El Museo Federico Silva Escultura Contemporánea invita a la inauguración de la exposición "Archipiélago II" de Ángela Gurría, Marian Láscaris, María José Lavín y Luz Zaga, en , el viernes 20 de septiembre a las 21:00 horas, entrada libre.
En esta ocasión, el Museo Federico Silva presenta a estas cuatro mujeres escultoras que son referentes de trascendencia, de belleza y de poder hacedor. Sus obras conforman un archipiélago que se alza en medio del océano inmaterial de la atemporalidad, para convertirse en señales de la territorialidad del tiempo: cada pieza elegida es una isla; es decir, una voz propia, sólida, coherente.
Ellas logran integrar fórmulas equilibradas de torsión física, equilibrio plástico, organicidad o geometrismo naturales, solidez y capilaridad, color y camuflaje, suavidad y aspereza, evidenciando que sigue habiendo manera de sonreír y levitar ante los embates de una sociedad tan irreconciliada consigo misma como la nuestra: evocación filo-arqueológica de Ángela Gurría, refinamiento minimalista de Marina Lascaris, ansiedad escapista de María José Lavín, transparencia laminada de Luz Zaga.
Ángela Gurría, discípula de Germán Cueto, decana de la escultura en nuestro país, se hizo acreedora al Premio Nacional de Ciencias y Artes en 2013. Al menos desde 1968 forma parte del paisaje urbano de la capital de la República, pues su obra monumental Señales, originalmente instalada en la glorieta de San Jerónimo y Periférico daba inicio a la Ruta de la Amistad (corredor escultórico de 17 kilómetros lineales). Es reconocida por su pulcritud abstracta con acentos prehispánicos, de notable sencillez y ligereza, que urde un geometrismo personal. Gurría en un inicio firmaba con pseudónimo masculino (Alberto Urría o Ángel Urría). Es la autora de la canción El día que me dijiste – El día que me dejaste, interpretada por Chavela Vargas en el primer álbum de la cantante costarricense. Entre sus obras más sobresalientes destaca el Homenaje a Benito Juárez en la sede de las Naciones Unidas en Nueva York (1973); Tzompantli en el CENART (1993, Ciudad de México); y Espiral en Bogotá (1994). Su torrente Río Papaloapan (1970), listones metálicos esmaltados girando sobre sí mismos, es emblema y signo del Museo de Arte Moderno de la Ciudad de México, recibiendo en el quicio de la puerta misma a los visitantes del recinto; mientras que en su interior será otra composición suya, Nube (1973), en mármol apenas devastado, el marcador de nuestra ruta.
Marina Lascaris griega por nacimiento, residente en México desde 1976; en sus propias palabras "su lenguaje es abstracto y sus formas orgánicas". Madera, mármol, bronce, son los medios y los soportes de su sensualidad ilustrada, de su reflexión en movimiento que demuestra la flexibilidad de la materia cuando quien la anima e insufla dispone de espíritu vibrante. Investigadora profunda de los ritmos de las formas, de los mecanismos de expresión de esos sólidos a punto de hacerse oír y desde ya haciéndose sentir. Su lenguaje invoca las mareas y las olas, tiene en el mar a su más entrañable protagonista.
María José Lavín y la manera de eludir los dolores del cuerpo, para evitar se transforme en un fardo; de tal suerte que las anatomías van perdiendo sus contornos, como si así se mitigasen los embates de la enfermedad. Habrá siempre entonces, un escapismo allende los límites, capaz de hacer caso omiso de ese desasosiego que campea de cabo a rabo el organismo que se resiste a ser cadáver o, al menos, a quedar reducido en depósito de afecciones y pesadumbres.
Luz Zaga, escultora proveniente de la psicología y la educación superior que se topó finalmente con su vocación constructiva. Artífice del metal y sus torsiones –si bien ha empleado madera, vidrio y cerámica- hasta consolidar un lenguaje del vacío, de ese intangible que hace las veces de gozne entre macizos y sólidos. Allí radica su distinción: en el juego y paso de la luz, filtrada y propulsada a través de cárcamos figurados, recordándonos que para que los materiales se han reconocidos y no sólo vistos, requieren de una tregua en la sucesión de masas o "bultos".
La exposición Archipiélago II se encontrará expuesta en la sala temporal del Museo Federico Silva Escultura Contemporánea, del 20 de septiembre hasta el mes de febrero del año 2020. Por lo que se invita al público a que asista a tan magna exposición.
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