sábado, 9 de junio de 2018

Ana Emilia Castañeda, joya musical de 20 años


Por: Juan Carlos Talavera

Ha surgido una nueva solista de la flauta en México. Su nombre es Ana Emilia Castañeda (Ciudad de México, 1997) y tiene 20 años. Ya ganó el concurso de Jóvenes Artistas del Festival Latinoamericano de Flauta de Toronto, fue flautista principal de la Orquesta Sinfónica Estanislao Mejía de la Facultad de Música (OSEM-UNAM), bajo la batuta de Sergio Cárdenas Tamez, y hace unos días debutó con la Orquesta Filarmónica de la UNAM (OFUNAM).

En entrevista con Excélsior habló sobre su debut con la OFUNAM, el repertorio que le interesa explorar y el trabajo de perfeccionamiento que requirió su interpretación del Concierto para flauta y orquesta, de Carl Nielsen (1865-1931), obra con la que ganó ambos concursos.

¿Cómo lograste tocar con la OFUNAM sin haber concluido la carrera de música? “El concurso fue una eliminatoria en la Facultad de Música de la UNAM; la eliminatoria fue con pianista en la escuela y los finalistas tocamos en la Sala Nezahualcóyotl, donde fuimos calificados por un jurado encabezado por Massimo Quarta. Entonces fui seleccionada y toqué con la OFUNAM los días 12 y 13”.

¿Cuándo empezaste a estudiar el Concierto para flauta y orquesta de Carl Nielsen? “Cuando tenía 17 años, es decir, hace tres años, cuando mi maestro me la puso. Era una obra obligatoria dentro de mi semestre y la tuve que aprender de memoria, pero poco a poco la fui descubriendo mejor y me percaté cómo me hacía crecer y conocer otros aspectos del instrumento. Entonces empecé a escuchar más música de este compositor y quedé cautivada”.

¿Qué descubriste en esta obra? “Lo que más me gusta de la obra es su diálogo entre instrumentos; es un poco como música de cámara, porque, a pesar de que la flauta es un instrumento solista, hay partes donde el clarinete y la flauta van solos, o la viola y la flauta, creando pequeños diálogos sin importar las dimensiones de la orquesta.

“Al final siempre hay conversaciones más pequeñas en la obra y eso es lo interesante. Aunado a esto, descubrí que el carácter intempestivo de Nielsen siempre retorna a la calma. Eso me gusta, y aunque ésta es una obra un poco violenta, al final siempre regresa a la calma y a la inocencia, por así decirlo”.

¿Qué otro repertorio te interesa abordar? “Lo que más me interesa es la música contemporánea, la música moderna del siglo XX hasta nuestros días, la de compositores mexicanos poco conocidos, aunque obviamente seguiré estudiando las piezas que son ‘de cajón’ para el instrumento, que incluye las sonatas de Johann Sebastian Bach y de Philippe Gaubert. Pero en el futuro buscaré estrenar y abrir los horizontes de la flauta hacia nuevos compositores o música que ya existe y ha sido ignorada”.

¿Qué compositores quisieras rescatar? “Me interesa el trabajo de compositores contemporáneos, en particular el de algunos franceses, como Guillaume Connesson, un creador bastante activo, y también de compositores mexicanos, como Eduardo Angulo, Horacio Uribe, Gabriela Ortiz, Mariana Villanueva y Armando Luna”.

¿En qué momento de tu carrera te encuentras? “Sólo me falta año y medio para terminar la licenciatura y después trataré de hacer un intercambio académico para estudiar en otro país, quizá en Francia o Suiza, porque en ambas naciones existe una tradición interesante de la flauta transversa, un semestre por lo menos, y luego buscar convocatorias y propuestas para tocar en festivales, concursos y hacer audiciones. Tocar con la OFUNAM fue un paso importante en mi carrera, pero debo seguir buscando oportunidades como cualquier otro músico”.

¿Por qué existen pocos solistas de la flauta? “Hay bastantes o, por lo menos, están en camino de serlo. Lo que falta es el enfoque y la oportunidad de difundir más el trabajo que hacen los solistas de este instrumento, además de proyectos que lleven la flauta a tener una mayor participación en el medio musical”.

¿Cómo descubriste tu instrumento? “Recuerdo que mis papás escuchaban mucha ópera desde que era muy niña. Supongo que en algún momento escuché el sonido de alguna flauta, porque me gustó de pronto y a los nueve años empecé a pedir una flauta para tocar, hasta que cierto día uno de mis tíos me regaló una y así empecé, sin mucha conciencia”.

¿Y profesionalmente? “Fue a los 13 años, cuando conocí a mi maestro Miguel Ángel Villanueva, a quien escuché tocar, luego fui a algunos de sus conciertos y entonces me quedó claro que sí se podía vivir de la música y que podía hacer una carrera”.

DECEPCIONANTE SEPARACIÓN

Ana Emilia Castañeda fue una de las alumnas más destacadas de Sergio Cárdenas Tamez, el exdirector de la Orquesta Sinfónica Estanislao Mejía (OSEM-UNAM), quien fue separado arbitrariamente de la agrupación por el Consejo Técnico de la FaM, bajo el argumento de que no quiso colaborar con el montaje de la ópera Reynaldo y Elina o la sacerdotisa peruana, obra del compositor mexicano Manuel Covarrubias, en enero de 2018.

¿Cuál es tu opinión de Cárdenas Tamez?, se le cuestionó a la joven instrumentista. “El maestro Cárdenas Tamez ha sido una persona muy importante en mi desarrollo, porque es de los maestros a los que más le he aprendido. En la FaM fue uno de los músicos a los que más le aprendí; él es un brillante músico de orquesta y la experiencia de ser seleccionada (por él) para ir a Berlín resultó muy enriquecedora”.

¿Es cierto que es un músico muy exigente o conflictivo? “Diría que el maestro Cárdenas es una persona que sabe muchas cosas; para él la música es algo realmente superior. Siempre vi en él a una persona que le gustan las cosas bien hechas. Sí, puede llegar a ser exigente, pero está muy bien justificado y los resultados hablan por sí solos”.

¿Qué opinas de su separación laboral de la OSEM-UNAM? “En verdad fue algo decepcionante… porque el maestro Cárdenas es un gran académico, de los mejores maestros que he tenido en la FaM; yo le aprendí lo que pude. Seguramente pude aprender más de él, pero las oportunidades no siempre se dan”.

¿Debería volver a la OSEM-UNAM? “Eso ya no depende de mí… son asuntos de la escuela y los alumnos estamos aparte de eso. Y, aunque tengamos una opinión, lo mejor es mantenernos al margen”.

LECTURA Y PINTURA

Ana Emilia reconoce que, además de vivir inmersa en la música, es una incansable seguidora de los libros de Yukio Mishima, de Julio Cortázar, Juan Rulfo y Virginia Woolf, aunque prefiere estar más cerca de la poesía, en particular de poetas como Francisco Hernández, David Huerta, Carlos Pellicer, Pablo Neruda y Lord Byron. “No creo que los músicos seamos personas aisladas. Hay algunos que así lo eligen, pero en mi caso prefiero mantenerme cerca de otras artes; por eso acudo a la poesía y a las artes visuales. Por ejemplo, recuerdo mucho la reciente exposición de Otto Dix en el Museo Nacional de Arte (Munal), que en verdad me encantó”, concluyó.

https://youtu.be/OmZjDORpvIM

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