Por: Ricardo Quiroga
Este sábado 26 de enero, el Museo Experimental El Eco
da inicio a su ciclo de exposiciones del 2019, vinculadas una con la otra en
términos coyunturales, con la inauguración de dos muestras: Piedra volcánica,
un trabajo hecho por el fotógrafo Pablo López Luz ex profeso para la pinacoteca
del Museo El Eco, y Decir densidad mineral, un recorrido por la distintiva obra
acromática de la artista plástica Beatriz Zamora.
Para dar espacio explicativo suficiente para ambas
exposiciones, esta nota se limitará a abordar la primera propuesta expositiva y
en una entrega próxima se dará espacio para la segunda mencionada.
Piedra volcánica
En la Sala principal del museo diseñado por Mathias
Goeritz en este momento se monta Piedra volcánica. Son 52 obras fotográficas en
blanco y negro. Una de ellas, la única más grande, mide 40 por 50 centímetros.
Se trata de la imagen del volcán Paricutín que dará la bienvenida a los
visitantes en la recepción de la planta baja del recinto. Las otras 51 miden 30
por 40 centímetros y se alinean en un horizonte bien definido que parte en dos
los altos muros de la sala.
Es un ensayo fotográfico que propone exhibir la
tensión formal entre naturaleza y urbanización en distintos tiempos de la
Ciudad de México. Da constancia de la arquitectura, la rugosidad de los muros y
la convivencia arquitectónica y natural en terrenos sinuosos de zonas de la
urbe, como la del Pedregal, cuyo terreno característico fue creado por la
erupción del volcán Xitle hace aproximadamente 1600 años.
Esta documentación fotográfica se remonta a los
distintos proyectos de urbanización de la ciudad a partir de las piedras
volcánicas de la región. Permite estudiar, casi que con lupa, cómo la conquista
del terreno volcánico del México posrevolucionario germinó una propuesta
arquitectónica modernista única.
Un triunfo y un desafío
Al respecto, el artista gráfico Pablo López Luz
explica: “en una conversación con David Miranda (curador de la muestra) y con
el equipo de El Eco, surge la idea de montar una exposición que estuviera
conectada al espacio en sí y a su arquitecto. De ahí surge el proyecto que
parte de la piedra volcánica como un elemento presente a través de la historia
de la Ciudad de México, desde la primera arquitectura que se conoce, hasta la
contemporánea: las pirámides de Teotihuacan o Xochicalco y la remodelación que
actualmente se hace del Museo Anahuacalli con piedra volcánica”.
Recuerda que la temática se pensó, de inicio, en los
años en que Goeritz diseñó El Eco, que eran los mismos del auge de la piedra
volcánica como material recurrente de la expansión de la ciudad, en particular,
del desarrollo del Pedregal y de la construcción de Ciudad Universitaria, a
partir de la década de los años 50.
“Más adelante, trabajando en el proyecto, empiezo a
pensar en otros espacios más contemporáneos o antecesores. Me doy cuenta que
(la piedra volcánica) está presente en toda la historia de la ciudad. Entonces
decidimos abrir la temática hacia una narrativa que está presente desde que la
ciudad se imagina por primera vez”, señala.
Más tarde fue a partir de textos sugeridos por el
curador, recuerda López Luz, que decidió agregar a la propuesta narrativa
visual una problemática urbana y no únicamente la de un paisaje. De ahí que las
fotografías también den constancia sobre los efectos de la presencia humana
irreversible, y su crecimiento, como desafío del otrora paisaje natural.
Explica que “las imágenes están muy bien
seleccionadas. Dan una muy buena lectura del proyecto. Hay imágenes de
paisajes, porque el proyecto inicia desde el volcán; hay de jardines de lava,
hay un enfoque muy fuerte en la parte arquitectónica y, de repente, hay
únicamente muros y fachadas”.
Un horizonte
La manera como se plantea esta primera exposición, que
podrá visitarse en la Sala principal hasta el 24 de marzo, está pensada como
una instalación. “Es un hilo conductor. Una línea que corta a lo largo del
espacio con una narrativa específica fotográfica. Las imágenes van cambiando:
te van llevando por diferentes zonas de la ciudad y también por momentos
históricos. El número de imágenes es el específico para El Eco, su tamaño
también y el color de los muros, que también se cambió para la exposición.
Entran las imágenes exactamente en el muro, lo más cercanas posible, para que
se vea esta propuesta dura de una línea horizontal que lo parte”, finaliza.
En una tercera sala, el Museo Experimental El Eco
presentará una serie de documentos históricos relacionados con el tema del
desarrollo urbano a pesar y a partir de la piedra volcánica que ayudarán al
espectador a dimensionar el linaje de la problemática, de la misma manera que
se exhibirá obra gráfica de los artistas Dr. Atl, David Alfaro Siqueiros y
Lucas López, así como de los fotógrafos
Arno y Bruno Brehme.
No hay comentarios:
Publicar un comentario