jueves, 23 de julio de 2020

Los que danzan piden ayuda; pierden condición física al llegar a los 40 años



Por: Rosario Manzanos

La danza es una carrera feroz. Los bailarines pierden condiciones físicas al llegar a los 40 años y aunque en la danza contemporánea modifican sus acciones para tratar de permanecer en forma, el foro, sin dudarlo, es implacable.

¿Qué hacen los bailarines cuando ven terminada su carrera como intérpretes? Una buena parte labora como maestros, otros optan por la coreografía, los más quedan en el más triste desempleo y sin derecho a una pensión.

Con la reconocida coreógrafa y bailarina Lidya Romero como líder, ha surgido un movimiento dentro de la danza contemporánea para exigir al gobierno la posibilidad de que se otorgue pensiones dignas a personas dedicadas de una u otra forma a la danza.

Nadie en su sano juicio, dudaría sobre esa necesidad vital para quienes han dejado su vida en una actividad muy poco reconocida en México, pero es crucial evaluar qué ha sucedido dentro del gremio para que esté en tan precaria situación.

Lo primero que hay que decir que el de la danza, es un gremio voraz y poco eficiente en su organización. En todo caso habría que establecer asociaciones que velen por: derechos de autor, seguridad social, entendida ésta en su concepto más amplio.

Enemigos inútiles, coreógrafos, bailarines y grupos nunca han logrado una unión sistemática y permanente, vamos un sindicato o sociedad. Pelean por derechos de forma individual y jamás como un verdadero equipo.

Es vital apoyar a aquellos bailarines que viven en situaciones precarias, pero es incorrecto que se les otorgue becas de creadores a los que no lo son y que múltiples apoyos sean arreglados “en corto”, y aunque merecidos, no son sometidos a concurso ni son transparentes.

Es obligatorio que los estímulos se den con base en la ley y en trayectorias probadas y así, asignar los recursos de forma más eficiente. No se trata de que porque bailaste o hiciste ciertas piezas y eres mayor de 65 años te toque un estímulo especial, existen otras profesiones que también están en áreas de gran informalidad y que no reciben ningún tipo de ayuda y es claro que los apoyos son limitados.

Hay que poner fin a perpetuar la opresión laboral que conlleva a la informalidad y falta de derechos en la danza.


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