Por: Reyna Paz Avendaño
“La humanidad necesita verse como un tipo de nación extensa y plural. Al final, su destino le exige verse de una manera diferente. De momento, ocurrirá lo contrario, habrá tensiones, cada vez más importantes desconfianzas. Veremos nacionalismos y populismos que crecerán, pero estoy convencido de que el impacto de la crisis de 2020 será completamente distinto”, comentó el escritor libanés Amin Maalouf (Beirut, 1949).
El ganador del Premio Príncipe de Asturias de las Letras 2010 conversó ayer con el escritor mexicano Jorge Volpi sobre el futuro de las civilizaciones después de la COVID-19.
“Creo que, en un principio, habrá muchas más tensiones, más desconfianza hacia los demás en el mundo entero y hacia todas las direcciones. Pero, a largo plazo, lo que acaba de pasar nos dará la sensación de que tenemos un destino común, de que lo que afecta a una parte del planeta afectará inevitablemente al resto”, expresó Maalouf.
El autor de las novelas León el Africano y El naufragio de las civilizaciones comentó que las sociedades más industrializadas no pueden decir que enfrentaron mejor la pandemia.
“Una de las características de lo que acaba de pasar es que todos estamos en la misma situación. Antes, cuando había acontecimientos catastróficos naturales, siempre teníamos la sensación de que los países más pobres sufrían mucho más que los países ricos. Esta vez no es así, Nueva York sufre mucho más que Calcuta”, dijo.
El también Premio Goncourt 1993 compartió que su vida en confinamiento no le molestó ni modificó drásticamente su rutina.
“Muchos escritores sienten un tipo de culpabilidad que viene del hecho de que el confinamiento no les molesta realmente. Tengo que admitir que mi vida es un tipo de confinamiento. El aspecto de confinamiento lo he vivido con mucha serenidad, sobre todo cuando entendí que los jóvenes de mi familia, los niños y los nietos no estaban en peligro”, señaló.
Amin Maalouf admitió que ha vivido con serenidad y estupefacción.
“En pocas ocasiones podemos observar el mundo de esta manera. Se tiene la sensación que hubo un accidente colectivo. Nunca habíamos visto a millones de humanos, en el mismo momento, obedecer directrices que nos impidieran salir a la calle o relacionarlos con los demás. Creo que es un poco preocupante, pero sobre todo un poco fascinante en la época en que vivimos”, externó.
El autor no duda que durante mucho tiempo, los humanos hablarán del 2020. “Todavía no podemos imaginar lo que viene, no sabemos cómo evolucionarán las cosas, pero lo que sabemos con seguridad es que el mundo no será como el de antes”, afirmó.
Ante la pregunta de cómo imagina ese futuro, Maalouf dijo que la humanidad debe mantener la lucidez, aunque eso conlleve a no tener optimismo.
“A la vez, tenemos que rechazar la desesperación. Pienso que la función de la literatura, la función del escritor en el mundo actual, es imaginar un mundo diferente. Tenemos elementos que nos permiten imaginar un mundo diferente. Diría que hoy más que nunca, necesitamos imaginarlo”, enfatizó.
Durante algunos periodos de la historia, veíamos los problemas, pero no los podíamos resolver porque no teníamos un desarrollo ni un conocimiento científico suficiente, entonces nos sentíamos impotentes, añadió.
“Hoy está ocurriendo lo contrario, tenemos los medios para resolver los problemas de la humanidad. El verdadero problema es un problema de dirección, no sabemos a dónde vamos y necesitamos saberlo, necesitamos saber qué mundo construir, sobre qué fundamento debemos construir o reconstruir nuestras sociedades”, dijo.
El escritor franco-libanés aseguró que la respuesta se encuentra en la literatura y en la cultura.
“Creo que hoy más que nunca, la cultura y, especialmente, la literatura son indispensables para que funcionen nuestras sociedades”, opinó.
SIN DEMOCRACIA.
Amin Maalouf habló sobre geopolítica, en específico de las próximas elecciones en Estados Unidos y del crecimiento económico de China.
“Estados Unidos está viviendo una época delicada y preocupante. Hay tensiones raciales y de otro tipo que nunca alcanzaron ese nivel de virulencia. Estoy un poco preocupado por la vida democrática. No estoy del todo convencido de que la figura del candidato demócrata sea la figura ideal para una reconstrucción enérgica del país sobre nuevas bases. Es mejor, pero no el refundador que necesitamos”, dijo.
Respecto al crecimiento de China señaló que los bloqueos económicos que se le imponen pueden ocasionar una nueva Guerra Fría.
“Es la incomodidad que existe en Occidente de que aparezca otra potencia. Aunque la vida política en China no corresponde a lo que yo deseo, al mismo tiempo tengo recuerdos de lo que era hace 30 o 40 años, más violenta y represiva. Pero ya no es así, hubo algún tipo de evolución. Deberíamos invitar a China a un conjunto mundial que le permitirá desarrollarse hacia otra dirección incluso a nivel político”, externó.
Al no hacerse, indicó Maalouf, “temo que estamos yendo hacia una nueva Guerra Fría; una verdadera carrera armamentística está ocurriendo”.
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