Un Armando Palomas que a pesar del tiempo, es y seguirá siendo teniendo " el verbo de un poeta callejero. Su lengua es, a partes iguales, viperina y seductora".
Hasta la próxima Armando por estas tierras tuneras.
Aquellos que simplemente le agradecen desde su forma particular de decirlo, para corresponderles el Palomas con una sonrisa y transportarlo a través de sus manos.
Un Armando Palomas que a pesar del tiempo, es y seguirá siendo teniendo " el verbo de un poeta callejero. Su lengua es, a partes iguales, viperina y seductora".
Hasta la próxima Armando por estas tierras tuneras.
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