domingo, 24 de abril de 2016

Habría cumplido 100 años el polifacético Luis Herrera de la Fuente


 


En el centenario de su nacimiento, que se cumplirá este lunes, el compositor, pianista y director de orquesta Luis Herrera de la Fuente recibirá diversos homenajes, entre los que destaca el estreno de su última obra “Tercera sinfonía”.

 

La pieza será tocada en el marco del XXXVIII Foro Internacional de Música Nueva Manuel Enríquez (FIMNME), que se realizará del próximo 30 de septiembre al 16 de octubre, según lo ha adelantado la Secretaría de Cultura federal.

 

Por su parte, la Fonoteca Nacional también lo recuerda mañana con una sesión de escucha en la que se revisará la trayectoria del artista con comentarios de Fernando Díez de Urdanivia, Lázaro Azar y Luis Javier Herrera Andrade.

 

La institución también dispondrá de un micrositio para la difusión de fotografías, documentos, partituras y el podcast semanal que le dedica al también paleógrafo musical.

 

Herrera de la Fuente nació el 25 de abril de 1916 en la Ciudad de México, desde pequeño sintió el interés por la música ya que su abuelo sabía de música, igual que su madre, quien tocaba el piano y cantaba.

 

De acuerdo con sus biógrafos, sus estudios musicales iniciaron en 1924, en Texcoco, donde tomaba clases de piano con la profesora María Olvera, luego con el profesor Modesto Sáenz y con María Teresa Elorduy en la Academia Beethoven.

 

En 1930 ingresó a la Facultad de Música de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) para estudiar composición con los maestros Estanislao Mejía, José F. Vázquez y Rodolfo Halffter.

 

Comprometido con su formación, en 1934 estudió violín con Luis G. Saloma, posteriormente en 1935 aprendió canto con los profesores David Silva y Jesús Mercado.

 

También tomó un curso de dirección de orquesta con los músicos Sergiu Celibidache, en Zurich, Suiza, y después con el maestro Hermann Scherchen.

 

Compositores como Johann Sebastian Bach, Wolfgang Amadeus Mozart, Ludwing Van Beethoven, Johannes Brahms, Maurice Ravel y Claudio Monteverdi, fueron inspiraciones para su vida y carrera musical.

 

De acuerdo con una iconografía de Aurelio Tello y Amílcar Cárdenas, el músico fue uno de los primeros compositores mexicanos en incursionar en el dodecafonismo.

 

Su pasión por la música clásica lo llevó a incursionar en diferentes áreas de la misma, dejando su huella en cada práctica realizada.

 

Trabajó como organista en la iglesia del Pronto Socorro de Popotla, fue pianista en Radio Educación y la XEW y discotecario en Radio Universidad y en la XEQ, añade un texto de la Secretaria de Cultura.

 

Herrera también impartió clases de piano en la Escuela Libre de Música y Declamación, incluso, incursionó como redactor e investigador del Departamento de Música del INBA en 1948.

 

La divulgación y enaltecimiento de la música clásica mexicana también estuvo dentro de sus prioridades, por ello tuvo varios puestos como director en orquestas.

 

Para 1945 creó y dirigió la Orquesta de Cámara de Radio Universidad, de igual en forma en 1951 la Orquesta de Cámara de Bellas Artes, ya en 1957 lo nombraron presidente de la Asociación Musical Manuel M. Ponce.

 

Su legado en las orquestas siguió con la creación y dirección de la Orquesta Filarmónica de las Américas en 1976 y en la Fundación para la Grabación de la Música Orquestal Mexicana en 1992, a la par fue director del Festival Internacional de Música de Morelia.

 

El violinista fue director titular de la Orquesta Sinfónica Nacional de México, Sinfónica de Chile, Sinfónica Nacional de Perú, Sinfónica de Xalapa, Oklahoma Symphony Orchestra, Sinfónica de Minería y de la Filarmónica de la Ciudad de México.

 

Fue conocido como un hombre generoso y caballeroso, que tenía gran gusto por los viajes, los libros, la poesía y la arquitectura.

 

La multidisciplinaria carrera del artista le permitió expresar a través de sus composiciones la esencia del ser humano, desde los sentimientos más bondadosos hasta los más terrenales entrelazándolo con la música.

 

“El fuego prometeico en el campo de la batalla del alma humana, pues la música es un medio de expresión y de comunicación abstracta”, aseveró Herrera en alguna ocasión.

 

Dentro de sus composiciones se encuentran: “Sonata para piano”, “Dos movimientos para orquesta”, “Divertimento núm. 1”, “Música de ballet”, “Preludio a Cuauhtémoc”, “Sonata para cuerdas y la suite Fronteras”.

 

Podemos disfrutar la vida y obra del compositor en el libro “Luis Herrera de la Fuente. Un testimonio de la cultura del siglo XX”, en la que mediante artículos se reflexiona sobre la música en la vida del hombre.

 

Como escritor incursionó en revistas como “Tiras de colores” y “Nuestra música”, destacando la investigación, “Los libros de San Ángel” en la cual aborda la historia de la música mexicana, para lo cual estudió paleografía musical.

 

El repertorio sinfónico en México se puede disfrutar en los discos “Música Virreinal Mexicana”, “La Noche de los Mayas”, “Gershwin Rhapsody In Blue” y “Grandes del Romanticismo en México”.

 

Para dichas grabaciones, Herrera de la Fuente comentó: “La idea de estos discos es que nuestra creación musical sinfónica quede en un documento sonoro y que ese testimonio exista a disposición de investigadores, músicos y musicólogos”.

 

Luis Herrera de la Fuente murió a los 98 años de edad, el 5 de diciembre

        

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