Con el objetivo de fomentar la cultura del escucha a través de la relación entre diferentes disciplinas artísticas, y como un reconocimiento a la trayectoria y vida de Jazzamoart, el pintor mexicano celebró el encuentro “Jazzamoart, pintar la música”, en el que compartió experiencias de vida y conquistó a los asistentes con su peculiar manera de hacer arte.
En entrevista con Notimex, el creador habló de la importancia que el género jazz ha dejado en su vida y cómo cambió su manera de percibir y hacer arte. “Desde niño surge mi amor por el jazz como un legado que me dejó mi papá, él escuchaba mucho esa música. En la peluquería, algo que no me tocó vivir, tocaban jazz”.
Javier Vázquez Estupiñán, mejor conocido como Jazzamoart, es un artista visual mexicano conocido por su labor en el arte de pintar la música, un trabajo que lo ha llevado a trabar con grandes exponentes del jazz, así como a formar parte de las galerías y museos más importantes del país y de Estados Unidos.
Fue en 1974 cuando el maestro Javier Vázquez adoptó el sinónimo de “Jazzamoart” como la palabra que fusiona “la mezcla perfecta entre jazz, amor y arte, es una ideología, una bandera y un tríptico de palabras, y es una razón de vida, también todos los días hay que vivir con pasión, amor, con arte y jazz”.
Con mucha emoción Jazzamoart recordó sus inicios como un pintor del jazz, que comenzó por desarrollar su gusto por plasmar este género luego de asistir a varios clubes, donde pintaba a los músicos y hacía copiados de fotografías.
“Poco a poco dije, ‘esto es ser músico, ahora vamos a pintar su música’, y entonces empecé a hacer análisis y a leer libros de música, estudiar un poco teoría, historia y todo eso. Había muchas relaciones que eran saludables porque había muchos músicos que les gustaba la pintura e incluso varios músicos de la historia también han sido pintores.”
Jazzamoart consideró que el jazz en la actualidad se encuentra en buena forma tanto en México como en el resto del mundo. “Está perfectamente vivo y cada día hay más... en México hay ahorita una fiebre maravillosa de lugares donde se toca jazz, ojalá todos duren y no sea nada más una llamarada de petate”.
De igual forma, el artista celebró una sesión de improvisación en la sala Murray Schafer, ubicada en las instalaciones de la Fonoteca Nacional, donde compartió con los asistentes las maravillas de pintar la música, y recordó cómo fueron sus inicios en esta labor.
Dicho encuentro estuvo moderado por el antropólogo especialista en jazz, Pablo Ivan Argüello, quien se considera gran admirador del trabajo de Jazzamoart. También se contó con la presencia de las músicos Ana Ruiz, Adriana Camacho y Alda Artita, quienes acompañaron al maestro con una breve improvisación musical.
NTX/GDH/ACJ
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