jueves, 17 de agosto de 2017

Investigadores reflexionan sobre percepción de los sueños en pueblos indígenas




El II Encuentro de Etnohistoria y Antropología del Estado Onírico en México. “Acontecimientos y relatos del mundo otro” se lleva a cabo bajo la premisa de que los pueblos indígenas construían su conocimiento a través de los sueños.


El encuentro se lleva a cabo en el Auditorio Fray Bernardino de Sahagún, del Museo Nacional de Antropología, donde se abordarán los temas Sueño y arte y Premoniciones, además de la presentación del libro “Develando la tradición. Procesos rituales en las comunidades indígenas de México I y II”, coordinado por la doctora Lourdes Báez Cubero.


El Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), informó en un comunicado que en el encuentro, la doctora María Gabriela Garret impartió la conferencia magistral “El simio depredador: Metáfora de la identidad otomí de la Sierra Occidental de Hidalgo”.


En la conferencia, la doctora en historia de la Universidad Veracruzana habló sobre su investigación acerca de los pentecostales otomíes, a quienes presenciaban en sus sueños como una criatura de dimensiones descomunales y velluda, que se asocia a contextos de violencia.


Por otra parte, en la ceremonia inaugural, la doctora María Elisa Velázquez Gutiérrez, coordinadora nacional de Antropología, del INAH, refirió que los pensamientos oníricos son una constante de los misterios de la vida inconsciente de los pueblos.


Así como en occidente se ha escrito sobre dicho tópico por parte de antropólogos, falta investigación sobre el tema y formas de interpretación de los sueños de acuerdo con la diversidad que caracteriza a nuestras sociedades, declaró Velázquez Gutiérrez.


De igual forma, el etnohistoriador Víctor Alfonso Benítez Corona afirmó que el especialista ritual de cada aldea utiliza el estado onírico para ser más certeros en su labor y transmitir su conocimiento por medio de narraciones orales.


Granicero, maracame, huesero, sobador, espiritista, médico tradicional, son los distintos nombres que cada comunidad le daba al “especialista ritual”, que, de acuerdo con Corona, estaba vinculado a los sueños y al chamanismo.


“Pero no al sueño estilo freudiano; para ellos, los sueños son la vida real y se puede entrar al mundo onírico en cualquier momento del día, de acuerdo con sus narraciones, ellos plasman una especie de cuadro de una realidad que está en paralelo a este mundo, donde hay espíritus y seres de la naturaleza”, apuntó el etnohistoriador.

NTX/EGF/MAG

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