martes, 8 de septiembre de 2015

Tercer día de Territorios del Arte: Reinventando el arte de reencontrarnos



Por: Roberto A. Valenciano Capín

En su tercer día de este continuo  reinventando el arte de reencontrarnos propuesto desde las trincheras de Territorios del Arte T15. Continúa este encuentro, al converger la danza, el teatro y la música.
 
Como le comentaría en su momento a gente de Teatro que indudablemente me fue muy grato este acercamiento a este hecho escénico, siendo una de ellas, al poder disfrutar del monólogo " El Ventrílocuo" de Larry Themblay, bajo la dirección de pero de  Raúl Uribe (Metamorfina Teatro) y  la actuación de  Alejandra Díaz.

Una obra con el gran acierto que te va llevando y a la vez te va involucrando en este entramado de intereses, multitud de voces que son desplegadas a partir de  la corporalidad de Díaz.


La cual narra la historia de la joven y rebelde Gabriela, que quiere escribir "la más bella novela del mundo", pero tiene muchos conflictos con sus padres, por lo que se encierra en su cuarto. Sus progenitores la envían con un siquiatra, quien resulta un sujeto muy singular, pues tiene sus propios problemas,  a partir de la cual se da en diferentes intensidades,  permitentes y puntuales diálogos en cuanto a esta constante búsqueda de identidad, sustentada éstas en una estructura de cajas, nos remite a estas Mamushkas, pero  en esta formato de  una caja contiene otra y ésta, otra,  en donde indudablemente cada vez que son desplegadas o remitidas a ser resguardas nos permite ver esta radiografía  de cómo va quedando el ser al descubierto y desnuda. Así como también bajo esta voz en momentos vacilante pero que en su momento decide ser ella misma.



Para después dirigirnos a la Cineteca Alameda para disfrutar de la propuesta dancística "Kinética" de la compañía dancística queretana " Ciudad interior" bajo la dirección de Alejandro Chávez.

Una coreografía en palabras de su creador Alejandro Chávez, incide en un trabajo a  partir de dos detonantes; la primera es la kinesis que "se refiere simplemente al movimiento,  la otra es  habitar un espacio, puede ser tu cuarto, la cárcel,  la calle, en donde los personajes van desarrollando su historia dentro de este espacio y el espacio puede ir cambiando,  este es  atemporal y no es lineal".

Comento también Chávez del exhaustivo trabajo de investigación que converge sobre dos elementos como son la pared y un objeto (mesa), éstos como punto de lo deseado, lo anhelado, lo amado, lo pasado, para ser decantado en una pieza en donde se entra a este mundo monótono, controlado y a partir del cual cada integrantes-habitante- va creando su microcosmos para iniciar esta auto- exploración y todas estas lecturas posibles sobre su propio sentido de ser,  pero siempre latente este sentido de solidaridad

Siempre bajo este sentido de estar en permanente riesgo, expuestos tanto físicamente como emocionalmente dialogados desde estos movimientos contundentes y explosivos, aunado  también a estas posibilidades para detonar lo poético de la existencia, gracias a una solvente  y bien construida dramaturgia corporal, a partir de la cual te hace de inmediato partícipe, te conmueve  siempre bajo esta constante de mantenerte siempre en esta zozobra, en momentos desfalleces y  te vuelves  parte de esta poderosa imagen en donde están todos reunidos en esta plena comunión bajo el resguardo de la mesa y de esta manera quedar este incesante sentido de esperanza. "Aunque sea un momentito hay esperanza" como apuntaría en una charla con su creador.


Hay que dejar este foro, para encaminarnos y ya a lo lejos se deja escuchar esta frase musical conocida, la cual sin más te toca y por tanto te remite a esta  añoranza, esto gracias a la esencia misma del bolero y la frescura del temple interpretativo del Ensamble Jazz, quienes ofrecieron un selecto repertorio de boleros que han trascendido su tiempo y que siguen cautivando en estos tiempos de desventura en que vivimos, al  ser recompensado este ensamble con el aplauso de aquellos que fueron llegando a este encuentro musical que desde su segunda día a sido esta plaza de Aránzazu.


De esta manera, da pie a este gran despliegue del arte de la improvisación, sino  también  de  esta complicidad indirecta o no en cuanto a esta búsqueda /compartir de este compendio de sonoridades propuesta por estos dos jóvenes proyectos:  The Everlasting Space y Mantis Atea, Aguascalientes y Querétaro, respectivamente.


Entre la inocencia de aquellos pequeños jugando y hasta una de ellas bailando ante la mirada de sus padres, o el pequeño que da sus primeros firmes en este empedrado de esta plaza de Aránzazu .

Mientras tanto, en el escenario se despliega todo este arsenal tanto de instrumentos como esta cuestión técnica de lo que será esta segunda sesión musical de este Territorio del Arte. 



Bajo la premisa de ser el jazz sinónimo de libertad,  "algo muy divertido de hacer", así como  "música para escuchar y disfrutar algo distinto", aunado a esta presencia de la emoción de lo honesto y   de crearse desde el corazón, es como este quinteto de jóvenes músicos de  The Everlasting Space compartieron  esta buena venturanza musical a través de piezas que provocaron esta plena empatía y contribuir en el imaginario  del público asistente.


Al ofrecer  cuatro piezas que reflejan y detonan esta resuelta mezcla de rock  "a veces muy atascadas y a veces muy suaves aunado con  el lenguaje y armonía del jazz" apunta Gabriel García, así como buscar y generar estas situaciones llenas de esta sutileza que incidieron en cautivantes ambientes.


En entrevista con su guitarrista y compositor Gabriel García reconoció  la  importancia del Festival de Jazz que se realiza en Aguascalientes.  "Ahí es casi casi donde empezamos todos y ahí fue en donde nos dimos cuenta que estaba pasando algo jazzero, a partir de ahí nos empezamos a meter, a tomar clases en otras partes, sino hubiera sido por este festival yo al menos no creo que me hubiera atrevido a subir a tocar esto... y si es un futuro interesante".


Para dejar calientito el escenario a la banda de jazz rock queretana Mantis Atea, fue tal el disparador de su propuesta musical, al estar llena de esta honestidad  refleja en  un set en donde dejaron entrever  este infalible guiño a la espontaneidad,  esta exquisitez,  este desgarbo, esta energía y esta actitud de plantear  ideas musicales interesantes que se conjugó con el comentario Felipe Muñoz de que no es necesario tener un tipo de conocimiento musical para disfrutarlo, "simplemente es cosa de atreverse a  escuchar otro tipo de cosas más atrevidas".

Al explicitarlo en un set de cuatro canciones, en donde dieron cuenta de la buena recepción del público convocado en esta plaza pública.



Y culminar esta noche con una de las mejores bandas de Querétaro como lo comento puntualmente Felipe Muñoz, nos referimos a Drúk, una banda respaldada por diez años de hacer música ahora bajo el temple patente de un sólido y contundente power rock u otros dirán que es post rock, pero gracias a las delicias de este trío de músicos son evidencia de la .

En donde sin cortapisas comparten esta  experiencia vital al quedar expuesta al tener toda esta  experiencia  para poder degustar esta detonación refleja en este equilibrio entre este envolvente entramado sonoro orgánico y una sólida  lógica musical como banda que hizo a muchos sacudir la cabeza o solamente dejarse ir por lo propuesto por esta decana banda irrumpe para desgarrar el tejido de  todo aquello que insistimos en su momentos de etiquetar, para quedar  solamente en la brevedad y puntualidad de su contundencia musical.

De esta manera cerrar con tal contundencia este tercer día de Territorios del Arte.

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