viernes, 30 de marzo de 2018

Segunda edición del Futuro Festival


                                       Fotografías: Cortesía de Marisol Martínez / Michelle Stanford

Por: Roberto A. Valenciano Capín

En primera instancia, me surgen dos preguntas en una charla con un amigo gustoso de la música en razón de esta segunda edición de este Futuro Festival, siendo estas ¿Hasta donde volverse un joven festival pretencioso y hasta donde generar la creación de un público y por consiguiente, reactivar/autoreconocer una escena, sin olvidar que San Luis Potosí por su misma geografía, no solo es punto de paso, sino un sustancial punto de encuentro?.

Creo que una de estas tentativas respuestas es que es un festival que no limitará el interés a sólo ciertos asistentes; además de que a diferencia de otros festivales se han gestionado en contener un cartel que no sea totalmente underground, sino de apostarle por ser incluyentes de músicos ya posicionados, de ahí que este sentido de  pretencioso va mas bien por ser más incluyente tanto en lo musical como en lo académico, en donde casi no se habla, así como que no se convierta en un Festival de pocos y no se vuelve un Festival de moda, dada las condiciones imperantes en la localia, sino mas bien darles estas posibilidades sonoras y por tanto, generarse estas necesidades musicales que abran su espectro sonora y vivencial, sin hacer dejo este lado recreativo.

Todo esto deviene a lo suscitado en esta segunda edición del Futuro Festival, que en esta ocasión, cambia para bien de locación, venue; Taller 2560 que se encuentra el sur de esta capital potosina

Un espacio en donde se da está síntesis de un mejor y mas profesional escenario, más amplitud al extenderse en esta áreas de merch, en donde se pudo encontrar desde serígrafía con creaciones originales, tatuajes, joyería de varias partes de la república, así como esta área de comida a través de los fast food trucks.



En cuanto a lo musical, prosiguen con esta pauta de la diversidad,  refleja en una curanduría musical atinada, tanto en lo nacional como internacional.

En esta segunda edición transitar desde la psicodelia, new wave, punk, tropipop alternativo, electro- dembow, post punk/noise/indie, gracias a las propuestas musicales de Estados Unidos, Colombia, Argentina y México.

En esta edición convergieron dos bandotas tanto argentina como estadounidenses, de igual talante las nacionales.

Da inicio este viaje musical, la banda potosina XIII con el infortunio técnico, solo pudieron interpretar tres canciones.


Sin faltar este viaje que inicia con un dark wave profundo y sostenido propuesto por una excelente banda como Drab Majestic, con este plus de lo andrógino en este viaje atrapante que pocos quisieron ser participes, como tambien lo fue por esta potente banda argentina de Mujercitas Terror, con esta alquimia sonora a partir del post punk/noise/indie, pero siempre bajo esta premisa de crear atmósferas perfectas y entendibles, ya que relatan historias oscuras de personajes poco comprendidos, lo cual quedo redondeado por estas puntuales ilustraciones oscuras realizadas por la bajista y vocalista del grupoDaniela Zahra,  para ser complementado con esta buena psicodelia propuesta por The Psychic Ills, indudablemente conectó con un público en su primera visita a México y con aquellos que pausadamente se acercaba al escenario para disfrutar de una de las bandas mas requerida como lo es The Little Jesús.



Mientras tanto, un extenso festival en donde muchos jóvenes y familias disfrutaba de este día caluroso para estar acostados en el césped, otros viendo y consumiendo en esta área de merch, otro tatúandose, otros tantos esperando a una de las bandas más requeridas en esta noche, The Little Jesús que hicieron cantar, vibrar y de esta manera concluir lo que es su disco -Río Bravo-.


Para cerrar con esta sabrosura y esta complicidad sonora del placer gozoso propuesta por este dueto de músicos colombianos de Cero39, con su contagioso electro- dembow. 



Como se dijera puntualmente en una revista on line especializada en estos devenires sonoros y que define con tal puntualidad a este joven Festival" Enamorados de los sonidos más potentes y distorsionados que provocan una alteración en la psique, creamos una plataforma repleta de proyectos que aún creen en el rock". 



Un joven festival que ya da visos de ser apropiado, gracias a esta paleta de posibilidades no solo auditivas, sino sensoriales y no olvidar esta parte académica,  a través de sus talleres ofrecidos en esta edición; taller de retrato y documento impartido por Yvonne Venegas,  el taller de Electrónica y mezcla, impartidos por Cyber Bitches, taller de Vogue con la Mendoza ( House of mami) , impartido por Eduardo Mendoza, taller de Video y Fotografía con Medios Portátiles, impartido por  Antonia Fritche, así como la presentación editorial del libro "Bareback Juke Box" de Wenceslao Burciaga.

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