sábado, 13 de febrero de 2021

Arancha: artista veracruzana que reinterpreta sus memorias entre el son, la décima y el trap


Por: Meli Vera

No quiero la receta para subir a la cima, quiero la receta para volverme a levantar, pero ya te vas… son palabras que entreteje Arancha desde su querida Xalapa mientras reinterpreta sus memorias envueltas en ambientes sonoros que conectan el trap y el rap, la décima y la versada con ritmos jarochos y sonidos electrónicos.

Arancha es una artista veracruzana, quien para su fortuna creció ‘tras bambalinas’ siendo testigo de lo que sucedía en y detrás del escenario gracias al andar de sus padres en el mundo teatral.

“Que haya decidido regalarle a una de sus nietas mujeres una jarana para mí significa el inicio de algo".

Desde muy pequeña fue hechizada por la música y su camino se abre cuando el poeta Guillermo Cházaro -su abuelo- puso en sus manos su primera jarana, “de ahí viene la conexión con el son jarocho, de él fue de quien aprendí a versar”, cuenta en entrevista con El Financiero. “Entre tantos nietos que tuvo, que haya decidido regalarle a una de sus nietas mujeres una jarana para mí significa el inicio de algo”.

Para Arancha, el expresarse a través del arte en un estado donde se registran altos índices de violencia contra las mujeres tiene que ver con “la resiliencia, determinación y mucho coraje y atrevimiento porque yo misma he perdido gente muy cercana en este estado”.

El arte para mí no significa otra cosa más que eso, no puedo encontrar otra manera de decir lo que pienso y estoy consciente del riesgo que significa.

"En mis letras, desde que toco en otras agrupaciones y escribo siempre hay contenido social, es algo que forma parte de mi ADN (...) no podría versar ni ahora que exploro en el rap sino tuviera contenido social, no tendría ningún sentido hacerlo”, remarca.

Luego de participar en diferentes festivales en Cuba, Puerto Rico, Colombia, Bélgica y España, y formar parte de grupos de son jarocho, esta veracruzana decide en 2020, décimo aniversario luctuoso de su abuelo, abrir la puerta para entablar ‘conversaciones imaginarias’ con él, y de esta forma armar un homenaje sonoro para rendirle tributo desde otros espacios… Así es como surge su primer material discográfico como solista Diez Cartas a mi Abuelo.

Resiliencia, determinación y mucho coraje y atrevimiento porque yo misma he perdido gente muy cercana en este estado"

“Me parecía interesante escribirle una carta por cada año de ausencia. A partir de que muere siento que empiezo a conocerlo más, empecé a buscar, había muchísimo material inédito y dije ‘¿quién es este señor?’, de repente me entero que había ganado no sé cuántas preseas, visitado tantos lugares del mundo y estado con los mejores decimistas (...) ver toda esa poesía más íntima me cautivó y me impulsó a hacer el disco”, relata Arancha quien puntualiza que estos diálogos son una especie de confrontación con él con diversas temáticas “que van desde lo más personal hasta lo más general, yo creo que sin querer fui escribiendo las cartas de lo micro a lo macro”.

Las charlas, que fueron rapeadas en primera persona, hacen también un recorrido geográfico en Veracruz con paisajes de la Cuenca del Papaloapan, Los Tuxtlas y zonas de afrodescendientes. En este viaje, Arancha aborda narrativas como la dualidad de la vida y la muerte, la idea de Dios y la espiritualidad, hasta cuestionar la huella del narcotráfico en el estado, el daño ambiental, la migración y lo que ha significado ser mujer joven en México de la mano del movimiento feminista.

Hasta el momento se han lanzado tres cartas en plataformas digitales, las primeras dos producidas por Jerónimo González, y la tercera por Helio Martín del Campo, ambos integrantes de Sonex. Peeero, “ahora nos quedamos sin dinero y justo lanzamos una campaña de fondeo en Kickstarter para terminar el disco”, comenta la amante del hip-hop.

La meta de Arancha y el equipo de producción es recabar 90 mil pesos antes del 21 de marzo para finalizar el álbum. “Necesitamos mucho apoyo porque sabemos que la meta es ambiciosa (...), también es importante decir que siempre hay gente detrás de un lanzamiento y todas estas personas se van a ver beneficiadas (...) tenemos un montón de recompensa como playeras, gorras, stickers, libretas con ilustraciones de Sophia Perusquía”, cuenta.

Para Arancha, el expresarse a través del arte en un estado donde se registran altos índices de violencia contra las mujeres tiene que ver con “la resiliencia, determinación y mucho coraje y atrevimiento porque yo misma he perdido gente muy cercana en este estado”.

La versadora se propuso, si se alcanza la meta, donar el 50 por ciento de las ganancias del disco para restaurar la casa de sus abuelos en Veracruz y posteriormente convertirla en un centro cultural. “Ya tenemos un proyecto arquitectónico, hemos estado trabajando desde hace 6 años, es una casa muy antigua, de arquitectura vernácula, de más de 100 años de vida, por donde ha pasado casi todas la generaciones de mi vida”.

A través de su arte, Arancha busca que más personas se identifiquen para que surjan otras propuestas que puedan escribirse desde lo genuino y lo honesto.

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