lunes, 3 de agosto de 2015

Felipe Pérez Santiago y su música contra el exilio

 

Por: Juan Carlos Talavera 
 
Imagine tres piezas sobre el exilio con un mensaje de hermandad. Imagine que la música pudiera borrar las fronteras y vivir en un mundo más solidario. Bajo esa idea el compositor mexicano Felipe Pérez Santiago (Ciudad de México, 1973), creará su proyecto Ekxilo, el cual será interpretado por el legendario ensamble Kronos Quartet y el cuarteto de percusiones Tambuco.
 
“No voy a hacer una pieza que cambie al mundo”, dice a Excélsior, así que este proyecto no aspira a ser la nueva novena de Beethoven ni a crear la composición que pueda unir a todo el mundo, tal como le fuera encomendado al compositor Patrice de Courcy en la película Azul, de Krzysztof Kieslowski. Más bien es un pequeño homenaje dedicado a quienes han padecido de exilio, porque este trabajo sí tiene un sentido de responsabilidad y una mirada crítica.
 
“No tengo la ambición de que todos se unan al escuchar esta obra. Sin embargo, sé que cargo una gran responsabilidad al crear este tema, aunque en realidad sólo quiero enviar un mensaje de hermandad y de reflexión sobre la frontera a todo el mundo”, asegura.

¿Cómo mira el exilio desde su trabajo como compositor?, se le pregunta. “La frontera es un tema que mentalmente he trabajado mucho, es algo que me tiene muy ocupado, porque ha sido una constante en mis viajes. En suma, se trata de un fenómeno antinatural que viene de lo más antiguo y de lo más brutal del ser humano. Así que, en el fondo, el exilio es una tragedia”.
 
La frontera impone su fuerza y su ideal sobre otros seres humanos. A veces lo hace a causa de un dios, de una religión, una cultura, de ideas, un lenguaje o simplemente para mostrar fortaleza ante los otros, explica Pérez Santiago. Así que el exilio proviene de una imposición y de una falta de conciencia.

Sin embargo, destaca que se debe marcar una clara diferencia entre exilio y migración. “El exilio es algo forzado, cuando alguien tiene que irse de su lugar de origen por razones políticas, de violencia, pobreza o en busca de oportunidades. Por eso en este trabajo en particular veo a los exiliados no como víctimas, sino como personas a las que quiero rendirle un homenaje”, comenta.
 
Cabe señalar que el título de este proyecto es Ekxilo, que retoma una palabra en “esperanto, lengua creada por el oftalmólogo polaco Lázaro Zamenhof en 1887, cuyo nombre significa “esperanza”.
 
¿Por qué utilizo una palabra en esperanto?, se le inquiere. “Porque quise utilizar una palabra en un idioma que significara esperanza, una manera de hacer una declaración de esperanza o ruptura de fronteras. Claro, no se trata de una declaración política, sino artística y cultural.
 
Felipe Pérez Santiago es egresado de la Royal Schools of Music de Londres y es considerado uno de los músicos contemporáneos más activos en la escena internacional, destacado por la creación de obras orquestales de gran formato, de cámara, instalaciones, música para cine y medios audiovisuales que se han estrenado en países de Europa, EU y Sudamérica. 
 
Guerras y lindes

La primera obra del proyecto Ekxilo será un cuarteto de cuerdas para el Kronos Quartet —fundado por el violinista David Harrington en 1973— y está dividida en tres movimientos, detalla Pérez Santiago. El primer movimiento hablará sobre los movimientos migratorios de Europa durante la primera y segunda  Guerra Mundial, en el que reflexionará en torno a los movimientos migratorios forzados de los judíos, gitanos y los alemanes.
 
El segundo movimiento hablará sobre los exilios en África, particularmente en Sierra Leona y Ruanda, que han vivido dos de las guerras civiles más salvajes y cruentas de nuestro tiempo, y el tercer movimiento se enfocará a la problemática de dos países de América Latina: el exilio provocado por las dictaduras de Chile y Argentina durante los años 60 y 70.
 
La segunda obra será para cuarteto de percusiones y será ejecutada por Tambuco, “este maravilloso cuarteto de percusiones mexicano que también está considerado entre los mejores del mundo y su narrativa estará apoyada en el exilio a partir de la Guerra Civil Española, como un pequeño homenaje a este movimiento”.
 
La tercera será una obra para octeto, que interpretarán Kronos Quartet y Tambuco, en la que abordará el tema migratorio de los mexicanos que intentan cruzar la frontera hacia Estados Unidos.
 
“Este es un tema que nos compete a todos. A mí me marcó personalmente porque mi familia es de Ciudad Juárez, aunque  yo nací en la Ciudad de México. Y aunque ellos no tuvieron ese problema, desde niño he visto la franja fronteriza con la gente que intenta cruzar. De niño no comprendía lo que veía. Ahora sé que es algo brutal cómo esos migrantes enfrentan el ‘sueño americano’ para ser retenidos por meses y luego devueltos a sus lugares de origen”, lamenta.


Esta obra será todo un reto, admite, aunque instrumentalmente cabe en un ejercicio más que emocionante, pues no sólo es complejo unir la perfección de dos agrupaciones reconocidas, un cuarteto de cuerdas y otro de percusiones, para amalgamarlos en un formato poco usual.
 
¿Buscará alguna reacción específica en los escuchas?, se le inquiere. “Al final sólo es una reflexión individual, porque uno no puede decir lo que van a sentir los demás. En ningún momento me compararía con Beethoven; es claro que no voy a hacer una pieza que cambie al mundo, pero me conformo con despertar algunas reflexiones.
 
Ésta será la tercera ocasión que Felipe Pérez Santiago creará obra para el Kronos Quartet. La primera ocasión fue en 2003 cuando escribió para el ensamble la pieza CampoSanto y en 2006 con Encandilado.
 
Por último, adelanta que realizará dos obras más fuera del tema del exilio. La primera será una pieza para chelo y electrónica, la cual ejecutará el chelista Jeffrey Zeigler, exchelista del Kronos Quartet, con quien el compositor ya ha tenido otras colaboraciones.
 
Y la última será un Concierto para guitarra eléctrica, sitar y orquesta, en la que el propio autor será el guitarrista y estará acompañado de Sidartha Siliceo y la Orquesta Filarmónica de la Ciudad de México (OFCM).
 
Cabe señalar que el compositor mexicano concluirá las cinco obras en un plazo no mayor a tres años, es decir, antes de agosto de 2018 con el apoyo de una beca otorgada por el Sistema Nacional de Creadores de Arte del Fonca.

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