Celebración de vidas: "Señoras.Una historia de mi madre y sus amigas".

Por: Roberto A. Valenciano Capín

En primera instancia, he de reconocer que son de estas invitaciones a ver teatro que sin más agradeces, para uno que no tiene esta afinidad a este arte escénico.

Es lo que paso con esta obra "Señoras. Una historia de mi madre y sus amigas. ¿Donde estarán nuestros tiempos?", bajo la dirección de la creadora escénica Sayuri Navarro/ Monos Teatro.

Una puesta en escena que se presentó en una corta temporada en el teatro Polivalente del CEART.

Una obra que no solo se vuelve en este interesante ejercicio escénico, sino más bien,  el  compartir estas tres historias de vida de estas mujeres guerreras: Mary Leyva, Irma Téllez y Josefina Rivera,  todas bajo la directriz de Sayuri Navarro.

Tres mujeres, tres madres, hijas, abuelas, soñadoras, tres guerreras que han decidido, sin ser actrices, poner en el escenario, no solo su hogar, sus deseos, sino estas ganas de compartir, importa el gusto.

Desde un principio se sincerizan, honestidad de su primera presentación en escena.

A partir de esta escrituración de sus universos a través de pautas que van desde: ¿Qué le gusta de San Luis Potosí?, Edad para cumplir sus sueños,  ¿Qué es una señora?, concepto de familia, significaciónu de los hijos.

- No es solo recuperar esta intimidad, sino estos dolores, alegrías, silencios, soledades-.

En escena, tres historias de vida, que no solo conmueve, sino también invita a reflexionar sobre nuestra condición como personas. Como se dice el poner el corazón en la mano.

Una obra que no solo permiten sino más bien compartir sin cortapisas esta intimidad, un ejemplo de ello es cuando hacen esta dedicatoria respetuosa a estas señoras, sus respectivas madres, con quienes póstumamente las invitaron a cantar, a bailar, hasta fumarse gustosamente un cigarrito, o que decir de esta lectura de esta carta de su madre.

Una obra que  evita el tono melodramático y apuesta por un lenguaje que potencia este reconocimiento no solo a lo femenino, sino también a celebración de la vida.

Como me comentaría un gustoso del teatro. Un ejercicio escénico, digno de celebrarse.