Por: Juan Carlos Talavera
El exceso de televisión y de computadora está achatando la curva de la imaginación de niños y jóvenes, pero este achatamiento no es positivo porque los debilita y les impide conocer su interior”, afirma la editora Paola Santos, quien sugiere algunos libros para mantener alerta a esos niños que hoy deben estar confinados a causa del covid-19.
"No encontrarán esos mundos en una pantalla, sino en los libros. Hay que tomar un libro y leerlo con nuestros hijos, porque es una buena terapia en estos momentos”, detalló la coordinadora del sello Loqueleo de Santillana, quien recomendó títulos como Cuentos zen para meditar en shorts, de Jon J. Muth; Renata y su gato, de Aline Petterson; Dori fantasmagori, de Abby Hanlon y Ana, ¿verdad? y Yanka, yanka, de Francisco Hinojosa.
"En tiempos de incertidumbre no es conveniente exacerbar la inseguridad, buscando cosas que no tenemos o situaciones que no podemos vivir. Lo que sí tenemos es un libro en la casa, porque un libro es la puerta para salir a la calle de la imaginación, mientras no podemos físicamente”, explicó en entrevista.
"Los libros contribuyen a que niños y jóvenes no sólo sean espectadores de lo que está pasando (en torno al covid-19). El libro ayuda a que el niño se vuelva creativo, que tenga su propia opinión y pueda observar dentro de sí mismo respuestas de lo que está sucediendo y así puede intervenir en la realidad para transformarla”, agregó.
Para esta ocasión, detalló Santos, “quería compartir dos libros que muestran cómo el poder de la imaginación sirve para enfrentar adversidades, porque la fantasía y la imaginación son herramientas con las que jóvenes y niños construyen una fortaleza, que también les servirá cuando sean mayores. Así que los libros son un complemento indispensable que deben tener y, justamente, papás y maestros podrían acercarles buena literatura, para hacerlos fuertes y enfrentar cualquier adversidad”, dijo.
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