Por: Roberto A. Valenciano Capín
Un concierto de grandes sensaciones musicales es lo que propusieron los pianistas Roger y Rodolfo Rítter en conjunción de la Orquesta Sinfónica de San Luis Potosí, bajo la batuta del Mtro. José Miramontes Zapata.
Un Coloso de Villerías que fue testigo del debut del joven pianista Roger Ritter con orquesta sinfónica, como el reestrenó de la suite de la ópera --Merlín- del compositor español Issac Albéniz con los puntuales arreglos de Manuel M. Ponce.
Con una buena entrada y un público muy respetuoso ante el incidente ocurrido en el anterior concierto y de esta manera ser las últimas grabaciones en público que realiza está orquesta sinfónicas potosina.
Un debut del joven pianista Roger Ritter al interpretar tanto el Concierto No. 5 para piano y orquesta de cuerdas en Fa Menor BWV 1056 y Concierto para piano No. 7 en Sol Menor BWV 1058 de Johann Sebastian Bach y ofrecer como encore ante este cálido aplauso de los asistentes, con el Dueto No. 2 en Fa Mayor BWV 803 de Bach.
A pesar de sus 16 años de edad, Roger Ritter demostró talante, una lectura muy correcta, precisa, una clara pulsación y articulación, como esta madurez en su interpretación y ensamble con la Orquesta Sinfónica, siempre atento en las entradas y acotaciones dadas por el Mtro. José Miramontes Zapata.
En esta tarde interpretó dos piezas muy importantes como pianista , además de "ser mi debut con orquesta y ser mi primer concierto con orquesta. La sensación que tuve hace unos días fue de estar muy nervioso, pero conforme iban pasando los ensayos iba entendiendo más como eran los roles con la orquesta y es bastante distinto tocar en un recital solo".
En cuanto a esta preferencia a interpretar música barroca comenta que es porque " todavía había un poco de orden musical, ya que en la estructura en cuanto a polifonía, contrapunto absolutamente es mas afín a mí, me identifico mas".
Al destacar que le es muy importante tocar con la Orquesta Sinfónica de San Luis " porque soy consciente que es una de las mejores orquestas del país, desde chiquito la he conocido y me ha gustado mucho el trato con el director, con los músicos, es algo muy especial para mí".
Así como comentar que en julio saldrá su primera producción discográfica. "Es un disco de igual manera de Johann Sebastian Bach, el cual tiene la integral de Dimensiones a dos y a tres voces, los cuatro duetos y como la cereza del pastel -Jesús Alegría de los Hombres, con un arreglo de William Kempf", el cual saldrá a la venta bajo el sello de Novo Forte Records.
Entre sus proyectos se encuentran los conciertos que ofrecerá en junio y julio en el Instituto Nacional de Nutrición, de igual manera en el Museo José Luis Cuevas en la ciudad de México.
Una segunda parte, el pianista Rodolfo Rítter ofreció el Concierto No. 3 (inconcluso) del compositor jalisciense Gonzalo Curiel, al remitirnos a este viaje musical por los años 50 ´ s y 60 's. Una obra sumamente expresiva y ecléctica, aunado a su gran dificultad técnica que fue resuelta favorablemente tanto por el pianista como la orquesta sinfónica.
Para aquellos que ya conocemos el trabajo no solo pianístico sino de investigación del Mtro. Ritter. En esta ocasión se volvió a constatar la calidad interpretativa, como esta lúcida musicalidad, que resaltó la preciosidad de estos bellos pasajes musicales de este único y último movimiento trazados por el compositor.
El también promotor de música mexicana destaco que "generalmente los músicos de música popular rara vez logran pasar a incursionar a la música clásica de manera efectiva. Pero en el caso de él-Gonzalo Curiel- es sorprendente yo creo que su música ya goza de clásica y de concierto es una sorpresa para todos, todos nos quedamos así y es una sorpresa enorme, estamos muy contentos y seguro que este concierto se va a tocar mucho mas".
Para concluir estos conciertos, la OSSLP interpretó la Suite Sinfónica orquestada por Manuel M. Ponce “Merlín”, pieza terminada cuatro o cinco años después de que la familia Albéniz pidiera al músico mexicano terminar y orquestar la ópera “Merlín” en 1930. La única vez que se había escuchado esta pieza en nuestro país fue en la Ciudad de México en 1938, por lo que en este fin de semana, los asistentes pudieron disfrutar de una obra de espectacular orquestación libre hecha por Ponce sobre la obra del compositor español. En donde la digitilizacion estuvo a cargo por el Mtro. Uriel Luna Herrera.
Con este material, la OSSLP logra completar el segundo volumen de antología con obras de Manuel M. Ponce, que en esta ocasión publicará la firma Toccata Classics, de Londres.
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