Foto: Lulú Urdapilleta
Por: Roberto A. Valenciano Capín
Una singular experiencia no solo auditiva sino vivencial fue el asistir a esta edición 2018 del Corona Hell & Heaven Metal Fest al oriente de esta megalópolis como es la Ciudad de México.
Por: Roberto A. Valenciano Capín
Una singular experiencia no solo auditiva sino vivencial fue el asistir a esta edición 2018 del Corona Hell & Heaven Metal Fest al oriente de esta megalópolis como es la Ciudad de México.
A pesar de su corta vida se va en esta consolidación como uno de los festivales más sólidos de este género en México, ya que por su misma esencia y sustancialidad ha sido comparado con festivales en Europa como el Hellfest en Francia, Leyendas del Rock en España y hasta el poderoso Wacken Open Air en Alemania, como me lo comento el bajista de la banda valenciana de blackned Death metal de Noctem.
Una multigama de musicalidades para no solo ir calibrando el oído sino ser esta apertura sonora para aquellos que se encasillan en un solo género, aunado a esta curandería de bandas ofrecida en esta edición 2018 y platicando con varios conocedores se puede hablar un antes y un después de este festival, a pesar de algunas fallas técnicas en los principales foros, pero aun así los asistentes disfrutaron las 45 agrupaciones tanto nacionales como internacionales convocadas para esta edición.
Un Festival que se desarrollo en la curva 4 del Autódromo Hermanos Rodríguez, en donde se desplegaron cuatro foros: Alternative Stage, en donde se presentaron bandas emergentes; indudablemente uno de los mejores escenarios no solo por su nitidez sonora sino por su line up, lo fue el True Metal Stage y siendo redondeando con dos grandes foros contiguos. AT&T Heaven Stage y Corona Hell Stage, en donde tocaron bandas no solo de gran trayectoria y de la talla de Deep Purple, Judas Priest y Marilyn Manson, Scorpions, Ozzy Osbourne, Megadeth y Saxon.
Un Festival que se desarrollo en la curva 4 del Autódromo Hermanos Rodríguez, en donde se desplegaron cuatro foros: Alternative Stage, en donde se presentaron bandas emergentes; indudablemente uno de los mejores escenarios no solo por su nitidez sonora sino por su line up, lo fue el True Metal Stage y siendo redondeando con dos grandes foros contiguos. AT&T Heaven Stage y Corona Hell Stage, en donde tocaron bandas no solo de gran trayectoria y de la talla de Deep Purple, Judas Priest y Marilyn Manson, Scorpions, Ozzy Osbourne, Megadeth y Saxon.
Después de una larga caminata desde los estacionamientos del Auditorio Nacional hasta la ya conocida Curva 4 del Autódromo Hermanos Rodríguez de la Ciudad de México.
No sin antes, dar la bienvenida una serie de puestos de afiches, tazas, gorras, chales, camisetas, playeras, chamarras con una variedad de diseños y de todas calidades y precios en razón de este festival metalero.
Caminar, caminar a pesar de unos acelerados bicitaxis que por $ 40 pesos te transportaban, algunos otros, descansando en las pequeñas áreas verdes de esta pista después de un primer día de mucho metal y lluvia, otros por ahí un meritorio monchis como también degustar con cierta calma chicha unas rebanadas de pizzas express de una transnacional compañía pizzera.
Llegamos al punto de entrada para dejarse oír a lo lejos el metal, caminar un tanto y por fin llegar a esta curva habilitada para recibir a esta fiesta de metal.
De forma inicial fue ubicar los cuatro foros, baños y lugar de comida para después disfrutar de las bandas en este segundo día de esta fiesta del metal.
Foto: Hell and Heaven Fest
En un primer contacto lo fue con el foro AT& T Heaven, con L7, una banda de angelina de culto, integrados por chicas quienes compartieron un buen set de un potente punk / grunge y con este buen sabor de boca nos movemos al escenario de Corona Hell Stage para escuchar a una gran leyenda del metal como es la banda inglesa de Saxon, con un poderoso de heavy metal, al ofrecer clásicos y de su nuevo disco, -Thunderbolt-, en donde parece que el tiempo se mantiene no solo en su musicalidad sino en su actitud. Simplemente grandeza.
Foto: Hell and Heaven Fest
Para después desplazarnos al escenario True Metal Stage en donde escuchamos a unas interactivas y sin hacer dejo de su potente thrash/death de las brasileñas de Nervosa, de igual intensidad de como lo disfrutamos en su visita en estas tierras potosinas.
