Por: Leticia Sánchez Medel
La imponente silla presidencial que ocupó el ex presidente Lázaro Cárdenas es el único objeto original de la Casa Museo que lleva el nombre del general, y es lo que impacta al entrar al inmueble que fue su residencia de 1934 a 1940. El artífice de la expropiación petrolera se negó a vivir en el Castillo de Chapultepec, por considerarlo un lugar muy ostentoso.
“Desde el primer día, Cárdenas dejó claro que no era un caudillo, sino el presidente de la República. Como responsable del Poder Ejecutivo no podría tomar sus decisiones sin el respaldo de la ley, o el contrapeso del Legislativo”, se puede leer en la cédula de la museografía que acompaña la silla.
Homero Fernández, director del Complejo Cultural Los Pinos, donde se ubica el museo, muestra a M2 la silla presidencial que utilizó Lázaro Cárdenas. “Este no es un lugar donde van a encontrar muchos objetos originales que él hubiera utilizado, lo que sí encontrarán los visitantes es mucha investigación, un gran esfuerzo y museografía que dan cuenta de lo mucho que hizo este hombre por su país”.
El museo está conformado por 14 salas, donde los asistentes son guiados por medio de fotografías, líneas del tiempo, diarios, facsímiles, réplicas de pinturas, textos interactivos y una sala de cine que proyecta algunas películas de la época que, en conjunto, son una narración biográfica que sintetiza el legado de Lázaro Cárdenas.
El director del Complejo Cultural Los Pinos indica que este nuevo museo es resultado de un gran esfuerzo colectivo con el equipo del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), dirigido por el historiador Salvador Rueda, director del Museo Nacional de Historia del Castillo de Chapultepec, destacado especialista en la vida de Cárdenas.
Con su propuesta museográfica, Salvador Rueda “logró aludir a todas las facetas de la vida y la obra del general. Este espacio fue la primera casa de Los Pinos, aquí se mudó el general después del Castillo de Chapultepec. Lo demás es historia”.
El historiador señala que asuntos fundamentales como su Plan Sexenal y la Expropiación Petrolera serán complementados con nuevos objetos y temáticas para ir enriqueciendo el guion museográfico de la Casa Museo Lázaro Cárdenas.
“La inauguración coincidió con el 50 aniversario de la partida del general, pero la intención es que se vaya trabajando en el enriquecimiento del museo, para lo cual durante este año seguiremos estableciendo alianzas con el fin de seguir con la investigación, para que esto no sea una exposición fija”.
Rueda explica que más adelante se exhibirán diferentes objetos gracias a una serie de convenios que han establecido con diferentes instituciones que el general fundó en este país.
La Casa Museo Lázaro Cárdenas en el Complejo Cultural Los Pinos podrá visitarse nuevamente cuando las autoridades sanitarias den luz verde y permitan la reapertura de los centros culturales en Ciudad de México.
Y ADEMÁS
SIN CARÁCTER SAGRADO
Los símbolos visuales de la investidura presidencial han sido, desde el siglo XIX, la silla y la banda tricolor. Pasaron 20 años desde que Villa y Zapata tomaron el Palacio Nacional y le quitaron su carácter sagrado a la silla. Los caudillos se encargaron del Poder Ejecutivo sin perder fuerza como revolucionarios. Cárdenas terminó con esa costumbre política.
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