El 2020 será el año de Leona Vicario (1789-1842), mujer insurgente de la Independencia de México y una de las primeras periodistas del país, según el decreto por el que se declara al 2020 como “Año de Leona Vicario, Benemérita Madre de la Patria”, publicado el 30 de diciembre del 2019 en el Diario Oficial de la Federación.
Este documento señala que, por propuesta del Congreso de la Unión, se realizará una serie de actividades en torno a la figura de Leona Vicario, cuyo programa será establecido por el poder Ejecutivo Federal en coordinación con los Poderes Legislativo y Judicial Federales y los órganos Públicos Autónomos.
Asimismo subraya que en toda la documentación oficial de las dependencias y entidades de la Administración Pública se inscribirá la leyenda: 2020, Año de Leona Vicario, Benemérita Madre de la Patria.
Y agrega, “en estricto apego al principio de distribución de competencias, se invita a los demás Poderes de la Unión, Órganos Constitucionales Autónomos, entidades federativas, municipios y demarcaciones territoriales de la Ciudad de México a adherirse al presente Decreto”.
PERSONAJE. María de la Soledad Leona Camila Vicario Fernández de San Salvador nació el 10 de abril de 1789 en la Ciudad de México; fue hija única del matrimonio de Gaspar Martín Vicario —un empresario español— y Camila Fernández de San Salvador y Montiel.
En el libro Mujeres protagonistas de nuestra historia, editado por el Instituto Nacional de Estudios Históricos de las Revoluciones de México (INEHRM), la investigadora Alicia Tecuanhuey Sandoval escribe que Leona recibió enseñanza en su casa, “como lo hacía un pequeño número de jóvenes ricas. La madre, Camila Fernández de San Salvador y Montiel, como toda esposa de un próspero y prestigiado hombre de la época, quedó al cuidado de la educación de la pequeña Leona”.
“Leona Vicario tuvo la oportunidad de ser una mujer distinta a las mujeres de su generación. Tuvo una formación integral y crítica de carácter humanístico. Además, le tocó vivir en un contexto donde la Ilustración llegó a nuestro país y las luces abrían una brecha en medio de 300 años del obscurantismo al que nos tenía condenado la época virreinal”, dijo el historiador Alejandro Luévano en el homenaje que rindió el Instituto Nacional de Bellas Artes y Literatura por su 177 aniversario luctuoso, el pasado 22 de agosto.
Esa posibilidad de estudiar, agregó, de allegarse de fuentes, así como el convivir con personas que estaban en el primer escenario del movimiento independentista, hacen que Leona Vicario se sume a una conspiración que se mantenía en la Ciudad de México, pero que era tan poderosa que tenía redes construidas con Querétaro, Guanajuato y Valladolid, entre otros”.
Por ello, Leona Vicario invirtió su riqueza en proveer a los ejércitos del movimiento, así como a recopilar la ropa, comida y correspondencia que enviaba a los principales líderes insurgentes, por lo que fue nombrada como la Correspondiente general del movimiento o Correo principal, labor que desempeñó en la clandestinidad durante tres años.
Asimismo, Leona Vicario publicó en los periódicos insurgentes El Ilustrador Nacional y El Ilustrador Mexicano. “Dedicó buena parte de su tiempo a recoger noticias de los movimientos planeados por los españoles para combatir a los insurgentes, que transmitía mediante heraldos secretos e informes en clave”, en los que utilizaba seudónimos y de los cuales ella adoptaría el nombre de Henriqueta. “Sus biógrafos insisten en señalar que Leona dio la noticia en México de que los insurgentes acuñaban moneda propia”, escribe Tecuanhuey Sandoval.
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