Es un espacio que va en la búsqueda y a la vez de la difusion de aquellas voces creativas en cuanto al despliegue de su forma de ver y exponer el mundo en que vivimos. De ahí que hablen por si mismo, desde su trinchera que puede ser musical, dancístico como literario, no solamente en este no tan agreste terreno del Tunal Grande, sino más allende de...
domingo, 9 de julio de 2017
Helen Escobedo ( 1934-2010 ); Renacimiento
Foto: Cortesía MUAC
Por : Sonia Ávila
Helen Escobedo (Ciudad de México, 1934-2010) vuelve a la escena artística. Y lo hace con cerca de mil obras, las que produjo durante más de 50 años de trayectoria: dibujos, maquetas, esculturas, objetos, acciones. Un acervo que, después de conservarse siete años en una bodega, saldrá al mercado, a las salas de museo, a las ferias internacionales para volver a ocupar un lugar en la historia del arte contemporáneo. Se trata del Fondo Artístico Helen Escobedo, dirigido por la curadora Sandra Cerisola, y con la representación de la galería Proyectos Monclova.
Cuando murió la también gestora cultural, sus hijos Michael y Andrea llevaron toda su obra a una bodega en San Miguel Allende mientras decidían qué hacer con un acervo que da cuenta de sus etapas creativas, de sus exploraciones con medios y lenguajes. Y siete años consideraron necesario para reactivar la presencia de la artista, figura activa del land art y precursora del arte experimental.
Sandra Cerisola tuvo contacto con los hijos de Helen hace un tiempo y entre tantas pláticas llegamos a un acuerdo para la difusión de la obra. Se buscaron muchas formas legales de hacerlo y se acordó hacer un Fondo Artístico Helen Escobedo, que no es una fundación. Nosotros tenemos un contrato de consignación, un acuerdo con los hijos, que consiste en que tenemos ciertos porcentajes de los derechos de venta de la obra.
Nosotros no somos dueños de las piezas, tenemos el derecho de promover el acervo. Sandra es la representante, la directora del fondo, y nosotros somos el último eslabón, porque podemos operar en el mercado; entonces tenemos por el momento los derechos exclusivos de manejar la obra de Helen en el mercado”, explicó en entrevista Polina Stroganova, directora de la galería.
Si bien sí hay un interés genuino en la venta de obra, Stroganova dijo que para atraer compradores hay que colocar en escena a Escobedo; lo que significa hacer una promoción primero en museos y galerías a través de exposiciones. Así, uno de los objetivos a priori con el Fondo Artístico es impulsar revisiones que deriven en muestras individuales. Y de manera simultánea la distribución en ferias.
Acordamos con ellos (los hijos) hacer el inventario, y a partir de ahí decidiremos qué obra queremos sólo para museo, qué otra para ventas. Todo esto se definirá de manera clara cuando tengamos el registro total de las piezas”, acoto la galerista al referir que si bien el acervo está ordenado bajo los criterios de Escobedo, se hará una revisión minuciosa de lo que se tiene en bodega y su estado de conservación.
Posicionar a quien fuera directora del Museo de Arte Moderno y del Museo Universitario de Ciencias y Arte (Muca Campus) no es fácil, reconoce la galerista. Aun cuando en México, Inglaterra y EU su nombre permanece en la memoria, se desconoce su cotización en el mercado. De hecho, Escobedo en vida tuvo poca presencia en las galerías. Estuvo representada en algún momento por el espacio de las hermanas Pecanins y en la Galería de Arte Mexicano.
Stroganova dijo que hay algunos referentes de cómo manejar la obra de la artista en el mercado; por ejemplo, en ventas pasadas o, principalmente, la cotización en el mercado de artistas similares en técnicas y por generación. Pero lo que le dará mayor renombre al acervo en el presente será su exposición en museos. Y ya hay propuestas.
Apenas se anunció el Fondo Artístico Helen Escobedo, el Museo de Arte Moderno de Nueva York contactó a la galería. La propuesta, que puede derivar en una individual, no está concretada, pero se mantiene la comunicación. Lo mismo se buscan colaboraciones con la Tate de Londres o el Centro Pompidou en París, lugares con los que la artista tuvo contacto.
Helen tuvo relaciones con Inglaterra y Alemania, y gente de cierta generación sí la ubica, pero más recientes no, y esa será nuestra tarea. Vamos a hacer un análisis de cuáles son los museos en México que ya tienen obra, cuáles no y a quiénes les interesa; además de las adquisiciones, lo que nos motiva es promover, empujar exposiciones”, insistió. Trabajarán, dijo, en actualizar el portafolio de obra en formato digital.
Mientras avanza el inventario la galería planea llevar obra en papel a la feria de arte de Chicago en septiembre. También trabaja en una exposición individual en Proyectos Monclova para la primavera del próximo año, y con ello lanzar al mercado de manera formal el acervo de la escultora que estudió en el Royal College of Art, de Londres, y recibió la beca Guggenheim.
DE DIBUJOS A ESCULTURAS
Las poco más de mil piezas en bodega son la radiografía del pensamiento creativo de Escobedo. Se tiene desde un dibujo que hizo a los 22 años, los bocetos de sus esculturas urbanas, piezas de gran formato, maquetas hasta obras de 2009. Más de cinco décadas de arte experimental.
Helen, además de artista multifacética, creativa, siempre estaba pensando en posibilidades. Hay mucho dibujo, maquetas, algunas con dibujos que corresponden a proyectos que no se realizaron y será interesante estudiarlas, esculturas, algunos bronces y piezas de sitio específico”, detalló Sandra Cerisola.
De los dibujos y planos casi arquitectónicos llama la atención los que proponen una intervención al muro fronterizo. En uno, explicó la curadora, Escobedo planteó un par de gradas para que los ciudadanos de cada país pudieran dialogar a través de la línea divisoria. Son trabajos que responden a su interés por temas sociales, como la migración y derechos humanos, y en ese sentido fue una artista adelantada a los problemas político-sociales.
Y de las obras monumentales destacan los muros dinámicos, como Eclipse, una escultura de malla de alambre de color naranja que juega con el reflejo de la luz, crea espacios colectivos en figuras geométricas. De este periodo también hizo Columna Blanca y Electra de 1968, así como Ambiente gráfico, de 1971. “Ella siempre tomó en cuenta el contexto, no era intrusa ni con el lugar ni con la gente; a las personas les preguntaba qué quería ver, y los muros dinámicos son esculturas que tienen movimiento, espacios vacíos que se llenan con el entorno, y la pieza parece que se moviera”.
Cuando se concluya el inventario, los hijos de la artista seleccionarán piezas para su colección personal. El resto estará disponible: “No se distribuirá a la ligera, por eso queremos el registro, para saber exactamente dónde estará la obra y evitar que aparezca en (el portal) eBay malbaratada”, concluyó Cerisola.
Fuente : Excélsior
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