martes, 25 de agosto de 2015

Indígenas de Chamula creen que el origen del arpa es celestial



 
 
Indígenas del municipio de Chamula creen que el origen del arpa es “celestial”, esa es la expresión de los abuelos, que cuentan haber soñado a Dios y les pidió que la tocaran.
 
En entrevista con Notimex, el indígena Mateo López, ejecutante del arpa Chamula, comentó que al realizar una investigación sobre el origen del instrumento de cuerdas, los adultos reflejan la alegría de soñar cantar para el cielo.

 
Pero también, en sus narraciones cuentan haber soñado recibir la orden celestial de construir el instrumento de cuerdas, para lo que tenían que usar la madera del árbol conocido como “pinabeto”, que en los Altos de Chiapas se reproduce en abundancia.
Mencionó que al realizar sus investigaciones recurrió a los adultos mayores de Chamula, quienes cuentan haber recibido instrucciones celestiales para construir el arpa indígena, medidas exactas, la afinación se quedó en la mente.
 
El conocimiento se ha ido transmitiendo de generación en generación, en la actualidad en muchos hogares indígenas de Chamula, Zinacantán, Tenejapa, Chanal, Larráinzar, Chenalhó, Pantelhó y otros, existe un arpa.

 
 
Pero además, comentó el alumno de la Universidad Intercultural de Chiapas (Unich) en San Cristóbal de las Casas, no se concibe la fiesta tradicional, la fiesta autóctona sin el instrumento de cuerda, la música tiene otro ritmo y otro sabor.
 
 
En muchos hogares indígenas de Chamula, Zinacantán, Tenejapa, Chanal, Larráinzar, Chenalhó, Pantelhó y otros, existe un arpa

 
Hay grupos musicales de familias que se dedican a la fabricación del arpa, a la vez, abundan los grupos de adultos y jóvenes de música tradicional en el que destaca el arpa.

 
Lo más curioso para las nuevas generaciones es que los adultos mayores cuentan que la orden se les dio a través del sueño, la que no habían de traicionar, y por ello, se empeñan porque las tradiciones indígenas de Chiapas no se entienden, ni se comprenden, ni tienen sentido sin el arpa, manifestó.

 
En ese sentido, los pueblos indígenas de Chiapas pareciera que tocan el mismo ritmo, la misma melodía, tono, pero en realidad existe una gran variedad de tonalidades, músicas, alabanzas, los ejecutantes hacen cantar el arpa de acuerdo a su corazón, dijo.

 
Sienten el arpa, forman parte del instrumento, es para dar gracias, para alabar, para corresponder, para ser agradecidos, agradecen a la naturaleza, a Dios, a los pueblos, a la vida, subrayó.
“El arpa es un medio para llegar a lo divino, es un camino, es un agradar a Dios, es un camino de comunión del hombre con Dios, es un medio de engrandecer el ser y el qué hacer para decirle al creador, aquí estoy, hago presencia y te alabo”, sostuvo.
Mateo López habló en el marco de trabajos de la reunión nacional de arpistas que organizan la Universidad de Ciencias y Artes de Chiapas (Unicach) y la delegación Chiapas de la Comisión Nacional para el Desarrollo de los Pueblos Indígenas (CDI).
 
Están presentes arperos de Sonora, Michoacán, San Luis Potosi, Puebla, Veracruz y Chiapas, así como la concertista de Veracruz, Cristina Cabrera, quienes reconocen la importancia de conservar este instrumento de cuerdas.

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