La irreverencia total se vio refleja bajo el influjo de la gran Brujería, quien presentó a la nueva bruja encabronada (Jessica Pimentel), fuerte, concisa y violenta, que incidió en un efusivo mosh pit.
No sin antes descansar un poco y disfrutar de las acrobacias de suma dificultad realizadas por dos motociclistas en el Monster Energy Motocross, en contraposición de esta larga fila para ser unidos bajo esta ritualidad a cargo del Cardinal Copia (Ghost), acompañado de una de concubinas.
Caminar un poco mas y ver la variedad gastronómica desde un selecto gourmet, para pasar por los clásicos food trucks, el Merkado Kichink y parar, para ver y disfrutar de un interesante seccion del arte /serigrafía de artistas mexicanos en el área de Afiche fetiche.
Indiscutiblemente el poder del más puro thrash metal newyorkino, fue el sello de la banda norteamericana de Overkill, al derrochar contundencia, brutalidad, crudeza pura y un impecable sonido que se vio reflejo no solo en un intenso mosh pit sino también en esta lluvia de cerveza volando. En lo personal fue uno de los mejores shows en este stage, para dejarle un buen paquete a Épica que resolvió bajo este influjo de un pristino metal sinfónico.
Foto: Cinthia Flores /Pólvora
Foto: Carlos Enciso
En contraste de un Marylin Mason que a pesar de los problemas técnicos, pero aun de notar su molestia e interrumpir varias veces su presentación, a pesar de la equivocación de la entrada de su baterista; a contracorriente de la situación se ofreció y compartió con sus seguidores mexicanos este mundo muy particular hecha canciones, como de igual manera se suscitó con la banda Megadeth que aun así lograron que cientos de melenas se agitaran sin cesar al ritmo de su trash metal.
Para dejar el stage a un cuasi eterno Hellford y sus Judas Priest que evocaron e invocaron a muchos a cantar o simplemente ser testigos de una leyenda del metal.
Foto: Lulú Urdapilleta
Pero indudablemente no hay mejor forma de cerrar con el príncipe de las tinieblas, Ozzie Osbourne acompañado en este escenario del Corona Hell del potenciado baterista Tommy Clufetos, el estupendo guitarrista Zakk Wylde, Adam Wakeman en los teclados y Blasko en el bajo, como me comentaban fieles seguidores que podría ser la ultima vez que se presente en México. Quien ofreció un set de canciones de su propia autoría como de su infalible detonador musical como lo fue Black Sabath, todo como parte de su tour de despedida -.No more Tour 2-.
Para después dejarse escuchar un puntual- We are the champions- y sin más proyectarse un breve vídeo en donde se rendía un homenaje póstumo a aquellos músicos que han sido parte de esta historia del metal y de la música extrema, a manera de obituario.
De esta manera coronar estos dos días de metal con una constelación de fuegos artificiales.
Foto: Carlos Enciso
Como lo comente al inicio una buena experiencia musical y escénica de una auto-vapuleada escena, en donde di cuenta que el metal puede unir y por consiguiente hacer fraternidad, al ver no solo mucho jóvenes, sino también familias conviviendo y por consiguiente proseguir esta tradición gustosa hacia el metal, así como nunca fui testigo de un acto de violencia, como de reconocer de una constante limpieza de una infatigable cuadrilla ante aquellos que guardaban afanosamente sus vasos como un acto testimonial de estar.
No sin antes, dar la bienvenida una serie de puestos de afiches, tazas, gorras, chales, camisetas, playeras, chamarras con una variedad de diseños y de todas calidades y precios en razón de este festival metalero.
Caminar, caminar a pesar de unos acelerados bicitaxis que por $ 40 pesos te transportaban, algunos otros, descansando en las pequeñas áreas verdes de esta pista después de un primer día de mucho metal y lluvia, otros por ahí un meritorio monchis como también degustar con cierta calma chicha unas rebanadas de pizzas express de una transnacional compañía pizzera.
Llegamos al punto de entrada para dejarse oír a lo lejos el metal, caminar un tanto y por fin llegar a esta curva habilitada para recibir a esta fiesta de metal.
De forma inicial fue ubicar los cuatro foros, baños y lugar de comida para después disfrutar de las bandas en este segundo día de esta fiesta del metal.
Foto: Hell and Heaven Fest
En un primer contacto lo fue con el foro AT& T Heaven, con L7, una banda de angelina de culto, integrados por chicas quienes compartieron un buen set de un potente punk / grunge y con este buen sabor de boca nos movemos al escenario de Corona Hell Stage para escuchar a una gran leyenda del metal como es la banda inglesa de Saxon, con un poderoso de heavy metal, al ofrecer clásicos y de su nuevo disco, -Thunderbolt-, en donde parece que el tiempo se mantiene no solo en su musicalidad sino en su actitud. Simplemente grandeza.
