domingo, 3 de marzo de 2019

Ignacio Ortiz Monasterio disecciona a Arreola en “Anatomía de La Feria”



Ignacio Ortiz Monasterio entrega un desglose a partir de elementos como la estructura y reúne valientes genéricas, modos y formas del texto; se trata de un texto de textos, con condiciones propias, que tienen la intención de hacer más certero el concepto, señaló Eduardo Langagne al hablar de “Anatomía de La Feria”.

El libro fue objeto de una reflexión del poeta Langagne, quien añadió que el plano de los personajes, que en su sabiduría guardan numerosos dichos, como “El Quijote”, deja ver que dicho texto es una síntesis de la sabiduría popular que desde la memoria de Juan José Arreola permea esa peculiar y exquisita novela mexicana del siglo XX.

“Anatomía de La Feria” (2018), con prólogo de Hernán Lara Zavala, abundó el vate, hace recordar una frase de Arreola: “La gramática viene después del lenguaje”.

Anotó que Lara Zavala escribió que es un estudio serio, exhaustivo, sensible e inteligente, y a su vez, Langagne miró el prólogo para decir que disecciona, hace cortes transversales, acerca planos e instaura puntos de vista con adecuada paciencia y claridad expositiva.

En sus 88 páginas, dijo a Notimex, es una lectura que participa en el siempre necesario homenaje lector a una de nuestras voces más importantes y vigentes, indispensable del siglo XX, y uno de los más inquietantes predecesores de una literatura que sigue gestándose generación tras generación. Al tiempo que es referencia, es una de las expresiones en las que México ha tenido mayor brillo.



Por su parte, para los editores, leer la única novela de Juan José Arreola, “La feria”, "es en principio tan simple como asistir a una fiesta popular. Basta estar ahí, avanzar por un texto que se entrega con absoluta sencillez y plenitud, para disfrutar. La lectura más somera de esta obra puede ser del todo satisfactoria: provechosa por grata”, sostuvieron.

Su análisis metódico revela una estructura compleja y un funcionamiento muy elaborado. El sistema emisor, por llamarlo de algún modo, se divide en tres estratos distintos pero comunicados; el órgano cósmico produce una variedad de humores que irriga cada uno de esos estratos. Esta anatomía diseca pacientemente y despliega de manera ordenada y “visualmente” atractiva las numerosas partes que componen la novela de Arreola.

La novela, que minutos después fue presentada hoy en el marco de la 40 Feria Internacional del Libro en el Palacio de Minería (FILPM) que este domingo concluirá, ofrece cortes como si fueran dibujos detallados a color sobre láminas de plástico transparente. Y de la misma forma que los aparta para entenderlos, reincorpora órganos importantes estudiando el modo en que se articulan y funcionan en conjunto.

Ignacio Ortiz Monasterio estudió Letras en la Universidad Iberoamericana, es maestro en Creación Literaria y Edición por Emerson College, adonde asistió con el apoyo del programa Fulbright. Ha sido becario del Fondo Nacional para la Cultura y las Artes (Fonca) y del Instituto Nacional de Bellas Artes (INBA). Sus textos han aparecido en México y Estados Unidos.

NTX/JCC/ACJ

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