domingo, 9 de septiembre de 2018

S19, realidad virtual en homenaje a la sociedad mexicana



Por: Rodrigo Riquelme

La tarde del 19 y la mañana del 20 de septiembre de 2017, despertó en los habitantes de la Ciudad de México un sentimiento que los hizo volcar su ayuda para atender el desastre provocado por un terremoto de magnitud 7.1 que dejó más de 300 víctimas mortales en al menos seis estados de la República Mexicana. Fue en esos momentos cuando Alan González decidió registrar este sentimiento y sus consecuencias mediante una cámara de realidad virtual.

El documental S19 es el resultado de este proceso de registro y, a un año del suceso que dio pie a su producción, podrá ser experimentado como la pieza central de la exposición S19 Corazón de México que tiene el objetivo de homenajear a la sociedad mexicana y su empatía en momentos de crisis como la que generó el sismo, la cual ha sido acogida por la Cineteca Nacional de la Ciudad de México, en donde será inaugurada el próximo 19 de septiembre y estará abierta al público de forma gratuita hasta finales de octubre.

“El documento es un homenaje a la sociedad. Ese es todo el objetivo del proyecto”, dijo Alan González en una entrevista con El Economista, en la esquina sur poniente del Parque México, en la Colonia Condesa, frente al edificio ubicado en la esquina de las calles Chilpancingo y Avenida México, el cual está próximo a ser derribado después de que sufriera importantes daños con el sismo y en el que se grabaron algunas de las escenas de realidad virtual que aparecen en el documental.


Al mismo tiempo, esta experiencia inmersiva busca llamar la atención sobre la relación entre los seres humanos y la naturaleza y los efectos de esta relación en un ámbito concreto como es la construcción de inmuebles en la Ciudad de México.

“Hace recordar que los mexicanos estamos para ayudarnos, que nuestro gobierno da igual, pero entre nosotros sacamos la casta en estos momentos trágicos. Al menos yo no vi a nadie que no estuviera ayudando”, dijo María José Guerrero, quien lleva viviendo nueve años en la calle de Chilpancingo, a una cuadra de la esquina del Parque México.

María José pasa todos los días frente al edificio dañado y, después de ver el documental, recuerda que las primeras semanas posteriores al sismo fueron lúgubres en la vida del barrio. “Después la vida sigue y es normal que se te vaya olvidando, pero cada tanto descubres una zona por la que no habías transitado y te sorprende ver edificios destruidos de nuevo, te recuerda lo que pasó y lo mismo hace el documental, no sé si sirva o no, pero de que mueve, mueve”, dijo.

S19 es un producto de Mariachi Films, compañía de producción audiovisual de Alan que hace tres años fue contratada por la trasnacional desarrolladora de software para realidad virtual EON Reality con el fin de probar la tecnología de realidad virtual en México. Gracias a estas pruebas fue que el director del documental decidió que tenía la responsabilidad de registrar mediante esta tecnología lo que para él es un suceso histórico que sobrepasa al sismo y que tiene más que ver con la empatía que se generó a partir de este fenómeno natural.


“Los desastres no son naturales, sino socialmente construidos”

A las dificultades de cualquier proceso de grabación se sumaron otras, dada la situación general de desastre en la ciudad. Los miembros del equipo de Alan no querían abandonar sus labores de ayuda para hacer pruebas tecnológicas sobre un producto que ni siquiera sabían si iba a resultar. El mismo Alan experimentó dudas durante la mañana del 20 de septiembre acerca de si su objetivo estaba justificado. A final de cuentas, ¿quién quiere grabar un video de realidad virtual cuando hay vidas que salvar y personas a las que ayudar?.

“La noche del 19 de septiembre le avisé a mi equipo que íbamos a grabar y me dijeron que eso no iba a suceder. Convencí a dos colegas de que esto era importante y comenzamos solo tres. Me llevó una semana más en que se recuperara el grupo entero. Eso fue algo difícil, me tardé en comunicarle al equipo que lo que estábamos haciendo era valioso”, dijo Alan. “Cuando volvimos el 20 y revisamos el material, fue tan espectacular que di la orden y nos quedamos 40 días rodando. Así fue como creció, de forma orgánica, desde ser primero una reacción de prueba tecnológica”, añadió.

El documental es la pieza central de una exposición que incluye el memorial fotográfico del terremoto del 19 de septiembre de 1985 del fotógrafo Jesús Villaseca, quien es un aliado clave de este proyecto de Mariachi Films, y una compilación de fotos de quienes ayudaron para atender la emergencia de hace un año con una curaduría de Christian Palma.



Se prevé que la pieza sea presentada en festivales internacionales y de acuerdo con Alan, el Museo de Arte Contemporáneo de Holanda quiere albergar en sus instalaciones la exposición completa, cuya inauguración en la Cineteca Nacional contará con la presencia de la próxima jefa de Gobierno de la Ciudad de México, Claudia Sheinbaum.

También habrá proyecciones en el marco del VR Fest 2018, un festival de realidad virtual que se llevará a cabo en la Fraternidad de la Universidad de la Comunicación del 28 al 30 de septiembre; en el Huerto Roma; Casa Chihuahua y en Cine Tonalá, en sus sedes de la Ciudad de México, Tijuana y Colombia.

Aunque el equipo de Alan le dijo que el formato de realidad virtual no servíría para un proyecto así, él decidió que lo que había que cambiar era la línea editorial con la que habían trabajado hasta antes del sismo. El productor había experimentado con esta tecnología durante dos años y conocía bien las limitaciones del formato, como el hecho de que no es posible hacer acercamientos o tomas a distancia, lo que obliga a grabar en el lugar exacto de los hechos.

S19 responde también a las necesidades de nuevos formatos que ayuden a generar sentimientos de empatía entre las personas, según las palabras de su director, cuyo primer documental, en formato tradicional, Mambo Taxi retrata la vida de los taxistas en la Ciudad de México. Alan y su equipo también han participado en una decena de proyectos culturales y comerciales de realidad virtual, incluido un documental sobre Mixquic.

La sobreproducción de materiales audiovisuales en formato 2D ha hecho que las personas hayan perdido la capacidad de atención. “La parte que tiene que capturar el VR es la parte humana y no la tragedia. Con esta tecnología, sí podemos transmitirle a la gente las cosas buenas que sucedieron en medio del desastre”, dijo Alan González.

El documento intenta concientizar sobre un aspecto que Lorenzo Meyer, reconocido historiador mexicano que se convirtió en el mentor editorial del proyecto, menciona en una de sus participaciones y este es que: “Los desastres naturales no existen, sino que son socialmente construidos”, lo que implica que sismos como el del 19 de septiembre de 2017 y el que sucedió 30 años antes son fenómenos sociales que pueden ser vistos desde muchas aristas: la del gobierno y los funcionarios públicos, la de la ciudadanía, la de las víctimas y los damnificados, la de los arquitectos y académicos y hasta la de las instituciones de emergencia, como el Servicio Sismológico Nacional y la agrupación de rescatistas Topos.

“Diseñamos una metodología desde lo técnico para saber cómo ejecutar algo así y decidir, de forma editorial, para qué sirve y para qué no sirve esta tecnología. Creo que en este caso, se detonó un comportamiento de empatía y ayuda y yo sabía que iba a durar un momento, por lo que decidí poner al servicio de ese comportamiento la tecnología, para poder tener un referente sobre cómo nos comportamos. Como dice el doctor Meyer, las tragedias no son naturales, son socialmente construidas. Lo que significa que esos cambios nos afectan a nosotros, no al planeta”, dijo Alan González.

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