miércoles, 11 de septiembre de 2019

" La isla de mi padre " de Alfonso Badillo Dimas


Por: Roberto A. Valenciano Capín

Los viejos nos quedamos solos
Sin aliento
Aunque a veces vemos que nuestra piel
Cuelga en la pared preferida
Y recordamos sus nombres
Y los vemos correr y gritar por los pasillos
Por los corredores amplios...

A través de estos corredores de la memoria y el homenaje, es como el poeta Alfonso Badillo Dimas presentó el poemario - La isla de mi padre-, en la Casa Ramón López Velarde y de la sexta edición del Festival Internacional de poesía Abbapalabra.

Para esta presentación editorial se tuvieron los comentarios del maestro y poeta Mario Alonso y del periodista y poeta chileno Iván Quezada.

Para el también director de este importante festival poético, Mario Alonso, este poemario lo remitió a que su padre también fue migrante.

De ahí que "este libro que es el  fruto del trabajo de un autor reflejando la experiencia de vida que debe de ser la palabra", comento Mario Alonso.

"Paisajes, lugares, fechas, nombres y personas de un profuso ayer y de un enamorado presente, conforman la latitud ontológica que nos acera Alfonso Badillo Dimas. Y como buen poeta que es, sus poemas nos invitan a caminar con ellos, a dialogar con su herencia de sangre y raíz, a sentirnos parte de esa geografía de luces que encienden sus textos, como si crearan un hito de insondeable claridad".  Piero de Vicari.

El poeta, editor y periodista chileno Iván Quezada, en primera instancia se refirió que es importante lograr que Chile y México tengan un vaso comunicante y ser países hermanos, de este tenemos muchísimas cosas en común y creo podemos atender".

Con respecto al poemario comentó  que estamos ante un virtud, ya que "este libro que tiene garra y que tiene corazón.  Creo que tiene un mensaje de fondo, el cual yo digo que es la columna vertebral. Este no es un libro de opinión para leerlo de manera saltada, pero si se puede ser en que uno puede elegir un poema u otro y seguir leyendo de manera azarosa. Yo creo que es un libro para leerlo en orden, de principio a fin, porque contiene más allá de las figuras, de las metáforas que se componen los textos, tienen una historia que es una situación de hechos y situaciones, sino es la historia del sentimiento que ha unido al escritor con su padre a lo largo de los años,  y esta cierta recapitulación, ahora que se acerca el final de la vida de su padre, y el hijo tiene de alguna manera tomar la posta".



El autor describe a este poemario "es evidentemente biográfico, con algunas pinceladas de ficción, pero en sí,  trate yo de hacer una serie de reminiscencias fuertes y dolorosa, a veces alegres pero en su mayoría como dice Piero, a veces con una carga de dolor y nostalgia", así describió el creador de este cuarto libro que se unen a  -Cometa-, -Veneros de la batalla- y  -La Pez-.

Al dar testimonio el autor, al dar lectura a varios de sus poemas, como también dar a conocer esta parte poca conocida del poeta tamaulipeco como es el canto, para compartir el corrido de Laredo,  él cual le cantaba su padre.

Un poemario que esta integrado por una veintena de poemas y que es  publicado por la editorial chilena,  El Español de Shakespeare.

Alfonso Badillo Dimas es originario de Matamoros, Tamaulipas, pero registrado en el municipio de Ébano, San Luis Potosí, en donde realizó sus primeros estudios hasta concluir el nivel medio superior. Posteriormente se trasladó a la capital potosina para cursar la licenciatura en Economía en la Universidad Autónoma de San Luis Potosí y después realizar una maestría en Administración Educativa en el Centro de Altos Estudios Pedagógicos y Educativos.




Cuenta con estudios en el ámbito literario como un diplomado en "Creación Literaria", en el Instituto Potosino de Bellas Artes (IPBA), y un diplomado en "Actualización profesional en narrativa contemporánea", en el Centro de las Artes de San Luis Potosí (CEART),  entre otros.

El Festival Abbapalabra surgió en 2005 en San Luis Potosí y su reto central es acercar la poesía a las personas. Sus creadores, Mario Alonso, Julio Ceballos Vega y Álvaro Mata Guillé, lo han llevado a diversos lugares, como escuelas, museos y reclusorios, como también a países como Argentina, Costa Rica y España.

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