domingo, 3 de febrero de 2019

Piden apuntalar red de bibliotecas

El foro, dijo Anaya, se realizará en la sede de la Caniem. Foto: Paola Hidalgo

Por: Juan Carlos Talavera.

Es bueno que en México tengamos un sistema público de bibliotecas, pero necesitamos que se les dote de presupuesto. No puede ser que las bibliotecas vivan de la donación”, dijo a ExcélsiorCarlos Anaya Rosique, presidente de la Cámara de la Industria Editorial Mexicana (Caniem) antes de anunciar que será el próximo 27 de febrero cuando se lleve a cabo un foro de políticas públicas sobre la red del libro.

Aseguró que uno de los pendientes en torno a las bibliotecas radica en que éstas no se surtan a partir de donaciones. “No es posible, las bibliotecas no pueden estar a expensas de ver quién dona libros, sino que éstas deben contar con programas de adquisiciones, tener libros de fondo y novedades”, añadió.

Dicho foro estará integrado por cinco mesas: El Estado como editor y su papel en el fomento de las escrituras, las lecturas y la industria editorial; Democratización de la cultura: distribución y comercialización del libro; Fomento a la creación y la cultura del libro; Escrituras, lecturas y lectores; y Entornos digitales y fortalecimiento del acceso a los libros.
Nuestra intención es que distintos sectores de la sociedad puedan presentar ideas y propuestas, y que los legisladores nos escuchen para sumar voluntades a un proyecto de política pública integral. Podemos seguir insistiendo en la tasa cero del IVA para las librerías, pero eso es sólo una parte de la política pública que tiene que ver con apoyos fiscales y subsidios”, detalló.
Sobre el tema de las bibliotecas, Anaya Rosique señaló que aunque existen grandes bibliotecas en México, éstas no siempre están surtidas. “En muchos lugares del país tenemos bibliotecas vacías, con libros que no dicen nada a nadie, son espacios que se han convertido en lugares para hacer la tarea”, expresó.
Pero las bibliotecas son organismos vivos y, si la gente sale de trabajar a las seis, éstas no pueden cerrar a las seis; es decir, la biblioteca tiene que dar servicio a los trabajadores para que cuando salgan (de trabajar) acudan a ella, o la biblioteca no está cumpliendo su función”, advirtió.
 También habló en torno al Instituto del Libro. “Yo no veo mal la creación de un instituto. La pregunta es: ¿qué significa un instituto, cómo se dirige y si es parte de un aparato estatal o un organismo de la sociedad civil? Estos son los elementos que uno tendría qué discutir para saber qué significa y cuáles son sus alcances”.

Habría que ver si el Instituto del Libro es el que define la política del libro, desde la visión de Estado, o si dicho ente propicia el desarrollo de todos los actores del mundo del libro, desde la sociedad civil, instituciones gubernamentales y propicia este desarrollo.

Recordó que en los años 70 se planteó algo similar a este instituto, pero llevaba el nombre de Comité para el Desarrollo de la Industria Editorial y Comercio del Libro, el cual tenía una gran intención, pero su gran problema fue que sólo estaba atado a voluntad de las autoridades y no tenía el compromiso de atender las políticas que dicho organismo —que no era autónomo— debía realizar”.

También se le preguntó por la posición de Caniem frente al desglose presupuestal en el PEF 2019. “No está totalmente definido y pongo un ejemplo: el presupuesto que la Comisión Nacional de Libros de Texto Gratuitos (Conaliteg) requiere para su funcionamiento y el cumplimiento de sus programas es de aproximadamente tres mil 300 mdp. Pero lo que el Congreso le autorizó fue mil 960 mdp. Esto significa que faltan mil 340 millones. Lo que sí sé es que no se pueden llevar a cabo todos los programas que la Conaliteg tiene que lleva a cabo”.

¿Cómo le afectaría esa reducción a Conaliteg?, se le cuestionó. “Pregunto si pensamos que algunos de los 26 millones de niños que tienen libros se quedarían sin éstos. Yo lo veo inviable. Los niños deben estar en el centro y tener los libros que les debe tocar. No veo la posibilidad de que no haya ese presupuesto. Creo que debe haber reasignaciones de presupuesto porque son programas que cumplen una función social”.

Y añadió: “No podemos dejar a los niños sin libros, porque incluye los programas de preescolar, primaria, secundaria, telesecundaria, de educación indígena y de braille. Esos programas no pueden estar sin recursos suficientes para dotar a los niños de los libros. Estoy seguro de que se encontrarán los recursos suficientes”, concluyó.

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