viernes, 2 de octubre de 2020

Esther Hernández: “El futuro es lo que construimos en el presente”, dijo en el cierre de la tercera jornada por los Derechos Culturales


Con la participación de los gestores Gabriela Anguiano, Conrado Romo y Esther Hernández, moderados por la potosina Sofía Córdova, finalizó la serie de vídeo-diálogos del 3er Conversatorio Internacional: Derechos Culturales y Fomento de la Creatividad: tres días de intenso diálogo y reflexiones de gestores desde distintos ámbitos y perspectivas que aportan en experiencia y conocimiento a la construcción de la Carta de la Ciudad de San Luis Potosí por los Derechos Culturales.

Reunidos en la virtualidad bajo la temática “Innovación cultural para el reencuentro en la nueva normalidad”, los profesionales en materia fueron acompañados por Jorge Arias, Secretario Técnico del Ayuntamiento Municipal de San Luis Potosí; Cecilia Padrón, Directora de Cultura del Municipio; Gerardo Daniel Padilla, Secretario Técnico de esta iniciativa; Giselle Barajas, intérprete en Lengua de Señas Mexicanas; y Carlos Tejada, especialista en Programas del Sector Cultural de UNESCO México.

En representación del alcalde Xavier Nava, Jorge Arias destacó: “San Luis se suma con estas actividades a los esfuerzos que otros territorios mexicanos ya han puesto en marcha para reconocer y promover desde lo local estas garantías (...) Tenemos en claro que la cultura es un derecho, por eso nos sumamos al llamado de la UNESCO para idear futuros mejores mediante el Movimiento Global ResiliArt”.

Por su parte, Carlos Tejada comentó: “El tema que nos reúne esta tarde pone énfasis para dialogar sobre las formas en las que se pudiera nivelar y entrar en comunicación las comunidades con las instituciones. Y esto, me parece, es el gran tema.”

Moderados por la también activista por la igualdad sustantiva y por los derechos de las mujeres, Sofía Córdova, los gestores dialogaron poco más de 120 minutos en torno a las preguntas detonadoras: cómo solventar las dificultades creativas y lúdicas de los territorios, qué ha revelado la crisis de la Covid-19 y cuáles son los aprendizajes.

Al respecto, la titular de El Rule. Comunidad de Saberes, compartió distintas acciones que desde dicho espacio coordinan, trabajando con grupos prioritarios, realizando alianzas para lograrlo, ejercicios de resiliencias desde la cultura, todo vinculado con la memoria y el territorio, a la compartición de saberes, de procesos creativos multidisciplinarios. “[A partir de la pandemia] nos enfrentamos a distintas preguntas sobre cómo seguir generando contenidos, cómo seguir llegando a los distintos públicos para garantizar los derechos culturales, cómo seguir haciendo comunidad en el distanciamiento. La realidad es que no estamos distanciados socialmente, sino físicamente. Nos dimos cuenta de que la creación de contenido es la vida misma”, comentó Gabriela Anguiano.

Por su parte, el profesional en el campo del diseño cívico, Conrado Romo, a partir de su proyecto ´Ingreso Básico Solidario´, expuso una serie de conclusiones y experiencias por las que dicho proyecto fracasó dejando tras de sí aprendizajes valiosos en la construcción de redes colaborativas y la creación de productos culturales a partir del intercambio de saberes. “Por una serie de razones, el proyecto se volvió ineficaz, burocrático, insostenible y no viable. Y hay que aprender a reconocer las fallas en este tipo de proyectos y aprender de ellos. En ese sentido resultó muy valioso reconocer que a veces hay tanta gente en el proceso que se rompe la horizontalidad; que conforme aumenta el tiempo, el compromiso y la participación decaen y es importante mantener una cohesión; que existe un fetiche con la tecnología; que a veces nos encanta tener un lenguaje complejo que al momento de tener contacto con la gente no es eficaz; y que ser filantrópico implica una relación de poder, en cambio, ser solidario es empatía, ponerse como igual.”

“Lo que concebíamos como proyectos comunitarios se ha puesto en crisis”, intervino la directora de Vinculación Cultural de la Secretaría de Cultura Federal, Esther Hernández, “en lo económico, lo social, el cómo nos relacionamos a partir de la pandemia”. Enfatizó la importancia de la resignificación de las prácticas culturales y sobre la activación de la vida cultural a partir de nuevas condiciones. Reconoció que: “Hay prácticas culturales que suceden aún en la pandemia, aquello que no está ligado necesariamente a la producción cultural y consumo, tal como lo entendemos, porque lo digital no forma parte de la vida diaria. Lo que hay que explorar es todo lo otro que no tiene que ver con lo digital”.

Hernández agregó que: “Hay un retorno a los orígenes de la organización cultural que va desde la lengua que compartimos y el territorio que ocupamos, (…) habitemos el espacio abierto, tal como se originó el circo en México, de manera comunitaria y colaborativa, en calles, en parques, en plazas. A manera de puente, para ensoñar y cuidarnos, hay que construir en colectivo.”

Acercándose el cierre de esta conversación, los panelistas compartieron sus perspectivas sobre lo que reveló la pandemia y los aprendizajes que ésta generó. “Lo primero es que se desbarata la idea del sector y cómo empiezan a surgir ideas desde lo minúsculo; que existe una multiplicidad de problemáticas; que se ha evidenciado que los derechos culturares no son solamente de algunos artistas o grupos, sino de todas las personas. El aprendizaje es tener una escucha más activa para reconocer necesidades y problemáticas particulares”, señaló Hernández.

En tanto para Conrado: “La crisis no creó nuevas problemáticas, sino que las profundizó. Algo muy claro, es que no podemos ser nada sin el otro y en pandemia es más evidente. Es fundamental encontrar nuevas formas de diálogo intercultural, más colaboración, más solidaridad y más lenguaje”.

“Ya sabíamos que vivíamos en la precarización en el sector artístico y cultural y se evidenció. Lo que se evidencia también es la capacidad de adaptabilidad, sobre todo en las artes escénicas, por ejemplo; que los recursos con los que se puede apoyar no son solamente monetarios, sino que pueden ser alianzas, explorar otro tipo de economías como el trueque, el banco de tiempos, apoyar el consumo local”, entre otros, considera Anguiano.

Para finalizar, Esther Hernández expresó: “El futuro es lo que construimos en el presente. Los derechos sólo existen si se ejercen, viene el momento de reconocer que todas las voces son válidas y a partir de ellas poder construir. Hay temas fuertes por resolver como el hambre, pero los derechos culturales también son importantes, son la esperanza y alimentación humana por los que hay que trabajar colectivamente”.

Así concluyó el tercer día de diálogo e intercambio entre expertos, agentes locales y gestores. Para cerrar esta primera etapa en la construcción de la Carta de la Ciudad de San Luis por los Derechos Culturales, este 10 de octubre se realizarán una serie de mesas de trabajo de manera presencial en el Centros de las Artes San Luis Potosí Centenario, con el debido cuidado que la sana higiene estipula en estos tiempos de pandemia. Pueden seguir  las acciones, consultar el archivo y transparencia del proceso de esta Carta en la página web www.laculturaesunderecho.org y a través del canal de Telegram de esta iniciativa t.me/UNESCO_SanLuis así como en las redes de Cultura San Luis.

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