“Les paso la estafeta”, dijo el director de orquesta Enrique Arturo Diemecke a los jóvenes estudiantes que participaron en la clase magistral que impartió en el Conservatorio Nacional de Música (CNM).
“El director está guiando a seres humanos, no robots, ni esclavos”; “la humildad es buena consejera”, “pongan el corazón en lo que hacen” y “sigan en la búsqueda del conocimiento” son algunos de los consejos, además de otros de tipo técnico, que dio a los asistentes el también director general artístico y de producción del Teatro Colón de Argentina, puesto que le fue otorgado este año.
Como beneficiario del Programa Creadores Escénicos con Trayectoria 2016-2019, del Fondo Nacional para la Cultura y las Artes, el maestro Diemecke impartió esta clase magistral, la cual repetirá en el CNM en 2018.
La dirección de orquesta es una especialización, afirmó quien fuera director musical de la Ópera de Bellas Artes en las décadas de los 80 y 90. Y agregó: uno no se hace director porque se le antoje; es porque ya existe un bagaje atrás, se puede tocar un instrumento suficientemente bien y se ha experimentado con diferentes tipos de música.
El estudio no está iniciándose en la base, ahí es donde estamos fallos, es muy difícil saber quién va a ser un director de orquesta a los siete años, sin embargo, a partir de esa edad hay que empezar a tocar un instrumento para poder acumular las experiencias suficientes y la habilidad de ser un líder que sabe guiar, aseguró Diemecke, quien comenzó a tocar el violín a los seis años de edad con su padre y más tarde con el legendario violinista Henryk Szeryng; luego siguió con el piano, el corno francés y las percusiones.
Además del conocimiento de los instrumentos, un director debe haber tocado en una agrupación de cuerdas, alientos o percusiones para tener conocimiento de la partitura a partir de estar tocando en una orquesta, conocimientos de armonía, solfeo, historia de la música y psicología grupal, porque uno maneja hoy en día una nueva forma de desarrollo y comportamiento, tiene que comprender qué y a quién va a dirigir, hay que estar preparado para el mundo moderno.
Comentó que esta clase magistral forma parte de una serie de actividades que realiza en diferentes organismos del país. Estoy sembrando la semilla, ya veremos qué pasa con todos estos jóvenes que están aprendiendo el menester de dirección orquestal, quiénes pueden dar el siguiente paso de no nada más trabajar con un orquesta juvenil pequeña, sino subir a una agrupación profesional más grande y comprometedora para que puedan llenar los puestos de dirección orquestal en este país, indicó.
Exhortó también a los jóvenes a que estudien mucho, que tomen a la música como bandera. La música tiene que ser su guía y deben entregarse a ella, tienen que saber que ella es lo más importante. En el momento en que se empieza a atravesar el ego del director, en ese instante están destruyendo la música.
Diemecke ha sido galardonado con el prestigioso Grand Prix de l’Académie du Disque Lyrique de Francia en varias ocasiones, además ha recibido la medalla Bruno Walter Orfeo de Oro como mejor director de ópera y el Orfeo de Jean Fontaine de Oro a la mejor grabación vocal.
Durante los 20 años que estuvo al frente de la Orquesta Sinfónica Nacional, el maestro Diemecke la dirigió en extensas giras por México, Estados Unidos y varios países de Europa, presentándose en las principales salas del mundo. Bajo su batuta, la orquesta se convirtió en una de las instituciones musicales líderes de México y América Latina con excelentes programas, series y grabaciones.
Fuente: INBA
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