Foto: Hell and Heaven Fest
Para después desplazarnos al escenario True Metal Stage en donde escuchamos a unas interactivas y sin hacer dejo de su potente thrash/death de las brasileñas de Nervosa, de igual intensidad de como lo disfrutamos en su visita en estas tierras potosinas.
La irreverencia total se vio refleja bajo el influjo de la gran Brujería, quien presentó a la nueva bruja encabronada (Jessica Pimentel), fuerte, concisa y violenta, que incidió en un efusivo mosh pit.
No sin antes descansar un poco y disfrutar de las acrobacias de suma dificultad realizadas por dos motociclistas en el Monster Energy Motocross, en contraposición de esta larga fila para ser unidos bajo esta ritualidad a cargo del Cardinal Copia (Ghost), acompañado de una de concubinas.
Caminar un poco mas y ver la variedad gastronómica desde un selecto gourmet, para pasar por los clásicos food trucks, el Merkado Kichink y parar, para ver y disfrutar de un interesante seccion del arte /serigrafía de artistas mexicanos en el área de Afiche fetiche.
Indiscutiblemente el poder del más puro thrash metal newyorkino, fue el sello de la banda norteamericana de Overkill, al derrochar contundencia, brutalidad, crudeza pura y un impecable sonido que se vio reflejo no solo en un intenso mosh pit sino también en esta lluvia de cerveza volando. En lo personal fue uno de los mejores shows en este stage, para dejarle un buen paquete a Épica que resolvió bajo este influjo de un pristino metal sinfónico.
En contraste de un Marylin Mason que a pesar de los problemas técnicos, pero aun de notar su molestia e interrumpir varias veces su presentación, a pesar de la equivocación de la entrada de su baterista; a contracorriente de la situación se ofreció y compartió con sus seguidores mexicanos este mundo muy particular hecha canciones, como de igual manera se suscitó con la banda Megadeth que aun así lograron que cientos de melenas se agitaran sin cesar al ritmo de su trash metal.
Para dejar el stage a un cuasi eterno Hellford y sus Judas Priest que evocaron e invocaron a muchos a cantar o simplemente ser testigos de una leyenda del metal.
Foto: Lulú Urdapilleta
Pero indudablemente no hay mejor forma de cerrar con el príncipe de las tinieblas, Ozzie Osbourne acompañado en este escenario del Corona Hell del potenciado baterista Tommy Clufetos, el estupendo guitarrista Zakk Wylde, Adam Wakeman en los teclados y Blasko en el bajo, como me comentaban fieles seguidores que podría ser la ultima vez que se presente en México. Quien ofreció un set de canciones de su propia autoría como de su infalible detonador musical como lo fue Black Sabath, todo como parte de su tour de despedida -.No more Tour 2-.
Entre un contundente y desgarrado coro ¡Ozzie, Ozzie! fue despedido por sus seguidores que dio cuenta del cariño y respeto que se le profesa, en donde su música jamas se extinguirá y de esta manera ser una inmejorable clausura de esta doble jornada de este joven pero ya prescindible festival de metal.
Para después dejarse escuchar un puntual- We are the champions- y sin más proyectarse un breve vídeo en donde se rendía un homenaje póstumo a aquellos músicos que han sido parte de esta historia del metal y de la música extrema, a manera de obituario.
De esta manera coronar estos dos días de metal con una constelación de fuegos artificiales.
Foto: Carlos Enciso
Como lo comente al inicio una buena experiencia musical y escénica de una auto-vapuleada escena, en donde di cuenta que el metal puede unir y por consiguiente hacer fraternidad, al ver no solo mucho jóvenes, sino también familias conviviendo y por consiguiente proseguir esta tradición gustosa hacia el metal, así como nunca fui testigo de un acto de violencia, como de reconocer de una constante limpieza de una infatigable cuadrilla ante aquellos que guardaban afanosamente sus vasos como un acto testimonial de estar.
Desafortunadamente por esta concatenación de horarios, ya no se pudo presenciar de este despliegue de band list de propuestas nacionales.
Indudablemente un Corona Hell and Heaven Fest Metal que se ha logrado posesionarse en los gustosos del metal y música extrema.
Indudablemente un Corona Hell and Heaven Fest Metal que se ha logrado posesionarse en los gustosos del metal y música extrema.
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