Fotos: Cortesía de La Brecha.me y Festival de la Cantera
Por: Roberto A. Valenciano Capín
Un tropiezo es lo que sufrió en su sexto día del Festival de la Cantera con la presencia de una de estas versiones de la internacional Sonora Dinamita en la Plaza de Fundadores.
A pesar de la salvedad de las palabras de sus integrantes al buscar que "la gente pase un buen momento, al hacerlos bailar y sin más volverse en un concierto de complacencia de una de estas agrupaciones que asumen este importante legado de este proyecto musical creado por el Mtro. Lucho Argain hace más de cinco décadas.
Una propuesta que se ha caracterizado por su frescura, la picardía y esta sabrosura que tratan a través de sus historias y siendo mixturizadas a partir de esta pegajosa y púlsica cumbia colombiana.
Una experiencia musical que se vio reflejada en un show presentado a medias, al preferirse esta agrupación en anclarse en la complacencia y por tanto no logran provocar esta sustancial conexión con el público potosino y visitantes por parte de sus intérpretes, a pesar de comentar que buscan "llenar con este amor y alegría" aun cuando hay ciertos destellos gracias a la cierta picardía y chispa de una de las integrantes, quien a través de los grandes éxitos logran generar algo de esta empatía en los gustosos de esta música que se dieron cita en esta plancha de la Plaza de Fundadores.
Gracias a esta contagiosa canciones que ya son inherentes a esta memoria colectiva y de esta manera inquirir en darle salvedad a este concierto, al provocar en "muchos bailar, hacerlos gozar, hacerlos aplaudir y motivarlos" en su lugar a pesar de la estrechez del lugar o de aquellos que tuvieron la oportunidad de disfrutar y mostrar sus mejores pasos.
Ante este inevitable bailar bajo esta cadenciosa y pegajosa canciones de: -Mil horas-, -Escandalo-, -Se me perdió la cadenita-,- Capullo y Sorullo-,- El viejo del Sombrerón-, - la Cortina-, -la Parabólica-,- Que nadie sepa mi sufrir- y muchas más que incidieron en esta inmediata empatía entre niños, adolescentes, adultos a pesar de una desigual chispa expuesta por quienes asumen este legado, aunado a una mala sonorización que derivó en una saturación y por tanto, ruido, a pesar de una cierta mejoría en el transcurso de su insípido show.
Y por tanto, una agrupación que le queda lejana de ser parte de este gran legado musical, al ser históricamente el primer grupo embajador de la música tropical en Colombia.
Indudablemente, un remar a contracorriente de este naciente festival, ahora tiene la afrenta de uno de los conciertos más esperados por los potosinos como es lo que ofrecerá en esta noche la icónica banda del rock mexicano, Caifanes. Esperemos se cumpla con las expectativas de muchos que han transitado a la par de la banda y de estas nuevas generaciones que han volteado a saber de ellos.
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