Por: Rodrigo Oseguera
Aunque la historia de México como Estado nación independiente comenzó con el estallido de la Guerra de Independencia de 1810, sus raíces se hunden en la época prehispánica y el periodo colonial. Éste último tuvo distintas épocas de esplendor cultural, en la que los escritores novohispanos plasmaron la realidad y sueños de su tiempo. Sin embargo, actualmente son pocas las obras que se conocen, pese a ser fácilmente accesibles. Por ello, te presentamos seis autores y autoras novohipanos que debes conocer para expandir tu conocimiento sobre literatura mexicana.
Novelistas novohispanos: José Joaquín Fernández de Lizardi
Fernández de Lizardi nació en la Ciudad de México el 15 de noviembre de 1776. Fue conocido popularmente como “El Pensador Mexicano“, apodo que heredó del nombre del periódico que el mismo fundó en 1812. En dicho medio, Fernández criticó duramente el sistema virreinal, denunciando las injusticias, mala distribución de la riqueza y el escueto sistema educativo. Gracias a El Periquillo Sarniento, su obra moralizante y que describe fielmente la vida novohipana, Fernández de Lizardi se convirtió en el primer novelista de América en 1816.
Juan Ruiz de Alarcón
Nacido en Taxco o Ciudad de México en 1572/1581, fue un escritor del Siglo de Oro. Su obra más destacada es La verdad sopechosa, comedia que relata la vida de un mentiroso que crea todo tipo de artimañas para conquistar a su enamorada. En el trabajo de Juan Ruiz de Alarcón es moralizante, cosa común en el barroco, por lo cual los personajes de sus obras son profundos y tienen un lenguaje lleno de refranes. Aunque su obra fue poco valorada en su época, se encuentra a la altura de Lope de Vega o Tirso de Molina.
Novohispanos ilustres: Carlos de Sigüenza y Góngora
Nacido en México el 15 de agosto de 1645, fue un intelectual, polímata y político novohispano de gran envergadura. Poseyó distintos cargos académicos y dirigió en 1675 las primeras excavaciones en la zona arqueológica de Teotihuacán. Está emparentado con el afamado poeta español Luis Góngora y perteneció a una familia de burócratas novohispanos.
En 1660 inició sus estudios en la Compañía de Jesús, pero debido a su indisciplina, se le impidió unirse a la órden. Debido a ello, ingreso a la Real y Pontificia Universidad de México, donde escribió su Primavera Indiana, obra inspirada en la Virgen de Guadalupe. Se destacó como astrónomo e incluso escribió una obra donde separaba la astrología de la astronomía, eliminando las supersticiones vinculadas al movimiento de los astros. Escribió una gran cantidad de poemas y textos científicos novohispanos.
Mariana de la Encarnación
Nació en la Ciudad de México en 1571. Fue una monja escritora fundadora del primer convento carmelita de México, hoy Iglesia de Santa Teresa la Antigua, junto a Inés de la Cruz. Según sus biógrafos, fue una mujer brillante que aprendió de forma autodidacta, ya que no contaba con un guía espiritual. Escribió Relación de la fundación del Convento Antiguo de Santa Teresa, una obra donde relata su travesía para fundar el primer convento, así como la biografía de Inés de la Cruz, carmelita que probablemente sirvió de inspiración para el nombre religioso de Sor Juana Inés de La Cruz.
María Magdalena de Lorravaquio Muñoz
Sor María Magdalena de Lorravaquio Muño nació en 1576 en la capital de la Nueva España en una familia criolla. Es conocida por su Libro en que se contiene la vida de la madre María Magdalena, monja profesa del convento del Señor San jerónimo de la ciudad de México, hija de Domingo de Lorravaquio y de Ysabel Muñoz su legitima mujer. En dicho texto relata sus experiencia místicas vividas, la mayoría, en su cama, debido a las enfermedades que padecía. Es considerada una mística como Santa Teresa de Jesús y precursora de Sor Juana Inés de la Cruz, ya que perteneció a la misma orden monástica. Su obra, además, describela vida en los primeros años de la colonia.
Catalina la Eslava
Se desconoce cuándo y dónde nació, aunque se sabe que vivió a la mitad del siglo XVI. Fue sobrina del poeta Fernán González o Hernán González de Eslava, (1534-1601) en cuya obra Coloquios espirituales y sacramentales se introdujo un soneto de Catalina la Eslava, gracias a ello, es considerada la primera poetisa de la Nueva España y, por tanto, de México.
“El sagrado laurel ciña tu frente,
La yedra, el arrayán, trébol y oliva,
Porque (aunque muerto estás) tu fama viva
Y se pueda extender de gente en gente.
El tiempo la conserve, pues consiente
Que el levantado verso suba arriba,
Y en láminas de oro el nombre escriba
Del que no tiene igual de Ocaso a Oriente.
En el carro de Apolo te den gloria,
Digo de aquel Apolo soberano
A quien con tanto a.mor tan bién serviste:
Y pues él hace eterna la memoria,
Con que muevas mi pluma con tu mano
La gloria alcanzarás que acá nos diste.”
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