¿Quién fue Wicha Pancha o Wicha la mala? ¿Por qué su nombre ha sido borrado de la historia de la música mexicana? Wicha Pancha fue una intérprete de música ranchera que desafió los modelos de género imperantes en el mariachi, en una época en que en nuestro país no existía ni la mínima apertura hacia los temas de identidad sexual.
Quizás precisamente por ello, Wicha fue borrada de la historia de la música ranchera mexicana. Pero cuando parecía definitiva su sentencia al olvido, aparecieron en el tianguis del Chopo unos documentos que dan fe de su existencia y que han guiado al equipo de CroMagnon, en medio de la pandemia, hacia una investigación sin precedentes.
El resultado es la pieza-documental Wicha la Mala, estrenada este junio, en el mes de la diversidad sexual, por Cultura UNAM, a través de la Dirección de Teatro, Prince Claus Fund y la Compañía CroMagnon. Este trabajo consiste de tres episodios que el público podrá encontrar en www.teatrounam.com.mx, durante lo que resta de junio y todo julio. La obra es apta para adolescentes y adultos.
CroMagnon es un ensamble de artistas escénicos que reflexionan sobre temáticas de género desde la intersección entre la música, el teatro y el performance. En esta época de confinamiento nos entregan el documental Wicha la Mala, que consta de tres episodios elaborados a partir de entrevistas, testimonios, fotografías, periódicos y algunas presentaciones videograbadas de Wicha Pancha.
Para elaborar su documental los integrantes de CroMagnon partieron de la siguiente pregunta: ¿En qué medida nuestro modelo de masculinidad se ha construido alrededor de los íconos de la música ranchera? La pregunta no es nueva, mucho se ha dicho sobre la cultura machista en el cine y la canción mexicana pero, ¿cuánto se ha hablado de los íconos disidentes que fueron censurados por presentar un contrapunto a la tendencia dominante?
“El documental Wicha la Mala narra el descubrimiento de un personaje llamado Luis Francisco Osorio alias Wicha Pancha, una performancera trans que comenzó su carrera en los años 70 interpretando y componiendo música ranchera”, explican los integrantes del colectivo.
Según su investigación, todo comenzó con un vendedor del tianguis del Chopo que, en medio de la crisis por el COVID-19, entre basura y objetos dignos de museo encuentra un par de VHS y un cassette pertenecientes a la misma Wicha Pancha. El material era inédito y confirmaba la existencia de la intérprete, esos objetos representaron las huellas fundamentales que desencadenaron una investigación profunda y minuciosa.
Tras la aparición de algunos testigos y amigos cercanos, CroMagnon se hizo de un pequeño archivo de Wicha Pancha que realmente es un huacal de madera con artículos personales (fotos, diarios, ropa). Finalmente, la compañía contacta a Ezequiel Ramos, un investigador que ha publicado un ensayo académico sobre la Wicha y juntos comienzan el trabajo del video documental.
Los tres episodios de Wicha la Mala revelan a un personaje complejo e interesante, CroMagnon y el investigador Ramos la perciben como una performer multidisciplinaria con una fuerte postura crítica y política completamente adelantada a su época. Una artista que vive abiertamente su pansexualidad en un género musical predominantemente machista. El documental intenta retratar la censura, discriminación y situación marginal que siempre persiguieron a la Wicha.
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